Con o sin filtro, esa es la cuestión. La belleza está en los ojos de quien la mira, pero la literalidad del mundo estético no entiende de conceptos, sino de tendencias. Las operaciones quirúrgicas se han convertido en un fenómeno cada vez más normalizado, y con ellas, nuevas técnicas y procedimientos que convierten las ilusiones corpóreas en realidades tangibles.
«Hoy en día la mayor ventaja que tenemos es la calidad y seguridad de los procedimientos», explica a El Independiente Julián Bayón, experto en medicina y cirugía estética. «A nivel de pacientes ofrece mucha seguridad y tranquilidad, porque antiguamente se hacían tratamientos con silicona con los que ya estabas hipotecado de por vida», añade en referencia a la dificultad de revertir ciertos productos o rellenos.
Tanto las redes sociales como la garantía del producto hacen que haya mayor demanda de estos servicios
DR. Julián Bayón, ESPECIALISTA EN MEDICINA ESTÉTICA
«Tanto las redes sociales como la garantía del producto hacen que haya mayor demanda de estos servicios», indica el Dr. Bayón. El tabú que rodeaba a las operaciones quirúrgicas ha desaparecido y la normalización de las intervenciones estéticas se ha producido, en parte, gracias a la naturalidad con la que se abordan. Ahora, «se pueden hacer tratamientos sin que nadie lo aprecie», y se ha borrado del mapa la idea generalizada del impacto brusco que el botox o el relleno podría generar en la apariencia física.
Inseguridad S.A.
Entrar en el feed de Instagram y ver, una imagen tras otra, que las mujeres y hombres que aparecen en las publicaciones podrían protagonizar cualquier portada de revista. El discurso de la falta de seguridad que las redes sociales generan no es novedoso, pero tampoco ha sido portador de algo que no existiera previamente. «La inseguridad de las personas y de la gente joven viene de siempre», señala el Dr. Bayón. «Ocurría antes cuando había revistas», apunta. «La televisión, el cine, el Photoshop, el maquillaje... siempre ha habido una diferencia de lo que es una foto artística a lo que luego es la realidad del día a día».
Sin embargo, la aparición de fenómenos como el clan Kardashian, con cinturas de avispa y traseros mastodónticos, ha evidenciado una nueva corriente en la que las operaciones estéticas abogan por cambios desproporcionados. «En España y en Europa no se buscaba un cuerpo tan voluptuoso, sin embargo, con la globalización de las tendencias estéticas y las influencias de la mujer sudamericana y de las Kardashian, se ha generado una demanda alrededor del moldeado de la silueta que insiste en tener una cintura estrecha y un contraste muy grande con el tamaño de los glúteos», cuenta a El Independiente la Dra. Josefina Royo de la Torre, del Instituto Médico Láser de Madrid.
Con la globalización de las tendencias estéticas y la influencia de la mujer sudamericana y de las Kardashian, se ha generado una mayor demanda en el moldeado de la silueta
DRA. JOSEFINA ROYO DE LA TORRE
A pesar de ello, «hay algunas corrientes muy exageradas que conducen a correcciones que, para nuestra forma de trabajar, no son deseables», admite la Dra. Royo. En las fotos, «Kim Kardashian tiene un glúteo inmenso y una cintura que le mide un palmo», por eso, desde el Instituto Médico Láser explican que no se pide tener el cuerpo exacto de la pionera del clan televisivo, pero sí «una figura más voluptuosa».
El peligro detrás de la tendencia
Google se ha convertido en una enciclopedia farmacéutica que tiene cura y remedio para todo tipo de situaciones dramáticas: ajo para el dolor de dientes, guisantes congelados para un tobillo torcido y rituales esotéricos para enamorar a la persona que se te resiste. Pero seguir consejos de manera aleatoria y de fuentes no fiables puede conllevar a riesgos sanitarios.
Lo mismo ocurre con los estándares de belleza que evidencian las redes sociales y que fomentan unos rasgos y una fisionomía solo aplicables con un filtro de Instagram. «Está habiendo tendencias que para nosotros no son correctas», enuncia la Dra. Royo. Una de ellas son los foxy eyes, que consiste en «hacer los ojos muy rasgados».
Salvo algún médico que vive de las redes sociales y de hacer cosas muy llamativas, la forma de trabajar del sector es de hacer intervenciones sean naturales
DRA. JOSEFINA ROYO DE LA TORRE
Pero no solo la búsqueda de una mirada más sensual supone un peligro estético, pues «las operaciones con muchos mililitros de ácido hialurónico, como la que se hizo un señor que se apellida Matamoros y que estuvo hasta en el hospital porque se puso malo», son negativas para la profesión. «Pueden producir la sensación de que los tratamientos estéticos conducen a este tipo de correcciones brutales, y nada más lejos de la realidad», señala la Dra. Royo.
«Salvo algún médico al que le gustan los resultados más llamativos o que vive de las redes sociales y de hacer cosas que generan mucha expectación, la forma de trabajar del sector es de hacer intervenciones que favorezcan y sean naturales», admite la doctora del IML.
Esta opinión también es compartida por el Dr. Bayón, que considera que «cada médico tiene su sentido de la estética» y que si «te paseas por dos o tres perfiles de Instagram ves que hay resultados y tratamientos totalmente diferentes», aunque afirma que «quizá todos los que vemos en la televisión pecan de tener un mismo criterio estético».
Oro parece, botox no es
En numerosas ocasiones, Instagram parece una celebración de la igualdad, pero no en su sentido más social, sino estético. Las personas operadas parecen conformar un cuadro homogeneizado de labios carnosos y frentes lisas. Sin embargo, el Dr. Bayón considera que «la gente es cada vez más diferente, lo de que todas tengan la misma cara quizá es porque llevan el mismo maquillaje».
Bayón admite promover las diferencias y «la belleza fuera de lo perfecto», pues «antes la gente sí me venía con la foto y me decía que quería ser de cierta forma, pero cada vez se identifican más con sus asimetrías e intentan copiar menos».
La gente es cada vez más diferente y acepta sus asimetrías, si todas tienen la misma cara quizá es porque llevan el mismo maquillaje
DR. Julián Bayón
La aceptación pública de la cirugía estética puede llevar a su efecto contrario: considerar que todo el mundo que se acerca a una ideal estético tiene un claro historial de intervenciones quirúrgicas y tratamientos. La actriz Ester Expósito niega con asiduidad haberse sometido a dichas, a pesar de la insistencia de los medios y las redes sociales en afirmar lo contrario. Aunque Expósito siga enunciando el ’no’, sus seguidores justifican los supuestos pinchazos y rellenos faciales con un abanico de imágenes antiguas patrocinadas por Tuenti.
«No la conozco y no puedo poner la mano en el fuego, pero a Ester sí que la creo. Mi opinión como profesional es que es una belleza muy natural y creo que es totalmente posible que su cambio se haya producido por cuidarse, sin tener que inyectarse nada», afirma el Dr. Bayón. «Tengo casos de amigas, y alguna muy conocida, que sé que no se han hecho nada; ves su foto con 15 años y luego con 25 y es como la fábula del patito feo que se convierte en cisne», añade.
Con o sin aguja de por medio, la naturalidad estética pasa por admitir que someterse a intervenciones, quirúrgicas y no invasivas, está a la orden del día.
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