La noche madrileña ha sido testigo de mil y una fiestas de Froilán, el hijo de 24 años de la infanta Elena y Jaime de Marichalar. Tras su paso por Abu Dabi, se han sucedido varios planes nocturnos en la capital española. ¿Pero qué sitios frecuenta el nieto del rey emérito? El último local donde le pillaron fue el domingo en un after de nombre Clandestino, en un local de la calle Orense con licencia de sauna. Formado por una sala principal y pequeñas zonas "vip", los precios de estas habitaciones rondaban los 1.200 y 1.500 euros. Fueron los vecinos los que llamaron a las autoridades, molestos por el ruido y sobre las 9 de la mañana la policía lo desalojaba por exceso de aforo. Tras su salida, el hermano de Victoria Federica se habría ido a otra fiesta en Vallecas.

No ha sido la única noche de fiesta de Froilán estos días. El sábado 28 comenzaba la fiesta en Ištar, un local de música afro-house cuyos reservados tienen precios entre los 400 y los 1.200 euros. Situado en la calle Serrano (barrio de Salamanca), durante la tarde es el restaurante Nômadâ. El sobrino del rey Felipe estaba acompañado de la influencer Anita Matamoros, hija pequeña de Kiko Matamoros y Makoke, y otros amigos.

El jueves se le veía en Panthera, restaurante de la calle Miguel Ángel, en el barrio de Chamberí, que también se convierte en discoteca. El local, que abre hasta las 3.30 de la madrugada y cuenta con la cocina del chef Luis Arévalo, es frecuentado por influencers como María Pombo y su familia. Esa noche estaban presentes personalidades como la actriz Nona Sobo, el hermano del influencer Pablo Castellano o el empresario Jaime Conde, ex de Rocío Crusset.

Varios incidentes en la noche madrileña

En otras ocasiones, se ha visto a Froilán en discotecas como Vandido, en la calle Goya (barrio de Salamanca). Los precios para los reservados VIP rondan entre los 250 y los 2.000 euros. A la salida de este local, el hijo de Jaime de Marichalar se vio involucrado en diciembre en una pelea con navajas en la que intervino la Policía Nacional. Unos meses antes, en julio de 2022, también tuvo otro encontronazo en Opium Marbella, donde asistió a un concierto del cantante sudafricano Black Coffee. Allí la situación volvió a calentarse y una discusión dejó a cinco heridos tras producirse un tiroteo y varios navajazos.

A principios del año pasado hubo otro incidente más. Al parecer, Froilán estaba en la discoteca Panda, en la calle Hernani (barrio de Azca) cuando le invitaron a subir a la tarima del DJ. Desde allí se puso a echar el típico humo blanco, el dióxido de carbono conocido como megatrón que suele haber en este tipo de locales. Al estar molestando al público por echarles este gas directo a la cara, los responsables de la seguridad le invitaron a marcharse.