Rafael Amargo está intentando dar un giro a su carrera. El bailarín, que se ha visto involucrado en varios escándalos en los últimos años, ha desvelado a Gtres que quiere ser policía. "Me matriculé en la academia, pero todavía no he empezado a estudiar", ha explicado en declaraciones a la agencia de noticias.

Según ha comentado Rafael Amargo, fue "en un ataque de estos de rabia" cuando tomó la decisión. "Pero es que es precioso. Además, ¿sabes las embajadas que hay por el mundo? Es precioso, es un trabajo increíble", ha añadido.

Rafael Amargo en uno de sus espectáculos | EFE

Para ser policía hace falta presentarse a una oposición del Estado, tras la que hay que hacer un periodo de formación que en este caso se realizaría en la Academia de Ávila. La media para aprobar las diferentes pruebas de acceso al cuerpo es 2,5 años.

Dos detenciones en los últimos dos años

En diciembre de 2020, Rafael Amargo fue detenido por supuesta pertenencia a organización criminal y tráfico de drogas. Tras pasar dos noches en el calabozo, el artista y otras tres personas de la misma investigación fueron puestos en libertad con medidas cautelares.

El juez pidió nueve años de cárcel para el bailarín, al que considera "cabecilla" de un grupo que traficaba principalmente con metanfetamina en el piso de Malasaña del artista. Con la colaboración de su mujer, Luciana Bongianino; el productor Eduardo de los Santos y otro socio llamado Miguel Ángel B.A., utilizaban "mulas" que transportaban las sustancias a los compradores.

El marzo de este año, Rafael Amargo volvió a ser detenido, esta vez en Alicante, como parte de la misma operación llamada Codax. Aseguraba estar en una época tranquila, esperando la resolución del caso y estudiando, ya que no podía moverse de España. Y mientras se decide su futuro, nos consta que ha contactado con espectáculos de Madrid para intentar volver a subirse a los escenarios.

Rafael Amargo, esta misma semana en Madrid | EUROPA PRESS

Sus palabras contra la policía

A pesar de las palabras de Rafael Amargo sobre el cuerpo de policía actualmente, el artista ha denunciado acoso y maltrato por parte de los agentes que le detuvieron. Asegura que le propinaron una paliza injustificada cuando entró en custodia de las fuerzas de seguridad. "Al defenderme, como estaba atado, lo único que me quedaba era morderle y no me acuerdo bien. Salí llorando porque no entendía".

El artista insiste en su inocencia, y lo ha hecho desde el comienzo del caso. Hasta el punto de que ha rechazado el acuerdo que le ha ofrecido la Fiscalía para el juicio que tienen pendiente en junio.

Si lo hubiera aceptado se le hubiera reducido considerablemente la petición de pena, pero el bailaor insiste en que puede demostrar que no tiene nada que ver con los cargos.