Tokio está en plena cuenta atrás para los Juegos Olímpicos más extraños de la historia, los Juegos del coronavirus. Pero los organizadores y los atletas tienen más preocupaciones más allá de la pandemia y del rechazo de los japoneses al evento. Por ejemplo, cómo competir al máximo nivel con temperaturas de más de 30 grados y una humedad que roza el 80%.
La capital japonesa puede ser el escenario de los Juegos más calurosos de la historia. En las mismas fechas de la cita olímpica, del 23 de julio al 9 de agosto, el país ha sufrido varias olas de calor en los últimos años. En la de 2018 hubo decenas de muertos y más de 70.000 hospitalizados y se registró la temperatura más alta jamás vista en el país: 41,1 grados en Kumagaya, a 60 kilómetros de Tokio, justamente el 23 de julio.
Un nuevo informe publicado en Reino Unido por la British Association for Sustainable Sport (Asociación Británica para el Deporte Sostenible) advierte de que el calor y la humedad "podrían suponer una importante amenaza para los competidores" en los Juegos de Tokio. El estudio, titulado "Anillos de Fuego", cuenta con la voz de científicos y ex deportistas que analizan desde el impacto del cambio climático en Japón hasta las consecuencias físicas de grandes esfuerzos en condiciones extremas.
"Los organizadores deben tomarse en serio las advertencias de este informe, o se enfrentarán al riesgo real de que los competidores sufran un colapso por agotamiento por calor", afirma Mike Tipton, profesor de Fisiología Humana y Aplicada del Laboratorio de Entornos Extremos de la Escuela de Deporte, Salud y Ciencias del Ejercicio de la Universidad de Portsmouth.
Tokio y el efecto "Isla de calor urbano"
La temperatura media que se espera para este julio en Tokio es de 25 grados, mientras que para agosto sube hasta los 26,4. Según el estadio, sólo los Juegos de Atenas 2004 tuvieron una media superior, 27.6 grados, con máximas de 34,2. Sin embargo, la humedad relativa en la capital helena era bastante inferior (cerca del 50%) a la que se espera en Tokio.
“Cuando se trata de estrés por calor o de una insolación, el problema no es solo la temperatura, sino también la humedad", señaló recientemente a Reuters Makoto Yokohari, profesor de Medio Ambiente y Planificación Urbana de la Universidad de Tokio. "Cuando combinas esos dos factores.... Tokio serán los peores Juegos de la historia en ese sentido (...) Puede ser una pesadilla".
Tokio es un caso de especial estudio cuando se tratan de analizar los efectos del cambio climático. La temperatura media anual de la capital ha aumentado 2,86 grados desde 1900, "más del triple que la media mundial", indica el informe de la British Association for Sustainable Sport. Además, las temperaturas nocturnas han subido significativamente: las noches tropicales -en las que la temperatura no baja de 20 grados- se han multiplicado por dos desde 1880.
Eso se debe, en parte, a lo que se conoce como el efecto "Isla de calor urbano". "Durante la noche, la superficie de área de Tokio, en gran parte urbanizada, libera el calor que ha estado atrapado durante todo el día y eso evita que la ciudad se enfríe", apunta en el estudio la española Paloma Trascasa, del Centro Internacional Priestley para el Clima de la Universidad de Leeds.
Las pruebas de maratón, marcha y ciclismo se celebrarán lejos de Tokio, en sedes con una temperatura más suave para evitar el colapso de los atletas
Conscientes del impacto que puede tener el calor en la competición, el Comité Organizador de Tokio 2020 decidió que las pruebas más extremas no se disputen en la capital. Así, los eventos de maratón y marcha serán en Sapporo, al norte del país y con una temperatura varios grados inferior a Tokio. Por su parte, la carrera de ciclismo en ruta arrancará en la capital, pero escapará después de los rascacielos para terminar en el circuito de Fuji.
Un maratón nocturno a 32 grados
En el estudio de la British Association for Sustainable Sport se pone especial atención en cómo afectará el cambio climático a eventos como los Juegos en el futuro. El hecho de que la competición sea en los meses de julio y agosto condicionará a muchas ciudades que quieran postularse a corto y medio plazo.
Las consecuencias de competir con calor extremo van desde quemaduras, pasando por el deterioro cognitivo, hasta el agotamiento por calor o el colapso por insolación"
Mike Tipton
En los Mundiales de Atletismo de Doha, celebrados en 2019, el maratón se disputó a medianoche para evitar colapsos por el calor. Pero aún así fue tremendo: en categoría femenina abandonaron 28 de las 68 atletas, que tuvieron que correr 42 kilómetros a 32 grados y con una humedad del 74%. "Yo solo espero que las futuras generaciones de atletas puedan competir de forma segura en una prueba como el maratón", señala en el informe Mara Yamuichi, ex atleta británica de maratón.
El calor extremo siempre ha sido un factor a tener en cuenta en el deporte de élite. "Sin embargo, si continúan las tendencias actuales, más deportes, más eventos y más atletas, árbitros y espectadores estarán expuestos a condiciones climáticas más extremas en todo el mundo, lo que afectará la salud, el rendimiento y el espectáculo deportivo en general", concluye el estudio.
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