¿Vas a un festival este verano? Todas las claves para un look perfecto

Empieza la temporada festivalera, quizás la primera en tres años en la que ya hemos dado carpetazo definitivo al miedo al covid. Por eso vuelven a adueñarse de nosotros esas ganas de salir y celebrar nuestro amor por la música en eventos multitudinarios. Pero además de las preocupaciones sobre qué fechas nos interesan, cómo conseguir las entradas, cómo llegar o volver del recinto, también se nos despierta otra gran duda: ¿qué me voy a poner?

El uniforme de festival ha cambiado mucho en los últimos años. Inspirados originalmente por citas icónicas como Woodstock, las tendencias fueron evolucionando a través de Glastonbury, Tomorrowland o Coachella. La influencia de Ibiza o el aire californiano son otras referencias imprescindibles.

Claves para organizar un buen look de festival

Si tienes un festival en la agenda para este verano quizás le estás dando vueltas ya a qué te vas a poner. Estas son las claves a tener en cuenta a la hora de construir tu estilismo.

Ten en cuenta qué tipo de festival es. No es lo mismo ir a un festival como el Sonorama Ribera, en Aranda de Duero, que al Mad Cool, en Madrid. O a Ortigueira, en Galicia, en contraposición con el Dreambeach de Villaricos. No solo es una cuestión geográfica y meteorológica, también de estilo de música de la cita.

Para un festival en zonas como Ortigueira o Aranda de Duero será imprescindible llevar una prenda de abrigo para cuando caiga la noche. También zapatos que puedan mancharse o estropearse, algo que en las citas que tienen un suelo de césped artificial es menos importante.

En un festival como el Sónar de Barcelona, de música electrónica, la ropa que puedes escoger podría ser más en tonos neones y con apuestas dosmileras. Mientras que el Viña Rock de Villarrobledo podría incluir prendas más cercanas al estilismo roquero, tal y como su nombre indica.

Las tendencias del verano 2023

Las tendencias de moda van cambiando, y ya no acudimos a los festivales con los mismos outfits que nos conquistaban antes de la pandemia. Por ejemplo, ya no se lleva la estética boho chic que funcionaba en los primeros años 2010. Ahora se llevan más los tonos neón, rosas, lila y los colores vitamina (naranja, amarillo, verde...), las plataformas o botas cowboy y, por supuesto, los recogidos divertidos.

Además, no se pueden olvidar otras tendencias como los pantalones ultracortos. También el conocido como athleisure (ropa de deporte utilizada para el día a día). Incluso el mermaidcore, es decir, todos los detalles y estilos que recuerdan a una sirena.

Otras microtendencias de las que puedes acordarte es el tie-dye, el patchwork y los años 60 y 70, que se han llevado mucho en los últimos meses.

La clave son los accesorios

Un detalle importante que muchas veces se nos olvida es que un look no se construye solo con la ropa. Además de un top precioso o unos pantalones divertidos, para que el estilismo sea redondo tiene que incluir los accesorios apropiados.

Acuérdate de detalles en el pelo, con diademas, horquillas o todo tipo de abalorios que puedan colocar en tus peinados. Se llevan especialmente los anillos para el pelo.

También son importantes los anillos, pendientes o collares, ¡e imprescindibles las gafas de sol! Están especialmente de moda las que tienen cristales de colores y, dejando de lados los años de las maxigafas, aviador y wayfarer, ahora es mejor apostar por unas más pequeñas, quizás noventeras, y de pasta.