La última semana ha estado marcada por las lluvias, en muchos casos torrenciales, que han azotado gran parte de España. Los datos del Ministerio de Transición Ecológica muestran que, a excepción de gran parte de la zona norte peninsular, todo el país ha registrado en los últimos siete días precipitaciones por encima de su media, siendo Castellón, Alicante y Albacete las zonas en las que más agua ha caído. Pero no ha sido suficiente para recuperar el nivel de los embalses.
Y es que la reserva hidráulica ha experimentado un ligero descenso en los últimos siete días. En concreto, los embalses españoles han perdido 86 hm³, el 0,2 % de su capacidad total, aunque ha habido variaciones. La cuenca del Duero ha sido la que más agua ha perdido (53 hm³) y la cuenca del Segura, la que más ha ganado (17 hm³). Los embalses constitutivos (que recogen el agua destinada al consumo humano y a la agricultura) han perdido en total 19 hm³, mientras que los embalses hidroeléctricos (que utilizan el agua para generar energía limpia y renovable) descendieron en 67 hm³.
Estos datos hacen que nuestros embalses se sitúen actualmente al 47,5% de su capacidad total, albergando 26.640 hm³ de agua. Ahora mismo estamos incluso peor que a estas alturas del año pasado, cuando por estas fechas los embalses estaban al 49,5% de su capacidad. Algo preocupante teniendo en cuenta que 2022 fue un año particularmente seco y que estamos a las puertas del verano, una época donde no se esperan muchas precipitaciones.
Las lluvias de esta semana han podido frenar ligeramente la tendencia de que las reservas de agua disminuyan a causa de la sequía. Pero, como ya explicaron algunos expertos a El Independiente hace unos días, son insuficientes para revertir por completo la situación. Y es que España arrastra un déficit hídrico desde hace meses, que no puede compensarse con una sola semana de precipitaciones. Harían falta muchas más, y no parece que por el momento vayan a producirse.
La parte negativa de las lluvias torrenciales se ha podido ver esta semana. Algunas ciudades como Madrid se han puesto patas arriba, con cortes de Metro, Cercanías y carreteras e incluso el desvío de algunos vuelos, mientras que en el sureste las imágenes han sido de inundaciones y algunas cosechas han quedado destrozadas. Pero no todo es malo.
Lo explica Rubén del Campo, portavoz de Aemet: "Las precipitaciones de los últimos días suponen un aporte de humedad muy valioso para los suelos, que están mucho más secos de lo normal para esta época del año. Y además los cielos están nubosos y la humedad del aire es alta, lo que ayuda a que la vegetación reduzca el estrés hídrico al que ha estado sujeta".
Las zonas más secas de España
Los últimos datos del Ministerio de Transición Ecológica muestran que las cuencas de la Vertiente Atlántica están ahora 20 puntos porcentuales por debajo de la media que registraron durante la última década. Y las de la Vertiente Mediterránea marcan un 23% menos. Pero, como se lleva viendo todo el año, hay dos zonas en España donde la situación es especialmente complicada.
La primera es Andalucía. Allí las cuencas están bajo mínimos: Guadalquivir (23,8%), Guadalete-Barbate (25,3%), Guadiana (31,9%) y Cuenca Mediterránea Andaluza (34,3%). La excepción es, como siempre, la cuenca de Tinto, Odiel y Piedras (69%), ubicada en la provincia de Huelva, donde las precipitaciones anuales son bastante superiores al resto.
La segunda zona es Cataluña, que tiene sus cuentas al 25,6% de su capacidad. Por contra, las que mejor aspecto tienen son las cuencas del Cantábrico Oriental (90,4%) y del Cantábrico Occidental (87,8%), que están incluso por encima de sus valores habituales. Les siguen las Cuencas Internas del País Vasco (81%) y la de Galicia Costa (80,7%).
"Las precipitaciones caídas esta primavera, desde el 1 de marzo hasta el 28 de mayo de este año, han sido de 85 litros por metro cuadrado en España. Exactamente lo mismo que cayó en la primavera completa de 1995, que hasta la fecha es la más seca de la serie histórica, que arranca en 1961", explica Del Campo: "Así que esta primavera será muy seca, pero ya podemos descartar que vaya a ser la más seca de toda la serie".
Sin embargo, el portavoz de Aemet detalla que desde el comienzo del año hidrológico (el pasado 1 de octubre de 2022) las precipitaciones están en torno al 27% por debajo de lo normal. Unos datos que hacen que 2023 sea uno de los ocho años hidrológicos más secos hasta la fecha desde que comenzaron los registros en 1961.
Por lo pronto, y aunque seguimos inmersos en una grave sequía, la previsión es que durante lo que resta de esta semana y buena parte de la que viene continuemos con precipitaciones "por encima de lo normal para la época del año en gran parte de España". "En muchos casos serán en forma de chubascos que localmente pueden ser fuertes y podrán ir acompañados de granizo. Y las temperaturas seguirán por debajo de lo normal en la zona centro y mitad sur y más altas de lo habitual en el tercio norte", concluye Del Campo.
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