Adam Driver estrena esta semana la película 65, un filme de Scott Beck y Bryan Woods en donde el protagonista tiene que enfrentarse a un mundo donde los dinosaurios han tomado el control. Una apuesta de ciencia ficción que se sale un poco de las elecciones que ha ido haciendo el actor con su carrera, pero que demuestra una vez más que no hay límites para él.
Pero más allá de sus papeles en Girls, Star Wars o Historia de un matrimonio, pocos conocen la faceta más personal de Adam Driver. Un actor tildado de poco atractivo que sin embargo enamora al mundo entero con su carisma y porte. Pero todos aquellos que tengan un crush con el intérprete deben saber que está casado desde 2013.
La vida privada de Adam
Adam y Joanne se casaron en 2013 tras haberse conocido en Juilliard
El 11S le inspiró a alistarse
Adam Driver tiene una vida privada muy misteriosa e intrigante, que siempre ha estado unida a la interpretación. Sin embargo, antes de triunfar ante las cámaras, el actor tomó una decisión que le alejó (temporalmente) de su destino. Al no recibir la aceptación de la escuela Juilliard, una de las más prestigiosas de Estados Unidos para arte dramático, decidió apuntarse al ejército.
Estaba a punto de cumplir 18 años cuando cayeron las torres gemelas, y formó parte de esa generación que se alistó debido al impacto de los atentados. Estuvo en el primer batallón de la compañía de armas, trabajando en los morteros, durante dos años y ocho meses. Vivió experiencias de vida o muerte, como cuando durante un entrenamiento su equipo fue atacado con fósforo blanco, altamente tóxico, y les salvó el viento.
Tras esta experiencia pensó en la fragilidad de la vida y decidió que quería volver a insistir en ser actor. Una oportunidad que no se le presentó hasta un tiempo después. En el ejército, Adam conoció a algunas de sus grandes amistades y todavía a día de hoy habla a las mil maravillas de su equipo. "Como persona estás constantemente poniéndote a prueba", admite el artista.
Una de esas pruebas tuvo que vivirlas cuando, antes de ser enviado a Irak con su equipo, se rompió el esternón en un accidente de bicicleta. Cuando se recuperó decidió entrar en la universidad en Indianapolis, donde estudió un tiempo antes de ser finalmente aceptado en Juilliard. En su prueba de admisión cantó el cumpleaños feliz... puro Adam Driver.
Un bicho raro en Juilliard
El tiempo que pasó en el conservatorio de artes de Nueva York fue raro para Adam. Acababa de salir del ejército y estaba acostumbrado a los exigentes retos de la rutina militar. Además, se sentía culpable por haber "abandonado" a su equipo. Por tanto, se sometía a retos que ahora parecen alucinantes, como correr a diario desde Queens, donde vivía, hasta Juilliard. Una distancia de unos 20 kilómetros por calles de Nueva York.
"Llegaba cansado, sudoroso, hambriento y de mal humor", contaba Adam Driver recientemente. Su personalidad parecía totalmente opuesta a la que abundaba en la escuela de Juilliard, lleno de artistas y de almas libres. "Creo que hice llorar a mucha gente", admitía el actor, que asegura que era la manera en la que estaba acostumbrado a hablar.
"¡Quería hacerlo todo, muy fuerte, lo que fuera! Necesitaba calmarme un poco", revelaba Adam Driver. Pero a pesar de esta intensidad con la que se enfrentó a esta nueva etapa de su vida, no todo el mundo le percibía de manera negativa.
Fue en Juilliard donde conoció a Joanne Tucker antes de graduarse en 2009.
Una década de amor y dos hijos
Joanne Tucker estudiaba en Juilliard y tuvo una experiencia parecida a la Adam. Una lesión le obligó a alejarse de su pasión, que era el ballet. Estaba de gira con El Cascanueces cuando sufrió una enfermedad que le hizo pensar que la vida era frágil y empezó su carrera como actriz.
Una de las cosas que fascinó a Adam sobre Joanne es que sabía muchas cosas. "Leía muchos libros", contaba el actor sobre su mujer. Ella también se tomaba muy en serio su carrera y se pasaba el día estudiando e investigando.
Además, su experiencia familiar era parecida. El padrastro de Adam era pastor bautista y el de Joanne gobernador de Barbados, dos líderes para sus comunidades, cada uno a su manera, con hijos artistas.
Con estos factores en común, Adam y Joanne conectaron rápidamente. Y a medida que la carrera del intérprete avanzaba, la pareja se afianzó sin que la fama fuera un obstáculo. En 2013, los dos actores contrajeron matrimonio en una discreta ceremonia oficiada por un profesor de Juilliard.
No fue hasta enero de 2020 cuando Adam desveló, durante su monólogo en Saturday Night Live, que había sido padre. Lo hizo con una broma: "Soy esposo y soy padre, en ese orden. Ya le he dicho claramente a mi hijo que va segundo en todo".
En febrero se confirmó que Adam Driver y Joanne Tucker están esperando su segundo hijo. La pareja, que vive en Brooklyn, fue vista paseando por las calles de Nueva York y la actriz lucía una incipiente tripita. Eso sí, se desconoce la edad y hasta el nombre de su primer hijo, por lo que ¡a saber cuándo sabremos más sobre su familia!
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