La temperatura global media del planeta ha aumentado 1,5 ºC desde la era industrial. El año 2024 fue el más cálido registrado en el mundo y el primer año natural en que la temperatura media mundial superó en 1,5 °C su nivel preindustrial, según ha confirmado el Servicio de Cambio Climático de Copernicus.

Esto quiere decir que la temperatura ha subido en algunas regiones más que en otras. Para mostrarlo el Instituto Goddard de Estudios Espaciales (GISS) de la NASA de datos científicos de la NASA ha creado este mapa que muestra la evolución de las temperaturas desde 1880 hasta 2024 por todo el planeta.

Anomalías de la temperatura global desde 1880 hasta 2024

Este mapa de la NASA codificado por colores muestra una progresión de anomalías cambiantes de la temperatura superficial del planeta. Las temperaturas normales se muestran en blanco. Las temperaturas más altas de lo normal se muestran en rojo y las temperaturas más bajas de lo normal aparecen en azul. Las temperaturas normales se calculan durante el período de referencia de 30 años de 1951 a 1980. Los mapas son promedios de un período de 24 meses. El marco final representa las anomalías de la temperatura global en 2024.

“El Acuerdo de París sobre el cambio climático establece esfuerzos para permanecer por debajo de los 1,5 grados Celsius a largo plazo. Para ponerlo en perspectiva, las temperaturas durante los períodos cálidos en la Tierra hace tres millones de años, cuando los niveles del mar eran decenas de pies más altos que hoy, eran solo alrededor de 3 grados Celsius más cálidas que los niveles preindustriales”, asegura Gavin Schmidt , director del Instituto Goddard de Estudios Espaciales (GISS) de la NASA en Nueva York. “Estamos a medio camino de alcanzar el nivel de calidez del Plioceno en solo 150 años”.

Acción de Greenpeace en Paris en 2015 donde se firmó el acuerdo más importante. | Greenpeace

Qué es el Acuerdo de París

El Acuerdo de París estipula que los países firmantes tienen que tomar medidas para reducir la emisiones de gases de efecto invernadero para evitar que la temperatura media del planeta supere los 2 °C por encima de los niveles preindustriales y, preferiblemente, limitarla a 1.5 °C. 

Según el Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S) el cambio climático provocado por el hombre sigue siendo el principal causante de las temperaturas extremas del aire y la superficie del mar, mientras que otros factores, como El Niño, también contribuyeron a las inusuales  temperaturas observadas durante el año pasado. El nuevo récord se produce después de 15 meses consecutivos (de junio de 2023 a agosto de 2024) de récords de temperatura mensuales, una racha de calor sin precedentes desde que hay registros.

“Este récord tiene que ser un baño de realidad. El clima se está calentando hasta niveles que llevamos años intentando evitar porque los países siguen quemando enormes cantidades de petróleo, gas y carbón”, asegura Friederike Otto, profesora titular del Centro de Política Medioambiental del Imperial College de Londres, en declaraciones al Science Media Centre. “Un año de condiciones meteorológicas extremas ha demostrado lo peligrosa que es la vida a 1,5 ºC. Las inundaciones de Valencia, los huracanes de Estados Unidos, los tifones de Filipinas y la sequía del Amazonas son solo cuatro de las catástrofes del año pasado que se vieron agravadas por el cambio climático. Hay muchísimas más”, añade.

El clima a lo largo de la historia.

Tendencias térmicas excepcionales

El fenómeno de El Niño y la Niña, calientan y enfrían el Océano Pacífico y se puede ver en la evolución de los años que refleja el mapa de la NASA. El fuerte fenómeno de El Niño que comenzó en otoño de 2023 contribuyó a que las temperaturas globales superaran los récords anteriores, pero la ola de calor que comenzó en 2023 siguió superando las expectativas en 2024, según Schmidt, a pesar de que El Niño remitió. Los investigadores están trabajando para identificar los factores contribuyentes, incluyendo los posibles impactos climáticos de la erupción volcánica de Tonga de enero de 2022 y la reducción de la contaminación, que puede cambiar la cubierta de nubes y la forma en que la energía solar se refleja en el espacio.

“No todos los años se batirán récords, pero la tendencia a largo plazo es clara”, afirma Schmidt. “Ya estamos viendo el impacto en las precipitaciones extremas, las olas de calor y el aumento del riesgo de inundaciones, que van a seguir empeorando mientras continúen las emisiones”, asegura.