Así ha cambiado Rocío Carrasco dos años después de 'contar la verdad para seguir viva'

Casi se han cumplido dos años desde que Rocío Carrasco rompiera su silencio en televisión. Con Rocío, contar la verdad para seguir viva consiguió dar un giro al relato, y lo hacía en primera persona, vulnerable y emocionada, hablando directamente a la cámara. Ahora, la hija de Rocío Jurado es otra: ha salido reforzada, tanto a nivel mediático como personal y profesional. "Fue una experiencia muy dura, pero muy positiva", ha asegurado en una entrevista con Marc Giró en el nuevo programa que ha estrenado el presentador en RTVE Cataluña.

"El primer día de rodaje lo recuerdo con muchísimo miedo. Lo único que quería era taparme, meterme debajo de la cama y desaparecer", ha explicado Rocío en el Late Xou. En el programa de Telecinco hablaba de un intento de suicidio, de violencia por parte de su expareja y de su hija, y de desencuentros con su familia. "Ha sido bueno para mí porque he podido volver a vivir, que era complicado", ha admitido.

El miedo a la opinión pública

En los años previos había vivido una vida muy privada con puntuales apariciones públicas o colaboraciones televisivas. Pero con Rocío, contar la verdad para seguir viva, quiso escapar de las ataduras de la opinión pública: "Yo no he sido nunca una persona de grandes salidas ni juergas, pero el día a día, el tener que ir a la compra, coger un avión, un tren, o ir a recoger un premio de mi madre… me daba miedo porque no sabía lo que me iban a decir".

"Cuando me planteé hacer el documental decidí que iba a contar la verdad y a partir de ahí, quien me quisiera creer que me crea y quien no, no. No podía hacer más", ha añadido.

El testimonio que cambió su imagen

La serie documental exploraba su relación con sus padres y, sobre todo, con Antonio David Flores (su primer marido) y los hijos que tuvo con él. Su hija, Rocío Flores, había estado un año antes concursando en Supervivientes y, aunque había hecho referencia a ella, había preferido no contar los detalles de su relación.

Por lo tanto, después de casi veinte años de silencio, las declaraciones de Rocío Carrasco causaron una curiosidad y expectación difícil de comparar. Sin embargo, nadie podía esperar lo que pasó después: se produjo un verdadero movimiento de apoyo a la hija de la Jurado en redes sociales. Hasta algunos políticos hablaron en su favor.

España descubrió, gracias al testimonio de Rocío Carrasco y los debates que generó, el concepto de la violencia vicaria. La "marea magenta", en referencia al traje que lleva la colaboradora durante su serie documental.

Nuevas oportunidades laborales

Sin miedo al qué dirán, Rocío Carrasco volvió a la televisión con más fuerza tras la emisión de su serie documental. Ese mismo verano se confirmó que actuaría como defensora de la audiencia en Sálvame. Después vinieron varios programas de acompañamiento, como El último viaje de Rocío, Montealto: Regreso a la casa o la segunda temporada del documental, En el nombre de Rocío.

Ninguno de los programas tuvo la repercusión del primero, pero mantuvo la figura de Rocío presente en televisión mientras Antonio David desaparecía. Y no todas las apariciones televisivas de la colaboradora fueron a costa de su historia o la de su familia, también organizó el concierto Mujeres cantan a Rocío Jurado y participó en dos Mediafests diferentes.

Pero tanto ha sido el estirar el chicle de Mediaset, que ahora se ha publicado la intención de la cadena de cambiar de temáticas. Personajes e historias como la de Rocío Carrasco no formarán parte, en principio, de la nueva etapa del grupo audiovisual.

Los proyectos a futuro

Después de años de lucha y esfuerzo, además de muchas polémicas sobre los intereses de la familia o de la propia Rocío, este verano finalmente abrió el museo de Chipiona.

"Se han dicho muchas barbaridades que me han hecho sentir como Cruella de Vil, pero siempre he remado a favor del museo y he estado en permanente contacto y colaboración con las corporaciones pertinentes para solucionar los problemas legales e institucionales que han ido surgiendo", decía en la apertura.

En la exposición se pueden ver unos 400 trajes de la artista; el piano de cola que estaba en Yerbabuena, la finca familiar; el Mercedes descapotable que utilizó en 1961 y multitud de trofeos y reconocimientos a Rocío Jurado.

Sin embargo, no se queda ahí: también planea fechas para el musical de Rocío Jurado que protagoniza Anabel Dueñas y se plantea un documental sobre su padre. "Mis padres fueron muy grandes por separado y también cuando estaban juntos", ha recordado Rocío Carrasco.