La leyenda de Berlusconi va más allá de la política. Sus escándalos le han perseguido hasta el final, sobre todo porque su última boda tuvo lugar algo más de un año antes de su muerte. Todavía es un misterio cómo se conocieron Silvio Berlusconi y Marta Fascina, la mujer 54 años más joven con la que el ex primer ministro compartió sus años finales de vida.
Marta estudió periodismo y se metió en política en 2018, pero para entonces ya se la relacionaba con Berlusconi. Se dice que años antes, en la universidad, le mandaba cartas al líder político, que llegado el momento empezó a contestarlas. Sin embargo, el Il Cavaliere permaneció con Francesca Pascale (casi 50 años más joven que él) hasta marzo de 2020.
Un 'bodorrio' sin compromiso
Desde que su relación con Marta se hiciera oficial, los rumores de boda entre Silvio y su nueva pareja empezaron a volar. Berlusconi fue rápido en negarlos, pero sí dejó claro que su amor era real y pretendían celebrarlo. Fue en marzo de 2022 cuando finalmente oficializaron su romance, pero lo hicieron de manera informal y sin necesidad de firmar papeles.
Fue un festejo con casi setenta invitados, traje de novia, alianzas y todo lo que se necesita para una boda tradicional. Eso sí, en su caso no hubo ningún certificado matrimonial, por lo que Marta no es, técnicamente, la viuda de Silvio Berlusconi.
La última mujer con la que estuvo casado Berlusconi fue Veronica Lario, de quien se divorció en 2009 después de que se publicaran unas fotografías en las que el líder político aparecía con una chica de 18. Todo un escándalo que terminó por dilapidar su largo matrimonio.
¿Qué pasará ahora con Marta Fascina?
Como la boda entre Marta y Silvio no fue oficial, la joven diputada de 32 años no tiene por qué estar en la herencia del líder de Forza Italia, cuyo patrimonio se estima en torno a los 6.000 millones de euros. Si la pareja había registrado legalmente su convivencia, Fascina podría quedarse en la vivienda que han compartido durante años, pero cuando se cumpliera un lustro tendría que abandonar el hogar.
Como en la legislación española, en la italiana los padres deben legar una cantidad determinada de su patrimonio a sus hijos. Por tanto, dos tercios de la herencia del magnate italiano, considerado uno de los hombres más ricos de Europa y del mundo, irán a parar a su descendencia. La tercera parte puede haberla dispuesto como haya deseado.
Silvio Berlusconi podría haberlo dejado todo atado en vida y haberle donado o legado cosas a Marta Fascina mientras estaba bien de salud. Si estos regalos hubieran afectado considerablemente a su patrimonio, los hijos del político podrían impugnarlo en el testamento.
A su ex le regaló 20 millones aunque no hubo divorcio
Cuando en 2020 se hizo oficial la ruptura entre Silvio Berlusconi y Francesca Pascale, la expareja llegó a un acuerdo millonario. El empresario le entregó 20 millones de euros, más una pensión anual de un millón, a modo de manutención como si hubiera detrás un divorcio formal.
No solo se resolvió de manera amistosa, sino que Francesca dejó claro que siempre iba a querer al ex primer ministro. "Le deseo toda la felicidad del mundo. Espero que encuentre a una persona que lo cuide como yo", comentaba. Ella se había comido los años de polémicas y problemas legales del político, pidiendo incluso al Vaticano que intercediera para ayudar a Berlusconi.
En 2022, Francesca pronunció el "sí, quiero", pero la pareja no podía estar más alejada del perfil de Berlusconi. Se casó con la cantante italiana Paola Turci en una unión civil pocos meses después de la boda del político con Marta Fascina.
Sus dos polémicos divorcios
En 1985, Silvio Berlusconi vivió su primer divorcio de Carla Elvira Dall'Oglio, con quien había tenido dos hijos, Marina Elvira y Pier Silvio. Fue polémico porque cuando su matrimonio terminó, Silvio Berlusconi había tenido ya otra hija, Barbara, con su siguiente pareja. Los detalles de esta ruptura se desconocen, a pesar de que el fallecido ha presumido toda la vida de ser muy generoso.
Para evitar a la prensa y la exposición mediática, Carla Elvira se fue a vivir a Inglaterra. De hecho, su última aparición pública fue en 2009 junto a sus hijos, pero se desconoce a qué se dedica o qué cantidad acordó con Berlusconi en su divorcio.
Fue Veronica Lario la mujer por la que Silvio Berlusconi rompió su matrimonio de dos décadas con Carla Elvira, a pesar de que estuvieron al menos cinco años viviendo una relación secreta. El político había conocido a la actriz en una representación teatral en la que la artista tenía que desnudarse en escena. Su relación duró otros (casi) veinte años, y tuvieron tres hijos en común. Además de Barbara, en 1986 llegó Eleonora y en 1988 Luigi.
Sin embargo, la relación con Veronica Lario no fue mucho mejor que la de su marido con su ex. A la actriz también le ponía los cuernos incesantemente, y ella no se callaba. Varias veces exigió disculpas públicas por parte de Berlusconi, y la gota que colmó el vaso fue tras 19 años de matrimonio. La intérprete aseguró entonces que llevaba una década pensando en dejarle, pero que necesitaba un buen abogado.
En un primer momento, el Tribunal de Milán estableció una pensión de tres millones de euros al mes para Veronica Lario, pero tras varios recursos, el ex primer ministro consiguió que la justicia se pusiera de su lado. En 2019 la sentencia declaró que la exmujer del político tendría que devolver a su exmarido 60 millones de euros, ya que según el Supremo italiano disfrutaba de un "nivel de vida muy alto" y sus hijos ya eran mayor de edad.
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