La aplastante victoria del PP fue ampliamente celebrada en Génova, pero tras dejar la sede del partido, Isabel Díaz Ayuso reunió a su círculo más cercano para brindar una última vez. La presidenta de la Comunidad de Madrid se pasó por su bar de referencia, Ni subo ni bajo, una tapería gallega en el barrio de Chamberí.
Entorno a la una y media de la madrugada, Isabel Díaz Ayuso estaba en este establecimiento situado a escasos metros de la calle Ponzano. Allí se tomó una última cerveza junto a una veintena de compañeros de trabajo. En la puerta estaban apostados los guardaespaldas, y el acceso no estaba permitido para posibles nuevos clientes.
Las especialidades del bar
Esta tapería gallega es un bar habitual para la presidenta de la Comunidad, que vive en el mismo barrio. Su horario es hasta la una de la madrugada, pero en esta ocasión permaneció abierto más tiempo.
La carta variada tiene tapas entre los 6 de un caldo gallego y los 45 euros de una parrillada do mar que incluye zamburiñas, navajas, mejillones y berberechos. La cocina, a manos de Manuel Fernández, permanece abierta durante todo el día para disfrutar de sus especialidades. Por ejemplo están especialmente señalados en su carta el pulpiño á feira, la morriña de zamburiñas, el lacón con grelos o el rabo de toro.
"La ambigüedad gallega es nuestra expresión favorita del carácter gallego y la bandera de Ni subo ni bajo. Porque es más divertido si nadie sabe si vas para arriba o para abajo, si vas o si vienes, si te gusta una cosa o la otra. Lo importante es que lo sepas tú", reza el lema del restaurante.
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