Este jueves arranca la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP28) en Dubái. Y lo hará, a pesar de las numerosas polémicas, con muchas expectativas puestas sobre ella. La agenda climática ha ido ganando cada vez más peso, y la reunión de este año se prevé clave para debatir sobre en qué punto estamos y decidir qué políticas adoptar para el futuro. Pero no será nada fácil.

"Hemos visto que hay una enorme desconfianza entre los distintos países", asegura Javier Andaluz, responsable de cambio climático de Ecologistas en Acción. "Hay un gran choque entre los países del norte, que están muy preocupados por la reducción de emisiones, y los países del sur, que como tienen huellas de carbono relativamente bajas están más preocupados por esos compromisos de financiación que les prometieron hace años, y que todavía no están llegando", añade.

Andaluz se muestra convencido que el punto más importante de la cumbre de este año será el diálogo sobre el avance global, en el que todos los países debatirán sobre si están cumpliendo o no con los objetivos recogidos en el Acuerdo de París y propondrán posibles medidas adicionales. En ese sentido, el gran tema de discusión será si poner una fecha límite al uso de los combustibles fósiles, y si permitir que aquellos actores que tienen conflictos de intereses con este tema sigan participando en la cumbre.

"Alcanzar el consenso con cerca de 200 países requiere excelentes dotes diplomáticas. Por eso es importante que durante los últimos meses y durante esta primera semana de COP la presidencia emiratí se haya ganado la confianza de todos los países. Y cuanto más transparente e integrador sea el proceso, mejor. Las reuniones a puerta cerrada con sólo unos pocos países, o las propuestas del tipo 'lo tomas o lo dejas' no son populares", afirma Linda Kalcher, directora ejecutiva del think tank paneuropeo Strategic Perspectives.

La experta señala que, aunque durante estas reuniones se suele prestar mucha atención a las posiciones de los grandes países, como EEUU o China, en realidad suelen ser los "pequeños estados insulares en desarrollo" los que marcan el listón de la ambición. Y recuerda que en las últimas ediciones países como Turquía, EEUU, China o la India se resistieron mucho a sellar algunos acuerdos.

Pero antes de detallar qué expectativas tiene puestas cada bloque en esta cumbre, hablemos de España. Porque, en medio de multitud de intereses cruzados, nuestro país también también tiene un papel importante por delante. Para Marta Torres Gunfaus, investigadora principal sobre clima y energía en IDDRI, nos jugamos sobre todo dos cosas.

"Por un lado, la capacidad de liderazgo de España dentro de la UE, mientras ejerce la Presidencia del Consejo Europeo, y también como partner estratégico de América Latina, para posicionarse como líder mundial en la promoción de renovables y eficiencia energética", señala Torres Gunfaus. "Y por otro lado, España tiene una posición estratégica en los debates sobre la reestructuración de cadenas globalizadas de producción y el papel de sus actores económicos", afirma.

Europa

"Europa ha sido pionera en la lucha contra el cambio climático. Se ha beneficiado de la ventaja de ser la primera, pero seguir cosechando los beneficios de la transición verde (y proteger a los ciudadanos europeos de los peores impactos) depende de que todos los países se unan para avanzar más rápido", señala Alex Scott, líder del programa de geopolítica y diplomacia climática de E3G.

Scott recuerda que la UE ha dado prioridad a la consecución de un acuerdo mundial para el abandono de los combustibles fósiles. Pero señala que no será fácil conseguir la adhesión de Arabia Saudí, Rusia e incluso China, por lo que será fundamental crear coaliciones con los ambiciosos Estados insulares y los países africanos". Además, apunta que la Unión necesita asegurarse de que otros países proponen financiación para pérdidas y daños y otras medidas climáticas, y que el Reino Unido "tiene en juego su credibilidad" después de que su Primer Ministro, Rishi Sunak, diera marcha atrás en sus medidas climáticas en septiembre.

En esa misma línea apunta Chiara Martinelli, directora de CAN en Europa: "La UE es un actor importante y tiene un papel crucial que desempeñar en la COP28. Tiene que escuchar y trabajar duro con otros países para garantizar una mayor ambición y equidad para hacer frente a la crisis climática. Esto incluye garantizar una Evaluación Global ambiciosa y equitativa que ponga al mundo en el camino de limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados centígrados y acordar una eliminación total de los combustibles fósiles".

Martinelli considera, además, que la UE debe intensificar sus esfuerzos en las negociaciones sobre financiación de la lucha contra el cambio climático para apoyar a los países del sur y alejarse de la posición de Estados Unidos, que puede desempeñar un papel "muy perjudicial". Y asegura que tiene que respaldar sus palabras con acciones en "casa", como introducir impuestos equitativos para hacer pagar a los grandes contaminadores.

Norteamérica

Friederike Roder, vicepresidenta de promoción mundial de Global Citizen, vaticina que EEUU y Canadá jugarán un papel clave en el debate sobre la prohibición de combustibles fósiles, un hito que, de confirmarse, calificaría como "histórico": "Que esto sea así dependerá mucho de estos dos países, ambos miembros del G20 y ambos productores de combustibles fósiles y lentos en la transición hacia una economía descarbonizada, si es que la hacen. Pero pueden estar en el lado correcto de la historia apoyando su eliminación progresiva".

Roder también detalla que se espera que tanto EEUU como Canadá aumenten su financiación para el clima destinada a los países más pobres y vulnerables. Y es que en la actualidad, ambos están "rezagados" en su contribución al objetivo de los 100.000 millones de dólares, prometido en 2009. De ello depende su "credibilidad como líderes mundiales conscientes de su responsabilidad".

Por su parte, Torres Gunfaus apunta que Norteamérica se juega su posición de liderazgo en la gobernanza mundial, y en particular la fortaleza de sus relaciones con China y otras economías emergentes, como la India. Pero también su credibilidad en cuánto a sus medidas domésticas, incluyendo la Ley de Reducción de la Inflación (IRA) (qué puede ser un referente para muchos países) y sus actuaciones en el sector del gas y fracking.

Sudamérica

"Esta COP también es crucial para América Latina, ya que los impactos del cambio climático se sienten cada vez con más fuerza allí, como de hecho ocurre en todo el mundo. La ventana para asegurar que el calentamiento global se mantenga en 1,5 grados se está cerrando. Y esto significa, en primer lugar, que hay que poner fin a los combustibles fósiles, y al mismo tiempo proporcionar financiación a gran escala para poder completar la transición y cubrir la adaptación y las pérdidas y daños", resume Roder.

En este sentido, la experta apunta que América Latina está asumiendo el liderazgo, y menciona como ejemplo a países como Colombia, Antigua y Barbuda y Barbados. Además, también detalla que hay muchas esperanzas puestas en el inicio de la presidencia brasileña del G20 el 1 de diciembre, con el discurso del presidente Lula en la COP. Pero recuerda que la posición latinoamericana no es homogénea en absoluto, como demuestran las recientes elecciones en Argentina, que llevaron al poder Javier Milei, un negacionista del clima.

"América del Sur tiene que llevarse de la COP28 todo lo que pueda para afrontar su creciente crisis social y económica, y especialmente sus altos niveles de endeudamiento y pobreza estructural. Tienen que estudiar qué tipo de acuerdos de cooperación internacional pueden forjarse, y sobre todo qué tipo de cambios estructurales de esta cooperación (incluyendo el acceso a financiación) pueden lograrse que den respuesta a esta situación mientras aumentan la resiliencia de sus sociedades y economías", remata Torres Gunfaus.

África

Para Scott, África tiene ante sí una gran oportunidad de asegurar vías de desarrollo verde a partir de la COP28. Pero la experta asegura que las propuestas de un paquete de objetivos para acelerar la transición de la energía fósil a la energía limpia deben ir acompañadas de objetivos claros sobre cómo se movilizará la inversión, especialmente para los países en desarrollo.

Por otro lado el fondo para pérdidas y daños y los acuerdos de financiación también son cruciales para los países africanos afectados por catástrofes climáticas cada vez mayores. En ese sentido, será necesario que los países se pongan de acuerdo sobre cómo crear el fondo -el mes pasado se alcanzó un acuerdo provisional al respecto- y se comprometan a dotarlo. Porque con las enormes lagunas existentes en la financiación de la adaptación, la respuesta de la evaluación global de la COP28 es una oportunidad para que los países africanos lleguen a un acuerdo global sobre cómo se cubrirán las lagunas de financiación.

Oriente Medio

Torres Gunfaus señala que esta región jugará un papel clave. No puede ser de otra manera, teniendo en cuenta que es una de las más dependiente de los combustibles fósiles, que estarán en el foco del debate. En ese sentido, la experta se muestra convencida de que estos países deberán justificar muy bien sus posiciones en el contexto de su compromiso con los Acuerdos de Paris. En concreto, los países del Golfo, deberán articular un "relato" para la comunidad internacional que también sirva a sus stakeholders nacionales

La sequía en países como Irak y Siria muestra hasta qué punto esta región se ve afectada por el cambio climático. Siria es, según explica Roder, el segundo país con más riesgo de catástrofe climática. Pero al mismo tiempo, los países del Golfo se encuentran entre los mayores productores de combustibles fósiles.

"Los productores de Oriente Medio y otros lugares tienen que corregir el rumbo de forma masiva. Dado que las inversiones en energías renovables deben triplicarse de aquí a 2030, la oferta y la demanda de combustibles fósiles deben disminuir considerablemente. Acordar objetivos en materia de energías renovables sin un camino claro hacia la eliminación de todos los combustibles fósiles significaría que esta COP ha fracasado", resume Roder.

Asia

Tal y cómo explica Scott, Rusia ya ha expuesto su objeción a acordar objetivos globales sobre transiciones energéticas. Por su parte, China se mostró más abierta en su declaración conjunta con Estados Unidos, pero se ha manifestado en contra de que se le imponga la obligación de contribuir a la financiación de pérdidas y daños, y ha insinuado que ya presta ayuda a otros países en desarrollo.