Este lunes se ha estrenado el primer episodio de Juan Carlos: la caída del rey, la comentada serie documental de SkyShowtime que produce una compañía alemana en colaboración con Reino Unido. Inicialmente se había publicado que era Corinna Larsen quien estaba al cargo de este proyecto, pero no es así. Tampoco es cierto que tenga nada que ver con el retraso del estreno en Gran Bretaña.
Un representante de Corinna ha asegurado a este periódico: "Los abogados de Corinna nunca han contactado con Sky o los cineastas del documental para dar comienzo a acciones legales. Esta cuestión debería dirigirse a los abogados del rey Juan Carlos en Londres".
Corinna Larsen es una de las protagonistas de la serie documental, que cuenta con la participación de algunas figuras clave en la vida del rey. Entre ellos, la periodista británica Selina Scott, que le entrevistó en 1992; José Manuel Villarejo o el empresario estadounidense Philip Adkins, amigo de Juan Carlos y primer marido de la alemana.
Su gran amigo Philip Adkins
Es precisamente Philip Adkins uno de los que comienza el relato de Juan Carlos: la caída del rey. Los primeros instantes están claramente preparados para una audiencia extranjera que no necesariamente conoce el papel del emérito en la construcción de la democracia española. Se oye al padre de Felipe VI hablar por teléfono con el empresario, con risas y complicidad. Admiten que van juntos a todas partes y que hablan a diario.
Un modo de demostrar que, aunque no han conseguido declaraciones de don Juan Carlos, sí se han acercado lo suficiente. El documental reitera esa imagen campechana del exmonarca, que según avanza la producción va perfilándose con imágenes que poco a poco van mostrando a un hombre cada vez menos valorado.
«Como un dios griego»
Por su parte, Selina Scott asegura que, en su opinión, el rey Juan Carlos no podía creerse que fuera monarca. También le dibuja como un ligón empedernido. "Era coqueto, como un dios griego, atractivo para muchas de las mujeres de su alrededor, un imán para las mujeres", recuerda. Su buena relación con el exmonarca, que comenzó en una fiesta celebrada en Londres, dio lugar a la conocida entrevista en vídeo de 1992.
La periodista habla también de la relación entre don Juan Carlos y la princesa Diana. Habla de cómo el rey quiso protegerla de los paparazzi durante su famoso viaje a Mallorca en 1986, cuando, a pesar de todo, ella misma posó en la proa del barco. "Juan Carlos era un poco como Diana, era consciente de que la monarquía tenía que cambiar", explica Selina Scott.
Además de los mencionados, el rey Juan Carlos encuentra otro aliado en el documental. Mario Conde le defiende a medida que los diversos testimonios describen lo que ocurrió en Botsuana. Un incidente de caza que tuvo lugar en 2012 y que, según el proyecto, fue el punto de inflexión de su reinado, que puso fin a 40 años de buena prensa.
Las supuestas pruebas secretas
"Una prueba de lo mal que ha ido todo es que se estén revelando aquí secretos que se habrían quedado para siempre guardados", empieza diciendo Corinna, adelantando lo que se verá a continuación. La serie documental pone como protagonista a la ex princesa alemana, que promete que enseñará documentos hasta ahora ocultos. Entre ellos, fotografías de sus años con Juan Carlos, cartas y todo tipo de pruebas.
El ritmo vertiginoso de la narración se apoya en efectos dramáticos de audio y de iluminación, como la luz tenue mientras Corinna enseña sus álbumes de fotos. También el plano en el que habla Villarejo, en lo que parece una sala de interrogatorios donde la mesa sobre la que se apoya le devuelve su reflejo.
Uno de los puntos fuertes y hasta ahora no vistos son precisamente esos supuestos documentos de Corinna. Están guardados en una caja fuerte dentro de ocho cajas negras, que según cuenta ella le dieron desde el CNI para "protegerla".
Un narrador poco fiable
Sin embargo, como el documental no tiene una voz que hile los testimonios, la historia queda en manos de los propios personajes. Testigos que son sometidos a la duda del espectador por la propia producción, a pesar de que no se dan detalles sobre sus circunstancias.
Por ejemplo, no mencionan el juicio de Corinna contra el rey Juan Carlos, aunque las entrevistas terminaron de rodarse en diciembre. Además, el público internacional no tiene por qué conocer los cargos desempeñados por Mario Conde o Villarejo.
Eso sí, sí se cuestiona a Corinna y su reputación durante toda la narración. Su presentación va a la par de la descripción que hace de ella Philip Adkins, el que fuera su marido.
"Corinna estaba desde joven decidida a formar parte del mundo de la aristocracia y la alta sociedad, era hiperambiciosa en lo social. En una fiesta de caza en Madrid les presentaron la primera vez y voilà", asegura en una de las frases lapidarias que dedica a su exmujer.
Los "planes siniestros" que acechan a Corinna
Corinna, a quien se rotula con el apellido de su exmarido alemán, vuelve a explicar en la serie documental cómo empezó su relación con el rey Juan Carlos. Empieza fuerte diciendo que se siente atrapada por la "obsesión" que el emérito tendría con ella: "Yo no empecé esta batalla, yo no hubiera hablado con los medios de comunicación", alega.
En una de las fotografías que Corinna muestra en el documental, Juan Carlos abraza a su hijo ante la atenta mirada de Felipe y Letizia
Según cuenta, durante todos estos años ella ha sido calificada como la culpable de aquel fatídico viaje a Botsuana. Sin embargo, alega que fue invitada junto a su hijo para acudir a un viaje child friendly a África como regalo para su hijo Alexander. Allí acudieron junto a Philip Adkins y el rey Juan Carlos.
En su narración explica que tras el abrupto final del viaje, aterrizaron de urgencia en Madrid y ella dejó sus maletas en el avión. Cuando las recuperó estaban destrozadas. "Volví a recogerlas y alguien había tirado ácido a mi ropa. El ácido había atravesado la maleta y había hecho agujeros en la ropa".
Corinna asegura haber sido el "peón en el juego de alguien", y considera que el viaje a Botsuana "era un preludio de los planes siniestros que estaban en marcha". Una sombra que después dirige hacia el general Félix Sanz Roldán, entonces director del CNI, de quien habla con detalle en el segundo episodio y a quien califica como un misógino.
Larsen aprovecha para enseñar algo que nunca había enseñado, que son sus álbumes de fotos personales. De ahí saca una fotografía muy parecida a la que se viralizó del rey Juan Carlos con un elefante muerto, la imagen que empeoró el escándalo de Botsuana. "La foto que todo el mundo ha visto es de un viaje anterior, y tuvo que haber venido del interior porque nadie del exterior tenía acceso a estas fotos", considera Corinna.
La relación de Corinna con el príncipe Alberto
"Me dijeron Juan Carlos y el general Sanz Roldán que era una operación para protegerme de los paparazzis en Mónaco", explica Corinna sobre la operación que tuvo lugar en el Principado. Fue a partir de ese momento cuando surgen las amenazas de las que ya ha hablado en el pasado y empieza a sentirse realmente insegura.
Pero Corinna, que tenía relación con el príncipe Alberto desde que era adolescente, se siente protegida en Mónaco. Al menos hasta que toma la decisión de hablar directamente con el royal monegasco.
"Le escribí una carta al príncipe Alberto explicándole lo que había ocurrido y preguntándole si estaba a salvo en Mónaco, y no recibí ninguna respuesta. Y ninguna respuesta también es una respuesta. Quiere decir que no estás a salvo ni eres bien recibida en Mónaco. Así que me asusté mucho", recuerda Corinna. Previamente ya había sido, supuestamente, invitada a marcharse de España.
Javier Ayuso, el que fuera Director de Comunicación de la Casa Real entre 2012 y 2014, cuenta que los servicios de inteligencia españoles le dijeron a Corinna que tenía que irse de nuestro país. Unas palabras que, de alguna manera, confirman lo que también asegura Villarejo: "La reina Sofía le dice al CNI que echen a 'esta barragana' [Corinna] de España si quieren que yo vaya a visitar al rey al hospital".
El rey Juan Carlos y Alexander, el hijo de Corinna
Otro de los grandes protagonistas de la serie documental, al menos en sus dos primeros episodios, es Alexander, el hijo menor de Corinna. La alemana insiste una y otra vez en la magnífica relación que tenía el niño con Juan Carlos. Se escribían cartas y el emérito le mandaba "pocket money", es decir, dinero suelto.
Concretamente Corinna enseña de sus álbumes una significativa fotografía, tomada en los premios Laureus de mayo de 2006. En estas instantáneas se inmortaliza un abrazo entre don Juan Carlos y el niño ante la atenta mirada de Felipe y Letizia. Los gestos del actual monarca español son serios y firmes. La actual reina sonríe con amabilidad a la alemana.
Una imagen que devuelve a la conversación la pregunta: ¿Cuánta información tenían en la familia sobre los devaneos del rey?
Fue en este mismo marco de los premios Laureus, aunque en otro evento, cuando se tomó la famosa fotografía del rey Juan Carlos junto a la infanta Cristina, Iñaki Urdangarin y Corinna. Fue antes de que se conocieran cómo estaban implicados en el caso Nóos, un juicio que en el documental se considera como "el último clavo en el ataúd" del reinado.
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