Tamara Falcó se va de despedida de soltera a Fátima con muletas

Tamara Falcó tuvo la mala suerte la pasada semana de caerse minutos antes de su entrada en El Hormiguero. La colaboradora apareció con muletas en directo y después se supo que se había ido corriendo a un fisioterapeuta y quiromasajista para intentar solucionarlo. Sin embargo, la hija de Isabel Preysler no deja que esto le pare y se ha hecho una escapada con sus amigas antes de su boda el 8 de julio.

Una despedida de soltera de lo más sobria teniendo en cuenta que han viajado la costa de Portugal. Allí Tamara Falcó ha disfrutado de un fin de semana sorpresa organizado por su hermana, Ana Boyer, y su círculo de amigas más cercanas. Entre ellas estaban la exnovia de Dani Martín, Huga Rey, o la diseñadora Casilda Finat.

Una despedida de soltera con tintes religiosos

La escapada, en la que Tamara ha tenido que cargar con unas muletas en todo momento debido a su incidente hace solo unos días, ha tenido claros tintes religiosos. Por supuesto, Tamara no podía pasar por la zona sin visitar el Santuario de la Virgen de Fátima, "la madre de las madres", como ha señalado la colaboradora en sus redes sociales.

Una prueba más de la importancia que tiene el cristianismo en la vida de Tamara, que lleva sus principios como bandera. De hecho, sus declaraciones sobre la decisión de Ana Obregón de tener un hijo por gestación subrogada fueron muy comentadas.

Eso sí, seguro que no se trata de la última despedida de soltera de Tamara, ya que tiene muchos grupos de amigos. Por su parte, se dice que Iñigo Onieva disfrutará de nada menos que tres viajes con amigos antes de su boda: el primero, a Argentina, el segundo a Budapest y el tercero en algún punto de España. Tres despedidas por todo lo alto que por el momento, y a pesar de lo que se ha hablado sobre este asunto, no han tenido lugar.

A la vuelta al trabajo con muleta

De regreso en Madrid, y demostrando que es una auténtica todoterreno, Tamara ha retomado sus compromisos profesionales asistiendo a un showcooking con una de las marcas de la que es embajadora. Apostando por la naturalidad, la marquesa lució una camiseta de punto rosa chicle, unos vaqueros grises y el pelo recogido en una coleta tirante, además del complemento que se ha convertido en su mejor acompañante en los últimos días: una muleta.

Sonriente pero muy discreta, ha evitado revelar cómo se encuentra y qué tal lo ha pasado durante su despedida de soltera en Portugal, aunque no ocultó su disgusto al ver que las cámaras intentaban grabar su pie vendado.