Ocho días después de entrar en erupción, el volcán de Cumbre Vieja parece que empieza a dar un respiro a la isla de La Palma. Su actividad se ha detenido en poco después de las 08:30 de la mañana del lunes, dejando de emitir lava, cenizas y humo.

"En las últimas horas el tremor volcánico ha casi desaparecido, así como la actividad explosiva estromboliana", ha indicado en Twitter el Instituto Volcanológico de Canarias con un gráfico donde se observa claramente el descenso de la actividad. De momento, las coladas de lava han sepultado 514 viviendas y han cubierto un terreno de 232 hectáreas.

No obstante, no se descarta que las coladas de lava lleguen hoy al mar después de la intensa actividad del fin de semana y algunos expertos han advertido en diferentes medios de comunicación que el volcán puede volver a escupir lava y cenizas. De acuerdo a las primeras estimaciones, la erupción puede durar entre 24 y 84 días.

Las coladas de lava siguen avanzando hacia la costa, aunque lo hacen muy lentamente. Según Radio Nacional, el magma todavía no ha llegado ni a la montaña de Todoque ni a la carretera de la costa, por lo que está todavía a más de 1.000 metros del mar. En la tarde del domingo, las coladas derribaron la iglesia del barrio de Todoque.

El comité científico del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca) advirtió el domingo por la noche de que la llegada de la lava al mar podía ser cuestión de horas, por lo que se ordenó a los vecinos de los barrios más cercanos permanecer dentro de sus casas para evitar los riesgos de los gases que pueden desprenderse con el contacto de la lava con el agua del mar.

En estos ocho días de erupción ya se han registrado otros episodios cíclicos que alternan momentos muy explosivos con otros de relativa calma. "Que el volcán esté ahora menos activo no significa que no pueda cambiar", ha advertido el investigador del Instituto Geográfico Nacional Stravros Meletlidis en el programa Espejo Público.