Los récords de temperatura se suceden uno tras otro, el nivel del mar no deja de aumentar y las aguas de los océanos se están calentando. Las sequías son cada vez más habituales, los polos se deshielan y las lluvias torrenciales se multiplican. La ciencia es unánime en señalar que el cambio climático es una realidad, y nuestro planeta no deja de enviarnos señales que lo confirman. Y, sin embargo, hay un grupo de gente que sigue negándolo o subestimándolo.

Precisamente este lunes la Asociación Americana de Psicología publicó un estudio que puede arrojar algo de luz sobre este tema. Según su investigación, que ha analizado datos de 170 estudios que contaron con más de 158.000 participantes, las personas pueden ser propensas a creer en teorías de la conspiración por una combinación de dos factores: los rasgos de personalidad y la motivación. 

El perfil del conspiranoico, según este estudio, sería el de una persona que confía mucho en su intuición y percibe amenazas cerca. Además, suelen tener la necesidad de comprender su entorno y sentirse seguros en él, así como la necesidad de sentir que la comunidad con la que se identifican es superior a las demás.

Los investigadores también detectaron que las personas con ciertos rasgos concretos de personalidad, como un sentido de antagonismo hacia los demás y altos niveles de paranoia, eran más propensas a ser conspiranoicos. Aquellos que creían firmemente en las teorías de la conspiración también eran, según la misma investigación, más propensos a ser inseguros, paranoicos, emocionalmente volátiles, impulsivos, suspicaces, retraídos, manipuladores, egocéntricos y excéntricos.

"No todos los teóricos de la conspiración son gente de mente simple y mentalmente enferma, como suele retratar la cultura popular", asegura la autora principal del estudio, Shauna Bowes, estudiante de doctorado en psicología clínica en la Universidad de Emory. "En cambio, muchos recurren a las teorías conspirativas para satisfacer necesidades motivacionales carentes y dar sentido a la angustia y el deterioro", añade. 

Negacionismo climático

Coincidiendo con la publicación del estudio, este lunes la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, mantuvo un encuentro con algunos expertos del clima, periodistas y meteorólogos de distintos medios y agencias. Y uno de los puntos centrales de la conversación fue precisamente el negacionismo climático. Un debate que abordaron abanico en mano -para tratar de hacer frente a la ola de calor que vivimos en España- y desde múltiples puntos de vista, pero en el que existió un amplio consenso sobre los puntos claves.

"Nadie quiere recibir noticias que le perturben o le incomoden", aseguró la ministra a modo de resumen al comienzo de la charla. Y aunque esa es la idea básica que explica la existencia de los negacionistas climáticos, ahora hay más factores en juego. "Han entrado en acción también los haters y los trolls de Internet. Mucha gente está viendo tweets, tik toks y titulares de medios que son tremendos, y se los están creyendo", afirmó Joanna Ivars, presentadora de La Sexta.

Los expertos coincidieron en recalcar que la meteorología es una ciencia que, por desgracia, no es exacta. Aunque sacaron pecho para asegurar que ha avanzado mucho en los últimos años. "La ola de calor actual ya sabíamos que se iba a producir hace casi dos semanas. Los modelos de predicción son muy veraces, aunque luego hay fenómenos que son extremadamente difíciles de predecir. Pero cuando hablamos de datos es ciencia. Son hechos que están ocurriendo. Lo que pasa es que a veces todo esto no se llega a trasmitir bien al público, y la gente acaba apostando por otros ideales", apuntó Rosemary Alker meteoróloga de Mediaset.

En general, y a pesar de la incertidumbre de la predicción climática, los expertos se mostraron satisfechos con su trabajo. "Lo estamos haciendo muy bien. El problema viene de ciertos medios que sacan titulares que no son reales y no son lo que estamos contando nosotros. Y la gente se los cree", sostuvo María del Mar Gómez, de Eltiempo.es.

"Estamos acostumbrados a acertar, pero cuando no lo hacemos por la incertidumbre parece que se derrumba todo el sistema. Y equivocarnos forma parte de nuestro trabajo", explicó Roberto Brasero, de Antena 3, que añadió que considera importante explicar al público cuáles son las limitaciones actuales de las predicciones. Y aunque coinciden en que la mayoría de la gente tiene cada vez más interés por la predicción meteorológica y la comprenden cada vez mejor, también subrayaron que hay un grupo de negacionistas que son imposibles de convencer. "Quizás no son muchos, pero hacen mucho ruido", aseguró Rubén del Campo, portavoz de Aemet.

Riesgos

Durante la charla los expertos coincidieron en lo peligroso que es darle la espalda a la ciencia y abrazar discursos negacionistas que no tienen ningún sustento empírico. Y pusieron varios ejemplos: la radiación ultravioleta, la inhalación de calima, las temperaturas... Fenómenos que se suelen desarrollar mayoritariamente en la época estival del año, que, como varios de ellos señalaron, se ha convertido en la más “peligrosa” y que pone realmente vidas humanas en riesgo.

Por eso, según explicaron, es fundamental adaptar el mensaje que quieren transmitir para que el público entienda el funcionamiento de la predicción meteorológica y hasta dónde puede llegar. Y uno de los actores principales de esta ecuación, como no podía ser de otra manera, son los jóvenes. Por eso los expertos también estuvieron de acuerdo en que a ellos se les debe presentar la información de manera atractiva en las nuevas plataformas digitales, como Instagram o Tik Tok, que son las que habitualmente usan para informarse. Es la única manera, según dicen, de que capten la información e integren el mensaje sin rechazarlo por considerarlo algo "caduco". 

"Los que nos dedicamos a comunicar la meteorología, los científicos y las universidades tenemos plena unanimidad. Es algo abrumador, y una buena barrera contra todas esos intentos de mancillar lo que hacemos. Y tenemos la oportunidad de seguir avanzando en esa línea", comentó Albert Barniol, de TVE. "No pienso perder el tiempo con los negacionistas, porque nos desvían la atención de los temas importantes, que son ayudar a población ante situaciones adversas, encontrar respuestas a preguntas que todavía tenemos, avanzar en la investigación científica y adaptarnos o cambiar nuestra forma de vivir", concluyó el experto.