Guía de la COP 28 Dubái, la crisis climática en crudo

La COP, la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, se celebra este año, entre el 30 de noviembre y el 12 de diciembre en Dubái, en los Emiratos Árabes Unidos. Un año más, los países dan cuenta de sus avances y compromisos para abordar el cambio climático con el punto de mira puesto en el abandono progresivo de los combustibles fósiles causantes del efecto invernadero que eleva, año tras año, la temperatura del planeta, según todos los consensos científicos y reconocido incluso por las compañías petrolíferas.

Las consecuencias del calentamiento global se han convertido en rutinas de una escalada que continuará a lo largo del siglo XXI. El año 2023 será el más cálido jamás registrado, superando al 2016, hasta otro que otro año -más pronto que tarde- lo supere. Los efectos de la creciente temperatura se perciben por todo el mundo en forma de olas de calor, sequías, inundaciones, pérdidas de cosechas, inflación y gigantescos incendios forestales. En la cresta de la ola de este gran tsunami llamado calentamiento global los países han decidido juntarse en Dubái el epicentro geopolítico de la sociedad organizada en torno a los combustibles fósiles para poner sobre la mesa si van en serio con la transición energética de la economía mundial para evitar la subida de las temperaturas. 

Las temperaturas, al alza

El frenazo del uso de los combustibles fósiles está destinado, según el Acuerdo de París de 2015, a conseguir que la temperatura global se quede en el 1,5ºC, como mucho 2ºC, por encima de los niveles preindustriales. Pero este objetivo cada vez se complica más y los científicos, a la luz de la subida de las temperaturas globales actuales, ven como se disipan estos objetivos.

Según el centro europeo Copernicus Climate Change Service (C3S), julio de este año fue ya 1,5 ºC más cálido en todo el planeta que la media preindustrial, si bien esto se considera temporal ya que lo importante es la media anual, es un hito del calentamiento global. "La era del calentamiento global ha terminado, la era de la ebullición global ha llegado", declaró ese mes con contundencia el secretario general de la ONU António Guterres.  

En la cumbre, las partes, o sea, los gobiernos envían delegaciones que evalúan los avances, dan cuenta de los progresos de sus países y negocian nuevos compromisos de cara a las siguientes cumbres. Discuten, principalmente, en torno a varias grandes áreas temáticas: adaptación, pérdidas y daños. Además, siempre omnipresente, está la cuestión de la financiación, que será determinante en esta cumbre ya que se espera  elevar el objetivo de trasvase de fondos desde los países ricos a los pobres para acciones de mitigación y adaptación, ahora fijado en 100.000 millones de dólares al año.

Adaptación

El impacto del cambio climático en nuestra sociedad es un hecho y cada país debe adecuarse a las maneras en las que le afectará la subida de las temperaturas. Esto es la adaptación climática y es fundamental para que los impactos sean menores. Esto abarca todo tipo de actuaciones dependiendo del país. Por ejemplo, el aumento de las temperaturas en los meses de mayo, junio y septiembre hace necesario que los centros escolares estén aclimatados para que puedan seguir el curso normal y esta necesidad antes no existía porque el tiempo no necesitaba refrigeración. Reducir las vulnerabilidades de la población y del territorio es otra forma de adaptarse a los cambios, como aplicar una política forestal que evite el aumento de los incendios o reverdecer las ciudades para hacerlas más habitables.

En la COP: En las negociaciones de esta cumbre se espera lanzar el marco sobre el Objetivo Global de Adaptación, esto es crear una directrices de actuación para los países que defina prioridades y áreas de actuación, entre otros asuntos, para la implementación de la adaptación.  

Mitigación

El cambio climático en marcha es como un coche en movimiento, aunque dejemos de hacer todo lo que causa el calentamiento, las emisiones de gases siguen estando presentes en la atmósfera, no podemos pararlo, sólo mitigarlo, sólo hacer que nos impacte menos. Para eso hay que realizar las transformaciones sociales y económicas para reducir al máximo las emisiones. 

Mientras adaptarse es protegernos de los impactos inmediatos del cambio climático, la mitigación es actuar para que en el futuro la virulencia de estos impactos sea menor y nos afecten menos a nuestra salud y a la sociedad. Que, por ejemplo, en España, dentro de unos años en verano pueda haber dos o tres olas de calor, como hay ahora -que yas son muchas-, y evitar que no se convierta en un estación que haga inhabitable nuestro país y, por ejemplo, nadie quiera venir de vacaciones a nuestro país.

Una medida de mitigación sería la propuesta de los ecologistas de prohibir los vuelos cortos entre ciudades que se pueden cubrir por tren. Es una medida que se ha hecho en Francia y que es muy probable que se haga en España. Estas son las discusiones que tienen todos los países para abordar el cambio climático cuánto reducen y a que velocidad. Según el Colegio Oficial de Ingenieros Aeronáuticos de España (COIAE), esta medida aplicada en toda Europa solo reduciría un 0,1% las emisiones, mientras que el tráfico rodado supone el 71,7% de las emisiones. El debate en la cumbre y en cada uno de los países es como de ambiciosos tenemos que ser con la mitigación, cuánto nos vamos a proteger de los impactos futuros del cambio climático. A esto se refieren en las cumbres los políticos y técnicos cuando hablan de ser más ambiciosos.

En la COP: La UE y los países miembros de la coalición High Ambition Coalition son partidarios de alcanzar un acuerdo de eliminación de combustibles fósiles en esta cumbre. Pero algunos países como China e India se oponen. 

Pérdidas y daños

Las emisiones que causa el calentamiento global están vinculadas a la actividad económica de los humanos desde la revolución industrial. Esto quiere decir que los países que más desarrollo económico han tenido han sido los más contaminantes históricamente. Se da la circunstancia de que los países menos desarrollados son los que más se están viendo afectados por el cambio climático y a los que se les exige que abandonen su dependencia del petróleo y el gas cuando tienen muchas necesidades económicas. "Pérdidas y daños" apunta a las compensaciones que deben recibir los países en desarrollo que más sufren los impactos de esta crisis, de la que no han sido responsables.

En la COP: En las reuniones preparatorias de la COP 28 los países en desarrollo acordaron con los países desarrollados que el Banco Mundial sería el anfitrión del fondo de Pérdidas y Daños y que el mínimo debería superar los 150.000 millones de dólares anuales. Las organizaciones sociales que están presentes en la cumbre reclaman un impuesto sobre los combustibles fósiles para pagar pérdidas y daños. Un informe reciente de Climate Action Network (CAN) calcula que un impuesto sobre la extracción de combustibles fósiles podría recaudar 210.000 millones de dólares. Reclaman más ambición.