La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha declarado este lunes 9 de diciembre la alerta roja por nevadas de forma simultánea en Asturias y Castilla y León, donde se prevén acopios de nieve de hasta 40 centímetros en cumbres de montaña, mientras que otras siete comunidades están bajo aviso amarillo o naranja por fenómenos similares y el viento y el temporal afectan a otras zonas de la costa. Estas condiciones extremas obligan a tener que tomar más precauciones de seguridad.

La AEMET declara nivel rojo: Asturias y Castilla y León en el foco

Nevadas intensas y acumulaciones peligrosas

En el sector de Asturias y Castilla y León, las montañas del sistema montañoso cántabro y de Picos de Europa viven la aproximación de unas nevadas que podrían dejar una gran cantidad de nieve, hasta de 40 centímetros, en cotas superiores a los 1.000-1.200 metros. Este tipo de situaciones son muy peligrosas para el tránsito y para ejercer actividades al aire libre, y por este motivo la AEMET ha puesto en clasificado el riesgo extremo.

En otras zonas de Castilla y León, como las laderas de León y Palencia, el espesor de la nieve también podría ser muy peligroso. Las recomendaciones son no hacer desplazamientos no obligados ni esenciales y, además, prepararse para interrupciones en las líneas eléctricas o en las líneas de comunicaciones.

Comunidades en alerta amarilla y naranja

Salvo el riesgo extremo de la nieve, que existe en Asturias y Castilla y León, Aragón, Cantabria, Catalunya, Galicia, Navarra, País Vasco y La Rioja se encuentran en alerta amarilla por acumulaciones menores de nieve, concretamente en las zonas que superen los 800 metros de altitud. En éstas, las condiciones del tiempo podrían complicar la circulación en las carreteras secundarias y en la montaña. Cataluña empeora, pues, además del aviso por nevadas, tiene en alerta naranja el litoral sur de Tarragona y el Ampurdán (Gerona) por fenómenos costeros. Las olas podrían alcanzar hasta los 5 metros de altura, con ráfagas de viento de hasta 75 km/h.

Olas, viento y otros efectos del temporal según la AEMET

Vientos fuertes y oleaje en el litoral

El litoral mediterráneo y el Cantábrico también se ven afectados por los intensos vientos de hasta 80 km/h en Alicante, Castellón y Tarragona. La AEMET advierte de olas de hasta 5 metros en Asturias, Galicia, Cantabria y el País Vasco. En Baleares y la Comunidad Valenciana se podrían registrar olas de hasta 3 metros de altura.

Esta situación obliga a poner atención extrema en las zonas de costa, donde se restringen las actividades marítimas y la pesca por el elevado riesgo. En Cataluña y Baleares, el tráfico marítimo se encuentra parcialmente en suspensión.

Riesgo acumulado por el temporal

Aparte del peligro que lleva asociado el viento, las nevadas pueden llegar a acumular espesores significativos. Por ejemplo, en el Pirineo navarro y oscense las nevadas llegarán a acumular 10 centímetros de nieve en las cotas de entre los 600 y 800 metros. Este proceso conlleva un aumento del riesgo de aludes en las zonas montañosas.

Consejos para enfrentar las alertas de la AEMET

Recomendaciones para la población

La AEMET recomienda evitar hacer movimientos innecesarios, en especial cuando te encuentres en zonas donde existe alerta roja. Si consideras que debes viajar, no te olvides de llevar cadenas para el coche, vestimenta térmica y un kit de emergencias y, en zonas rurales, debes almacenar un plus de alimentos o fuentes alternativas de energía si pasas un corte de la electricidad.

Desde el litoral, la idea es que te alejes del paseo marítimo y de cualquier playa por el riesgo de oleaje fuerte. Las administraciones también ponen en valor que se sigan las actualizaciones de las condiciones meteorológicas y que se sigan las restricciones que la localidad marque.

Planificación y medidas de prevención

Comunicarse con la DGT y preparar itinerarios alternativos es una buena decisión a la hora de viajar entre comunidades para prevenir incidentes. También es importante preparar su hogar para la llegada de las temperaturas más bajas revisando la calefacción y los sistemas de aislamiento. Mantener a las mascotas protegidas del frío extremo y ayudar a los vecinos más mayores o aquellas personas en situación de vulnerabilidad.