Kirk, Leslie y Milton. "Por primera vez en la historia desde que tenemos registros, la cuenca del Atlántico tiene tres huracanes activos en el mes de octubre o más tarde". Con estas palabras, y a través de un mensaje en la red social X, el Instituto Cooperativo para la Investigación en la Atmósfera (CIRA) de EE.UU confirmaba la noticia adelantada por el meteorólogo Philip Klotzbach, de la Universidad Estatal de Colorado.

Lo cierto es que la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica estadounidense (NOAA) ya pronosticó que esta temporada de huracanes (que abarca desde el 1 de junio al 30 de noviembre) sería más fuerte de lo habitual. Según sus cálculos, esperaban entre ocho y trece huracanes, de los cuales entre cuatro y siete serían de gran categoría. Y llevamos ya doce. Por comparar, la media de los últimos 30 años es que se produzcan siete huracanes y tres de ellos sean de gran categoría, con vientos superiores a los 180 km/h.

Las previsiones de la NOAA parecían cumplirse con Beryl, que abrió la lata convirtiéndose en el primero y descolocó por completo a los meteorólogos. Por un lado, por su rapidísima intensificación. Y por otro porque, desde que tenemos datos (mitad del siglo XIX) ningún huracán había alcanzado la categoría 4 en el mes de junio. "Por poner en contexto, la fecha promedio de que se forme un huracán como este, de gran categoría, es el 1 de septiembre. Así que se ha adelantado dos meses", explicó a este periódico Rubén del Campo, portavoz de Aemet.

Sin embargo, con el paso del tiempo la situación pareció tranquilizarse, y algunos expertos empezaron a considerar la posibilidad de que finalmente esta temporada no fuera tan agresiva como se preveía. Pero la situación ha dado un vuelco en las últimas semanas, cuando se han registrado varios huracanes (algunos muy fuertes, como Helene). El último en confirmarse fue este mismo domingo. "Milton ya es un huracán, y es el quinto en formarse desde el 25 de septiembre. Es la cifra más alta de huracanes formados en el Atlántico entre el 25 de septiembre y el 6 de octubre, rompiendo el antiguo récord de dos", expresó el propio Klotzbach en otro tweet.

En el momento de escribir en las líneas el huracán Kirk se está debilitando en medio del Atlántico. Después de llegar a alcanzar la categoría 4, ha bajado hasta la categoría 1, aunque en los próximos días será protagonista en muchos países europeos, entre ellos España. Leslie, de la misma categoría, también se encuentra en medio del océano, y aunque su trayectoria se desviará hacia el noroeste no está previsto que afecte a tierra firme.

Pero sin duda la mayor preocupación es Milton. La última actualización es que se encuentra en el Golfo de México, frente a la costa de la ciudad mexicana de Mérida, pero en EE.UU ya se están preparando para su impacto. Los cazadores de huracanes de la NOAA ya han avisado de que la tormenta es preocupante, y se espera que alcance la categoría 5 -la máxima- a su paso por Florida, donde las autoridades ya se están coordinando para tratar de minimizar los daños en las mismas zonas afectadas por Helene la semana pasada.

"El hecho de tener tres huracanes en el Atlántico en estas fechas es consecuencia del calentamiento importante y anómalo de las aguas del océano en octubre, porque los ciclones se nutren de la temperatura del mar", ilustra Samuel Biener, meteorólogo de Meteored."Normalmente el pico de actividad de huracanes se da entre finales de agosto y mediados de octubre. Y aunque este año no se han dado las condiciones favorables hasta estos últimos días, finalmente tendremos más huracanes de lo habitual", añade.

Impacto del huracán Kirk en España

En nuestro país los ojos están puestos en Kirk. De acuerdo con la previsión de Aemet, en las próximas horas el huracán continuará debilitándose, y es probable que para el martes ya se haya convertido en una borrasca atlántica. Pero "potente", eso sí, puesto que impactará con fuerza, especialmente, en el norte peninsular justo una semana después de que el ex huracán Isaac impulsara un giro radical en el tiempo de España.

"Esta borrasca se desplazará rápidamente en dirección este-noreste y es probable que se aproxime al noroeste de la Península entre la tarde del martes y el miércoles, produciendo un temporal atlántico fuerte en los litorales gallegos y cantábricos, rachas de viento muy fuertes en buena parte de la Península, incluso localmente huracanadas, y precipitaciones generalizadas en las vertientes atlántica y cantábrica. Debido a la incertidumbre en la evolución del sistema y a la magnitud potencial de los impactos, se recomienda seguir atentamente las actualizaciones de las predicciones", informaron desde la agencia en una nota informativa publicada el domingo.

Aemet apunta que es probable que los vientos comiencen a arreciar a partir de la tarde del martes 8, con intervalos de viento fuerte en los litorales gallegos y rachas muy fuertes en Galicia, cordillera cantábrica y norte del sistema ibérico. Las precipitaciones se irán extendiendo por el tercio noroccidental peninsular, y es probable que sean localmente fuertes y persistentes en el oeste de Galicia.

Desde las primeras horas del miércoles 9 se espera temporal fuerte en los litorales atlánticos gallegos, con vientos muy fuertes del sur y suroeste y olas de seis o siete metros de altura. "Durante el día, el temporal irá extendiéndose al resto del Cantábrico, con vientos del oeste y mar combinada de 5 a 6 metros. Las rachas muy fuertes, del sur y suroeste, se extenderán por buena parte de la Península, salvo el valle del Ebro y el extremo suroccidental, soplando con mayor intensidad en el cuadrante noroeste. No se descarta que alcancen intensidad huracanada en zonas altas del norte de Galicia, de la
cordillera cantábrica y del Pirineo occidental. Las precipitaciones se extenderán por buena parte de la Península, siendo menos probables en su extremo oriental y más intensas y persistentes en el oeste de Galicia y el sistema Central occidental", deslizan desde la agencia.

A partir del jueves, con el alejamiento de la borrasca hacia el noreste, se espera que el viento tienda a amainar, si bien es probable que persista el temporal en el Cantábrico oriental a primeras horas y los intervalos de viento fuerte del oeste en el área mediterránea. No obstante, las precipitaciones tenderán a ir cesando también durante el día. Aunque las cantidades acumuladas en el episodio en la zona occidental de Galicia pueden ser importantes, y se sumarán a las ya caídas en episodios anteriores, por lo que "se recomienda precaución ante posibles crecidas de ríos y deslizamientos de laderas".