Los duques de Sussex han perdido la última de las conexiones que tenían con la Familia Real británica. Harry y Meghan tendrán que abandonar Frogmore Cottage, según han confirmado a HELLO! La reina Isabel les cedió la casa tras su boda, y es donde se han quedado en sus últimas visitas a Reino Unido. Ahora, por orden de Carlos III, tendrá que ser desalojada después de la coronación.
Frogmore Cottage forma parte del patrimonio público de la monarquía británica y se encuentra en el interior de Home Park en Windsor. Después de su boda, la reina Isabel respondió a las peticiones de Meghan y Harry de obtener más independencia y les cedió estos terrenos. Hasta entonces habían estado viviendo en Kensington Palace, donde también residían el príncipe Guillermo y su mujer, Kate, o Eugenia de York con su marido.
Remodelaron la casa a su gusto
Cuando se mudaron, empezaron unas polémicas (y millonarias) renovaciones a su gusto más personal que, al abandonar la Familia Real británica se vieron obligados a pagar. Se dice que desembolsaron entorno a 2,7 millones de euros que incluirían también el mantenimiento de la casa para poder volver siempre que quisieran.
En su serie documental para Netflix, Harry y Meghan consiguieron lo nunca visto: abrir una pequeña ventana a su intimidad y, más particularmente, a una propiedad privada de la Familia Real. Nunca antes se había visto el interior de Frogmore Cottage, que habían remodelado con el mismo estilo que tiene la casa en la que viven en California.
Sin embargo, el Daily Mail o Page Six publican que el rey Carlos exigió que abandonaran la propiedad tras la publicación de En la sombra. La fecha límite sería la coronación, el próximo 6 de mayo, y Meghan y Harry ya habrían empezado a enviar sus muebles a Montecito (California), donde ahora viven.
Frogmore Cottage podría tener nuevo dueño
Hasta diciembre de 2022 la princesa Eugenia de York y su marido, Jack Brooksbank, junto con su hijo August, vivían en Frogmore Cottage. Ahora serían el príncipe Andrés y Sarah Ferguson quienes ocuparían la casa.
Hasta ahora habían estado viviendo en una propiedad de mayor tamaño situada también en Windsor, aunque a unos ocho kilómetros de Frogmore. La situación económica del hijo de Isabel II, que dejó de recibir fondos públicos en 2019 debido a su implicación con el caso Epstein, habría dificultado el que se mantuviera su residencia. Además, los medios británicos añaden que la vivienda palaciega necesitaría una importante renovación.
El problema de la seguridad
Que el rey Carlos haya quitado la opción de Frogmore Cottage para Harry y Meghan significa que sus visitas a Reino Unido serán ahora más complicadas. Uno de los temas que la pareja más ha compartido ha sido su preocupación por la seguridad de su familia.
El príncipe ha intentado conseguir protección de la policía metropolitana, sin éxito por el momento, pero también tiene guardaespaldas privados. Sin embargo, Frogmore ofrece una privacidad y seguridad que cumple con las expectativas de Harry y Meghan.
Al estar situado a solo un paseo del castillo de Windsor, Frogmore está rodeado de policías y cuerpos especiales encargados para la protección de la Familia Real y sus propiedades. Si ya no pueden disponer de la vivienda, resulta todavía más improbable que Harry y Meghan asistan con sus hijos a la coronación de Carlos III.
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