Israel Elejalde: "Casi todas las comedias españolas son conservadoras"

Una conversación con el actor Israel Elejalde es un verdadero privilegio. Su recorrido, de más de veinte años en la interpretación, se suma a su don para la palabra y perceptible nivel cultural. Por eso, cuando nos reunimos para comentar Iluminaciones, el audiolibro de Audible que narra para escuchar los relatos de Alan Moore, los temas van saliendo solos. El propio intérprete es fan, no solo del género sino del autor, lo que ofrece una dimensión especial al trabajo y le hace el candidato idóneo para ponerle voz.

Por supuesto, su voz grave y entonada hace mucho en la narración. También en la entrevista. Israel Elejalde tiene 49 años y ha participado en películas como Madres paralelas, Oculto o Magical Girl (por la que se llevó el Goya). En su elección de películas se aprecia lo importante que es para él que un guion tenga el peso, el dramatismo y la calidad adecuadas.

Así elige papeles un graduado en Ciencias Políticas

"Todo lo que de alguna forma te conforma es bueno para el actor", admite Israel. En su caso, su educación en Ciencias Políticas, que estudió en la universidad antes de dedicarse a la interpretación, es clave a la hora de escoger. "Yo nunca haría una obra que considerara que transmite ideas que yo considerara totalmente opuestas, o incluso que fueran peligrosas para una sociedad libre", comenta.

"Acabo de hacer una serie donde hago de fascista durante la dictadura y he defendido a muerte a ese personaje", recuerda Israel. "Intentas justificarlo de alguna manera, porque es tu trabajo como actor, pero lo haces con la tranquilidad de que la obra te va a atacar", señala. No sería lo mismo si pensara que la producción glorificaba la época franquista.

"El pensamiento conservador en sí mismo no tiene por qué ser malo en sí mismo, vivimos en una sociedad plural", considera Israel Elejalde. En su su caso, sí que participaría en alguna comedia algo conservadora, que considera que es algo muy habitual en el cine español. "Casi todas las comedias que se hacen en este país, que son las películas más taquilleras, son profundamente conservadoras", asegura el artista.

El pensamiento conservador en sí mismo no tiene por qué ser malo en sí mismo

Israel Elejalde

"Lo que están de alguna manera es promoviendo y perpetuando una forma conservadora de ver el mundo", explica Israel, aunque considera que "tampoco tiene nada de malo".

Según él, una de "las grandes mentiras" que se cuentan sobre la industria es que sus miembros son siempre progresistas. "Por razones obvias, el ochenta o noventa por ciento de los actores somos progresistas, y no tiene nada de malo. Igual que los banqueros son en un 100% conservadores. Porque esa es la esencia de su trabajo", comenta.

El caso de los directores, la situación cambia. Debido a la difícil entrada a la profesión, sobre todo a nivel económico, es más habitual que tengan un origen más adinerado. "Es muy caro estudiar cine", explica Israel. Y además, hay otro factor de clase en la diferenciación de profesiones.

"Para ser actor no tienes que ser culto. Es difícil ser director si no tienes referentes", señala el actor, que también ha trabajado como realizador en funciones teatrales.

Eso que tiene el teatro

Además del cine, Israel también ha hecho series de televisión y, sobre todo, teatro. Fueron los escenarios los que le cautivaron, y en donde siente que hay un matiz diferente al de la gran pantalla.

"Si no tienes referentes literarios, si no lees, no puedes hacer a Shakespeare o teatro clásico. Es imposible. Solamente encontrarte las palabras que te vas a encontrar, ese lenguaje intrincado, poético, dirás tonterías... pero no vas a poder a hacerlo", deja claro el actor. Sin embargo, admite que uno de los beneficios de la profesión es que poco a poco, de manera inevitable, vas ganando esa cultura a través de tus proyectos.

Para todo lo demás, el cine y el teatro te piden lo mismo como actor. "Lo que necesitas es tener una conexión contigo mismo, una especie de conexión con la tierra, con cosas que te han pasado, y con el dolor del mundo para vehiculizarlo y contar historias", confiesa.

De hecho, a veces te piden que dejes de lado esa educación cultural. "Cuando empecé yo sentí, y algún profesor me lo dijo, que tenía que abandonar mi vena intelectual, para introducir a los personajes de otra manera", revela. "Es algo que he hecho porque hay personajes en los que necesitas no pensar, solo sentir, y tienes que hablar con el corazón y dejar la cabeza a un lado".

Los cómics como educación política

"Fui un enorme lector de cómics entre los quince y los veintitantos años, además Alan Moore era mi guionista favorito", admite Israel, que se sienta con nosotros en el estudio, vestido de manera elegante y, a la vez, desenfadada. "Es el único que he seguido leyendo cuando decidí abandonar los cómics, sobre todo los cómics de superhéroes, que es los que yo leía, porque me pareció que no me aportaban mucho", expresa, haciendo referencia al escritor Watchmen o V de Vendetta.

Para Israel, uno de los puntos claves de Alan Moore es precisamente su autocrítica. El actor señala cómo los cómics de este y otros autores han influido en la política de Estados Unidos. "Habla de cómo ese cómic que en principio era infantil o juvenil de alguna forma se convierte en algo más adulto y entona un mea culpa", explica el intérprete.

"Se siente culpable porque esa influencia de esos cómics, que después han saltado a la pantalla y se han convertido en algo generalista, y no solamente de unos frikis, ha influido en el pensamiento político americano", detalla Israel, que es un auténtico seguidor del autor británico. Según señala, ese pensamiento es "dicotómico, simple, con muchísimas connotaciones ultraderechistas... la gran mayoría de los superhéroes son hombres, blancos y heterosexuales".

El racismo en el cine

Pero esa idea, también recuerda a la industria del cine. "Creo que en el mundo del cine ha cambiado. Cada vez se da más visibilidad a personas de diferentes razas y diferentes países, de diferentes lenguas...", asegura Israel. También algo tan sencillo como que haya hombres y mujeres por igual en los elencos técnicos y/o ante la cámara. Además, señala carreras como la de Jordan Peele, que que ha triunfado en los últimos años con sus películas Déjame salir o NOP, así como Misha Green por la serie Territorio Lovecraft.

"Están haciendo cosas muy, muy, importantes", recuerda Israel, que aún así considera que todavía "no estamos equiparados" porque "venimos de donde venimos". "Hay un montón de gente que intenta ofrecer resistencia a que esto ocurra, pero poco a poco se va avanzando y me gustaría creer que dentro de un tiempo habrá una equiparación a todos los niveles", añade.

En Estados Unidos y en España vivimos realidades parecidas pero, quizás, no comparables. "Es un movimiento global, pero hay que mirar la idiosincrasia de cada uno de los países. En nuestro país hay un mestizaje menor", señala Israel, que habla de cómo se ve por la calle que en ciudades como Londres o París hay mucha más diversidad que en Madrid.

"Quizás nos está costando un poco más ofrecer unos productos más diversos porque nuestra sociedad quizás no es tan diversa como la francesa e inglesa. Además también hay resistencias. Pero yo creo que es bastante inevitable, se está en el camino", comparte Israel.

¿De qué va Iluminaciones?

Iluminaciones, de Alan Moore, son nueve relatos que están hilados por una historia central. Es una obra de carácter fantástico en el que un grupo de estudio paranormal sufre una infiltración de uno de los seres de otro mundo que pretenden investigar. En un burdel para especialistas fantásticos, dos concubinas se enamoran con consecuencias trágicas. Desde fantasmas y criaturas de otro mundo hasta cerebros de Boltzmann que dan forma al universo en el Big Bang: por lo tanto, es exactamente eso: las luminosas historias con las que una leyenda contemporánea arroja luz sobre el poder de la imaginación. El primer episodio ya está disponible.