Los Bridgerton ha sido uno de los grandes éxitos de Netflix de los últimos años. Tiene todo lo que caracteriza a una buena serie de la plataforma: viralidad, actores atractivos y una historia que ya había capturado a una audiencia internacional a través de los libros de Julia Quinn. Por eso el gigante audiovisual no iba a pasar la oportunidad de exprimir al máximo el fenómeno. La prueba está en Reina Charlotte: una historia de Bridgerton.

Se estrenó el pasado 4 de mayo en Netflix y cuenta la historia de uno de los personajes secundarios de Los Bridgerton. No es una precuela al uso, sino más bien una serie que acompaña a la historia original, lo que engrandece el universo narrativo y mantiene a la gente enganchada. Por supuesto, también sigue sacándole partido a la gallina de los huevos de oro.

Las actrices India Amarteifio y Golda Rosheuvel posan como las versiones joven y adulta de la reina Carlota, acompañadas por sus respectivos Jorge III y el director de la serie, Tom Verica | Netflix

Pero la ficción no viene sin polémica. Explora el pasado de la reina Carlota, que en la original interpreta Golda Rosheuvel y en su versión joven es India Amarteifio quien se encarga de darle vida. Dos mujeres negras que han hecho enloquecer a los puristas, también a expertos e historiadores, que siempre surgen de debajo de las piedras en estos debates. Ya ocurrió cuando se estrenó Los Bridgerton en 2020 y surgió la discusión sobre si Carlota de Mecklemburgo-Strelitz, mujer de Jorge III, era o no de raza negra.

El origen de la teoría

Carlota de Mecklemburgo-Strelitz, conocida popularmente como la reina Carlota, fue una duquesa alemana cuya identidad se ha visto cuestionada en los últimos años. Circulan teorías, impulsadas por el historiador Mario de Valdes y Cocom, que aseguran descendía del rey Alfonso de Portugal y una de sus amantes, Ouruana, que era norteafricana y negra.

Sin embargo, trescientos años separan ambos personajes históricos. Aunque la descendencia de Alfonso de Portugal y su amante hubiera sido negra (o birracial), el mestizaje no continuó en la sociedad profundamente racista de la época. Por eso, en los retratos que se tienen de la reina Carlota de Inglaterra se la ve de piel blanca. Aunque pudiera tener sangre africana.

Un fragmento del retrato de la reina Carlota que pintó Nathaniel Dance-Holland en 1773

Sin embargo, el historiador se apoya en descripciones y textos de la época de la regencia en la que se critican los rasgos de "mulata" de la reina. Un adjetivo que, si bien ahora se ha enraizado en nuestra sociedad, nunca ha dejado de ser un insulto. Es una palabra que en origen comparaba a las personas con las mulas, un híbrido estéril del cruce entre una yegua y un burro. Es decir, aquellos que en ese momento la describían usando tales palabras querían llamarla fea.

¿Por qué Los Bridgerton quiso hacer negra a la reina Carlota?

Shonda Rhimes es la mujer detrás de Los Bridgerton y, en particular, de esta serie que acompaña a la original. Uno de los pesos pesados de la industria audiovisual en Estados Unidos, ya que cuenta en su expediente con éxitos como Anatomía de Grey o Cómo defender a un asesino. Es la productora y guionista de estas ficciones que tanta polémica han causado, acusada de "reescribir" la historia al crear una sociedad inclusiva en el siglo XIX.

Comparamos otros productos pop

Un fotograma de 'María Antonieta', de Sofia Coppola

La película de Sofia Coppola, estrenada en 2006, se convirtió rápidamente en un clásico de la cultura pop por su reinterpretación del polémico personaje de la revolución francesa

Una imagen de tras las cámaras de 'Reina Charlotte' | Netflix

En una imagen del primer episodio de Reina Charlotte: una historia de Bridgerton, la protagonista luce un estilismo "diseñado en París" que recuerda al de María Antonieta

Antes del comienzo de Reina Charlotte: una historia de Bridgerton, un letrero aparece avisando de que algunas cosas se su trama son reales... y otras no. Nunca se pretende reescribir la historia, sino crear entretenimiento audiovisual como se hizo con películas tan aclamadas como Marie Antoinette de Sofia Coppola o con Jesucristo Superstar de Norman Jewison. En los tres productos hay anacronismos intencionados para extraer al espectador de la parte histórica.

"Creo que es interesante cómo de desesperada está la gente de demostrar que alguien no era 'de color'", asegura Shonda Rhimes, que reitera que su producción no es una docuserie. "Parece ser algo muy importante en la vida de la gente. No lo entiendo, pero en mi caso hice una búsqueda profunda. Teníamos a un magnífico historiador trabajando con nosotros y nos metimos en lo que sí pasaba históricamente para saber cuándo me alejaba de la realidad. Así podía alejarme aposta o coger un detalle y construirlo de otra manera", añade la productora, también responsable de Scandal.

La reina Carlota de la ficción junto a seis de sus quince hijos | Netflix

Anacronismos intencionados

En Reina Charlotte: una historia de Bridgerton no solo se ofrece la visión de una mujer negra como reina de Inglaterra para sacar al espectador de la formalidad de una biografía histórica. También hay uno de los platos fuertes de la serie original: versiones de canciones pop actuales tocadas como si fueran piezas de música clásica.

El racismo en la sociedad británica de la Regencia forma, de hecho, parte de la serie. Solo que en este caso deciden salirse totalmente de la historia para imaginar cómo habría sido el mundo si la inclusión racial hubiera ocurrido entonces.

El equipo de 'Reina Charlotte: una historia de Bridgerton' | Netflix

Y se explica con la trama de esta manera tan sencilla: en el primer episodio, la reina Carlota llega a Inglaterra y su piel es más oscura de lo esperado. Para evitar que parezca un error por parte de la Corona, se incluye a otras personas de raza negra en su corte y se integra a esa parte de la sociedad, previamente excluida, en la vida de Palacio. No es sin críticas y reticencias.

Se habla una y otra vez del "gran experimento", una expresión que se basa en el libro A Royal Experiment: The Private Life of King George III, de Janice Hadlow publicado en 2014. Este gran reto no era otro que el deseo del rey Jorge de tener una vida familiar estable, enseñar a sus hijos una vida digna y recta en la que un hombre no tuviera amantes a raudales. Sin embargo, en la serie se refieren a ello como ese mestizaje en la sociedad.

Lo que sí es cierto: la enfermedad del rey Jorge III

Ya en Los Bridgerton hay pistas de que el rey Jorge y su estado de salud son importantes, ofreciendo una capa de humanidad a una reina que en la primera temporada se había perfilado como una villana polivalente. Pero en la serie de la reina Carlota la cosa va a más y nos llevan al pasado, en el que entendemos la relación entre ambos.

India Amarteifio y Corey Mylchreest como la reina Charlotte (o Carlota) y el rey Jorge III | Netflix

La saga de los Bridgerton se basa en que cada temporada hay una historia de amor. La de Carlota y Jorge empieza con una abrupta boda y un secreto: ¿qué le pasa el rey y por qué se esconde de su nueva esposa? A medida que va avanzando la serie descubrimos que sufre de una dolencia que le hace perder la cabeza. Le vemos temblando, gritando a la luna o dibujando en las paredes.

La historia nos cuenta que, en efecto, Jorge III era conocido como "el rey loco" o, de manera más amable, como "el granjero Jorge" por sus modales agradables y su interés por la agricultura.

¿Qué es la porfiria?

Sufría de crisis nerviosas y ansiedad que años más tarde se han achacado a la porfiria, una enfermedad metabólica que causa una deficiencia en las enzimas que participan en la síntesis de la sangre. En algunos casos, como sería este, afectan al sistema nervioso central causando estados de ansiedad, confusión o alucinaciones.

Corey Mylchreest da vida a ese "rey granjero" que supuestamente era Jorge III | Netflix

En un primer momento las crisis de Jorge III, como se ve en la serie, eran puntuales. Sin embargo, con el tiempo se convirtió en un estado permanente y fue su hijo, el príncipe de Gales, quien ejerció como regente hasta la muerte del monarca.

Una historia de amor en la realidad y en la ficción

Su mujer, la reina Carlota, siempre fue un apoyo para el soberano y nunca se separó de él. Se dice que, a pesar de que en un primer momento al rey Jorge no le gustó Carlota, encontraron el amor en su matrimonio. Hasta el punto de que tuvieron 15 hijos, y que, en efecto, al monarca nunca se le conocieron amantes. Cumplió así con su ansiado "gran experimento", a pesar de que no tuvo el efecto deseado en sus descendientes, que no encontraron el amor... pero sí numerosas relaciones extramatrimoniales (e hijos ilegítimos), como se ve en la serie.