Tras la sorprendente y reveladora entrevista de Meghan Markle y el príncipe Harry en la que develan el verdadero infierno que vivieron en el Palacio de Buckingham, la Casa Real Británica ha roto su silencio con un comunicado poco habitual.

En un escueto comunicado firmado por la reina Isabel II, la familia al completo reconoce sentirse "entristecida" al conocer "el pleno alcance de lo desafiantes que han sido estos años" para los Duques de Sussex.

"Aunque la versión de lo ocurrido puede variar en alguna ocasión, las alegaciones han sido tomadas muy seriamente y serán resueltas por la familia en privado" versa el comunicado con el que pretenden acercar posturas tras la polémica entrevista. "Harry, Meghan y Archie seguirán siendo miembros muy amados de nuestra familia".

Sin duda alguna esta entrevista por parte de los duques de Sussex ha supuesto un antes y un después en la concepción que la sociedad británica tenía de la Familia Real y por el ello la Reina ha querido evitar daños mayores como la revelación del nombre del miembro de la familia con un comportamiento tan racista hacia Archie y su madre.

Mientras este comunicado se fraguaba, el heredero de la Corona quiso proyectar el pasado martes una imagen de normalidad durante la visita a un centro de vacunación contra el Covid en el norte de Londres. Un portavoz de Buckingham Palace aseguró que la reina no llegó a ver la entrevista cuando fue emitida por la CBS pero que sus asesores sí que la pusieron al corriente de las acusaciones de Meghan el lunes por la mañana.