La Duquesa de Sussex, Meghan Markle, ha revelado que sufrió un aborto espontáneo el pasado mes de julio, algo que le provocó un dolor "insoportable". A través de una entrevista en el New York Times, Markle afirma que supo que estaba perdiendo a su segundo hijo a la vez que abrazaba a su primogénito.

Meghan y el Príncipe Harry, Duque de Sussex, tuvieron a Archie, su primer hijo, el pasado 6 de mayo de 2019. Meghan manifiesta que esa pérdida, y el dolor que ha provocado, ha afectado a "todos" durante este 2020. La joven afirma que ha compartido su experiencia para animar a muchas personas a comprometerse con los demás y preguntarles durante estas fiestas sobre su estado.

La pareja se mudó a California para vivir alejados de los focos tras retirarse como miembros de la realeza de Reino Unido el pasado enero. El artículo de Meghan arranca con la descripción del "fuerte calambre" que sintió mientras cuidaba de Archie. "Me dejé caer al suelo con él en mis brazos, tarareando una canción de cuna para mantenernos a ambos tranquilos, la alegre canción contrastaba con mi sensación de que algo no iba bien", afirma.

"Es experimentado por muchas"

"Horas más tarde estaba en una cama de hospital, aferrada a la mano de mi marido. Sentía la humedad de su palma, besé sus nudillos, mojados por nuestras lágrimas", relata. "Mientras miraba las frías paredes blancas se me saltaban las lágrimas, trataba de imaginar cómo saldríamos adelante". La duquesa continúa que la pérdida de un hijo es, según sus propias palabras, cargar con un dolor "insoportable" que es experimentado por muchas pero del que pocos hablan.

"En esta situación mi esposo y yo descubrimos que en una habitación de 100 mujeres al menos hay 10 o 20 que han sufrido abortos espontáneos", expone. "Algunas han compartido de forma valiente sus historias, han abierto la puerta, sabiendo que cuando una persona dice la verdad, nos da licencia a todos para hacer lo mismo".