El fin de semana llegó y pasó, y Tamara Falcó ya se ha casado con Íñigo Onieva sin imprevistos (graves). La revista ¡Hola! ha hecho un especial para cubrir esta boda y lo que más llama la atención son las declaraciones de la novia. Evidentemente, tras las polémicas que han rodeado la relación, sus palabras acerca de si se fía o no de su marido no pasan desapercibidas.

La revista ha multiplicado su tirada por tres para cumplir con la demanda de esta esperada y apresurada exclusiva de la boda de Tamara Falcó e Iñigo Onieva. Sorprende que, en la era digital, hayan querido apostar por desvelar en papel, a la antigua, todos los detalles de la ceremonia. Un despliegue mediático que incluye una entrevista con la novia y con Isabel Preysler de esta, pero no con el novio. Y que sobre todo da espacio a la interminable lista de patrocinadores de este evento, desde coches eléctricos hasta tequila, flores, maquillaje, copas o joyas.

Íñigo Onieva y Tamara Falcó se besan en la preboda | EP

Tamara Falcó no cree en supersticiones

El sábado finalmente se pronuncia el esperado "sí, quiero" pese a todos los infortunios que parecieron complicarlo en los meses previos. "No creo en esas supersticiones", dice Tamara Falcó para concluir el impresionante reportaje de la boda. Asegura que todo lo que ha pasado se ha podido solucionar, lo que para ella es una muestra de que el camino que ha tomado es el que Dios ha querido para ella.

Después de meses en los que la broma colectiva es que ese enlace estaba gafado, la novia se encomienda a la fe para creer en que su relación con Íñigo ha sido obra del altísimo. De hecho, el titular de la revista, que se repite una y otra vez a lo largo de las páginas, es que esta ceremonia es "el triunfo del amor".

La revista ¡HOLA! de la boda de Tamara Falcó e Iñigo Onieva | ¡HOLA!

Los detalles más llamativos de la ceremonia

Sin embargo, sí que hubo detalles simpáticos que continúan con el chiste. Como, por ejemplo, que el sacerdote confundiera el nombre de Íñigo por Álvaro, o que tuvieran un pequeño accidente con las velas. Fue Alejandra Onieva, la hermana del novio, quien evitó que fuera a más y apagó el fuego.

Hubo dos vestidos, el primero el que se ve en la portada, de Carolina Herrera como estaba anunciado. Si bien Wes Gordon dijo, y Tamara repite, que su inspiración nupcial era Grace Kelly, la comparación inmediata es con la reina Letizia en su enlace con don Felipe en 2004. Un traje realizado en tan solo cinco semanas, con "silueta abrigo, cola en cascada y confeccionado en crepé de seda blanco marfil, de manufactura española". De manga francesa y escote de corazón, lo más llamativo era la hilera de botones en el frente rodeados de bordados (con hilos de oro, plata y cristal) con hojas de madroño y flores de nardo.

Cabe señalar que el traje estaba hecho con una base de lana, según cuenta Tamara, por lo que no le hubiese extrañado si se hubiera desmayado. Pero para la fiesta, la marquesa de Griñón se cambió para lucir un segundo vestido de gasa con escote palabra de honor. Este nuevo estilismo, también de Wes Gordon para Carolina Herrera, era totalmente opuesto al primero. Vaporoso, con volantes verticales en la falda que le daban movimiento pero no volumen y un romántico lazo en el pecho.

Finalmente, Enrique Iglesias no estuvo en el enlace, como era de esperar. Los motivos no los comprende ni Tamara, que asegura que no entiende por qué su hermano se puede poner ante 50.000 personas en un concierto y no acudir, al menos, a su ceremonia religiosa. El cantante está hecho de otra pasta, porque mientras el resto de hijos de Isabel Preysler han narrado toda su vida en la revista ¡HOLA!, él ha preferido siempre mantenerse apartado.

Tamara Falcó habla de cómo perdonó a Íñigo Onieva

Durante su entrevista, Tamara admite que no fue fácil perdonar a Íñigo Onieva después de conocer que le había sido infiel. Considera, sin embargo, que lo ocurrido les ha reforzado como pareja. "Igual necesitaba aprender el poder del perdón o el amor al prójimo, seguir queriendo cuando alguien te hace daño. Para el novio también ha sido una forma de llegar con honestidad a este momento", asegura la marquesa de Griñón.

Además, admite que ha sido difícil volver a fiarse de su ya marido. Ante la pregunta de si tiene confianza en Íñigo, Tamara responde: "Quiero pensar que sí, porque, si no, no me estaría casando con él. Conozco a amigas que llevan esto... que a lo mejor son muy celosas y siempre tienen sus dudas". Ella dice no sentir celos y sorprende diciendo, textualmente, "pasado pisado".