Las Kardashian son una de las familias más conocidas de Estados Unidos. Sus redes lo abarcan todo: el mundo de la moda, del maquillaje, de la televisión, el entretenimiento y, más recientemente, la justicia social. Sin embargo, cae sobre ellas una "maldición" que más que afectar a su trabajo parece salpicar a todo aquel que se relaciona con ellas.

Unos días después de que Bad Bunny haya sido visto dándose un beso con Kendall Jenner, el cantante ha recibido una denuncia de 37 millones de euros. Su ex, Carliz De La Cruz Hernández, asegura que antes de su ruptura con el artista de Un verano sin ti, grabó con el móvil una frase que ahora se ha hecho internacionalmente conocida. Su voz diciendo "Bad Bunny baby" se oye en los temas Pa Ti y Dos Mil 16, del cantante puertorriqueño, ambos con más de 200 millones de reproducciones en Spotify.

La maldición comienza hace años

Las teorías de la conspiración son uno de los temas favoritos de las redes sociales y los fans son los espectadores más observadores del mundo. Por eso, no es de extrañar que los seguidores de la familia Kardashian hayan captado una tendencia en todas aquellas personas que se relacionan con Kourtney, Kim, Khloé, Rob, Kendall y Kylie.

Todo empieza con Scott Disick, el padre de los hijos de Kourtney Kardashian, con quien la empresaria tuvo una relación durante más de una década. Fue él mismo quien habló de la maldición en un episodio de Keeping Up with the Kardashians.

Aseguraba que su vida parecía maldita por la cantidad de obstáculos a los que había tenido que enfrentarse a pesar de la enorme fama que ha disfrutado gracias al ascenso de las Kardashian. El empresario ha perdido a sus padres, ha lidiado con las adicciones y en la última temporada del reality se mostraba su nuevo reto: enfrentarse a una vida post Kourtney en donde su única familia le aparta. Ahora que la mayor de las hijas de Kris Jenner se ha casado con Travis Barker, Scott se siente aislado.

En lo que respecta a sus proyectos empresariales, tampoco parece haber dado en el clavo. Y los casos de Kylie, Kim y Khloé demuestran que la fama puede ser una gran catapulta para un negocio exitoso.

En el caso de Rob Kardashian, Blac China no lo consideraba una leyenda urbana sino una causa directa de la acción de las hermanas. Según la rapera, madre de la hija de Rob, tanto Kim como Khloé y Kris Jenner conspiraron para quitarle oportunidades profesionales. La ley declaró que no eran culpables, pero sin duda la historia le dio alas a la conspiración.

El mundo del baloncesto la conoce bien

Es por todos conocido el especial favor que tienen las hermanas Kardashian por el baloncesto. En 2009, Khloé Kardashian se casó con Lamar Odom después de un breve mes de romance. Protagonizaron su propio reality, pero la fama fue un verdadero lastre en la carrera del ala-pívot.

Jugaba en los Lakers en los años dorados del equipo angelino, pero a pesar de tener una temporada buenísima, el conjunto se quedó en las Semifinales del Campeonato. Al término de la temporada, Lamar se vio involucrado en un accidente de coche en el que falleció un adolescente de 15 años.

Kim ha estado en varios partidos de fútbol en Europa | EUROPA PRESS

Los problemas con las sustancias empezaban a gobernar la vida de Lamar, tal y como él mismo ha contado a posteriori. Mientras su matrimonio y su carrera se hundían, su salud iba deteriorándose a pasos agigantados. Se separaron en 2013 y, tras firmar los papeles de divorcio en 2015, el jugador de baloncesto sufrió una sobredosis. Khloé se mantuvo a su lado, paralizando incluso el proceso de divorcio, que no se hizo efectivo hasta 2016.

No es el único. El segundo marido de Kim Kardashian, Kris Humphries, estuvo casado con la influencer durante solo 72 días pero esa boda le ha perseguido siempre. Cuando empezaron su relación, el jugador de los Brooklyn Nets era uno de los favoritos de la NBA, pero desde 2011 su carrera empezó a decaer.

Los seguidores del deporte no apreciaban los rumores de que su relación con Kim había sido una artimaña publicitaria para el reality. Su reputación cayó a bajos históricos y nunca consiguió recuperar las estadísticas de ese año dorado.

El último en enfrentarse a esa mala suerte que llegaba a las canchas fue Devin Booker. El jugador salió con Kendall Jenner entre 2020 y 2022, cuando estaba viviendo su mejor momento en la NBA como parte del equipo de Phoenix. Sin embargo, el conjunto se ha quedado fuera de dos play-offs y el deportista ha sufrido importantes lesiones en estos dos años.

El trágico caos de Astroworld

No todos los casos son meramente anecdóticos. Algunos están salpicados por la tragedia, como es el caso de Travis Scott, el novio de Kylie Jenner y padre de sus dos hijos. El artista estrenaba su disco más popular hasta la fecha, Astroworld en 2021, tras el nacimiento de su hija Stormi.

Para promocionarlo realizó una impresionante gira de festivales que culminó con un espectáculo en Houston (Texas) el 5 de noviembre de 2021. Más de 50.000 personas asistieron, lo que produjo un caos cuando las multitudes empujaron hacia el escenario. Más de trescientas personas resultaron heridas y fallecieron diez personas, de las cuales el menor tenía solo 9 años.

Solo unos meses después Travis Scott llegó a un acuerdo privado con las familias de las víctimas. Sin embargo, el trauma permanecerá en la historia de la música para siempre.

El caso más escandaloso: Kanye West

El auge y caída en desgracia de Kanye West es uno de los mitos de la cultura pop reciente. El artista era uno de los raperos mejor valorados de la industria a finales de los años 2000, aunque el primer incidente con Taylor Swift ya había desencadenado las críticas. En 2012, tras años de intentar conquistar Kim Kardashian se confirmó que estaban juntos. En el curso de la siguiente década, la pareja se ha enfrentado a todo tipo de polémicas.

Kim y Kanye en la Met Gala de 2019 | EUROPA PRESS

Cuando parecía que la más fuerte era la que enfrentaba a Kanye y Taylor por la canción Famous, el artista se presentó a las elecciones estadounidenses y empezó a coquetear con la extrema derecha. Antes de que el rapero se lanzara a pronunciar discursos antisemitas y a alabar a Hitler, Kim ya había pedido el divorcio. Sin embargo, por supuesto el escándalo afectó a la reputación de ambos.

Kim aprovechó su nueva etapa como soltera para probar nuevas alternativas. Se asoció con Balenciaga y se convirtió en la cara visible de la marca durante todo un tour promocional en donde la moda hablaba por sí sola. Un año más tarde el escándalo salpicaba a la maison: una campaña promocional con niños en situaciones inapropiadas fue duramente criticada. Aún no se han recuperado.

¿Y su relación con Pete Davidson? El cómico comenzaba a despuntar en la industria tras años pasando desapercibido en Saturday Night Live. Iban estrenándose sus proyectos y dejaba atrás la imagen de ex de Ariana Grande. Pero después de ocho años en el programa de humor más famoso de Estados Unidos, el artista decidió abandonar. Aseguró que era para emprender nuevos proyectos, y es cierto que tiene cuatro películas pendientes de estreno, pero por el momento... silencio.

Kim y Pete Davidson en la Met Gala de 2022 | EUROPA PRESS

Una manera más de culpar a las mujeres

La "maldición Kardashian" resulta poco más que una serie de coincidencias curiosas, pero sin duda hay un análisis más profundo. ¿Acaso en vez de brujería es que nadie quiere ver triunfar a las hermanas más famosas de Estados Unidos? ¿O es que es más fácil culpar a las mujeres que a las presiones de la fama?

Sobre todo teniendo en cuenta que, cuando cada uno de estos hombres han sufrido por las polémicas en las que se han visto involucradas, la familia ha cerrado filas. Ni en los peores momentos de Lamar Khloé ha hablado mal de su exmarido. Kim nunca ha arremetido contra el padre de sus hijos.

El silencio es su mejor aliado y, al mismo tiempo, es un arma de doble filo que actualmente está siendo utilizado en su contra. Varios medios han publicado que la era de la familia Kardashian ha terminado.

La ausencia de información sobre una nueva temporada del reality en Disney+ parece indicar que los datos de audiencia son bajos. Las polémicas pesan: no solo la de Kim y Balenciaga, también la de Kendall y su marca de tequila, por la que ha sido acusada de apropiación cultural. Y, encima, se ha publicado que no estarán en la lista de invitados de la Met Gala. Habrá que verlo.

Lo más probable es que este silencio administrativo sea una manera de hibernar antes de que se conozcan sus nuevos proyectos. De hecho, se sabe que Kim Kardashian está rodando algo con sus hijos en Europa. Sería, una vez más, una herramienta maestra de marketing por parte de la familia y su líder, Kris Jenner.