El rey Juan Carlos, entre abrazos y risas en la primera jornada de entrenamientos para las regatas

El rey Juan Carlos ya se ha lanzado a navegar en Sanxenxo. Tras llegar el miércoles en torno a las 13.30 horas, el emérito se estableció en casa de su gran amigo, Pedro Campos, con quien ha salido esta mañana para subirse al Bribón. Es la primera vez que podrá volver a surcar aguas españolas tras su última visita hace casi un año.

Su salida de casa de Pedro Campos se ha producido en torno a las 11 de la mañana, en un coche que conducía el presidente del Real Club Náutico de Sansenxo. El vehículo pasó junto a los periodistas sin pararse y el rey emérito no quiso hacer declaraciones, simplemente saludó con la mano a los fotógrafos mientras continuaba su camino.

Una vez han llegado, el emérito ha caminado hacia el espigón agarrado del brazo de Pedro Campos y ayudándose de un bastón. Por el camino, el rey Juan Carlos se ha encontrado con algunos amigos, a los que ha saludado con efusividad. Se ha fundido en abrazos y ha compartido risas y bromas con los presentes hasta llegar al Bribón.

Una vez encima del navío, don Juan Carlos ha tenido que esperar unos cinco minutos hasta que la tripulación estaba lista y el barco preparado. Así han comenzado los entrenamientos antes de las regatas del sábado y el domingo.

Sus planes en Sanxenxo

La esperada llegada del rey Juan Carlos se produjo tras una breve escala en Londres. El emérito no pisaba nuestro país desde hacía casi un año, cuando acudió a las regatas de Sanxenxo y aprovechó para visitar a su hijo, el rey Felipe.

Sin embargo, en esta ocasión no se espera que don Juan Carlos se reúna con el monarca. Desde Zarzuela han insistido en que este es un viaje privado que no tiene nada que ver con la agenda oficial de la Familia Real.

Por lo tanto, se espera que el emérito aproveche sus días en España para disfrutar del tiempo con amigos. De hecho, en la tarde del miércoles, que se esperaba que don Juan Carlos saliera a comer fuera lo que ocurrió fue lo contrario.

Varios amigos entraron en la vivienda de Pedro Campos en diferentes coches en torno a las tres de la tarde. Por lo tanto, disfrutaron de un agradable plan en la intimidad del hogar.