Este año se cumplieron 10 años de la muerte de Mario Biondo, el que era el marido de Raquel Sánchez Silva en el momento de su fallecimiento. Un caso que, como el de Daniel Sancho, tuvo mucha repercusión mediática en su momento. Primero por la relación con una personalidad televisiva como la presentadora. Segundo, porque se habló de drogas, fetiches sexuales y otros condicionantes que hacían de la historia una verdadera telenovela. Aunque se declaró que la muerte del cámara había sido accidental, la familia del fallecido nunca ha estado de acuerdo con esta teoría.

A pesar de que en un primer momento la familia del cámara y Raquel Sánchez Silva parecían muy unidas, no duró mucho. En los años posteriores a la muerte de su hijo, la madre se ha dedicado a atacar a la presentadora sin descanso y a cuestionar a la justicia española. Por eso el documental Las últimas horas de Mario Biondo, que se estrenó en Netflix el 4 de agosto, era muy esperado.

Sin embargo, duró poco como tema de conversación porque fue totalmente aplacado por la historia de Daniel Sancho asesinando a un médico colombiano en Tailandia.

Mario Biondo y Raquel Sánchez Silva, en el cartel del documental | Netflix

El caso de Daniel Sancho ha dejado a España conmocionada. Un español, miembro de una famosa saga de actores, se ve involucrado en un truculento crimen. Una historia de película en la que parece que cada ingrediente es más inverosímil que el anterior, pero que encima está debidamente aderezado por la crónica social. Conocemos su vida, a su padre, a su abuelo, las circunstancias de su nacimiento y cómo ha crecido, por lo que nuestra sensación de cercanía con el asesinato parece mayor.

A lo largo de los años, determinados crímenes han impactado a la opinión pública y se han convertido después en productos culturales en sí mismos. Por ejemplo, el conocido caso de José María Jarabo en los años cincuenta: un hombre de buena familia y muy popular en la noche madrileña que acabó con la vida de cuatro personas. Fue condenado y el último en morir por garrote vil en España. Curiosamente, Sancho Gracia, el abuelo de Daniel Sancho, interpreta al asesino en el episodio que le dedicaron en la serie de televisión La huella del crimen.

Sancho Gracia en 'La huella del crimen', donde interpreta a Jarabo | RTVE

El fracasado intento de asesinato a Josep Maria Mainat

En junio de 2020, cuando aún estábamos con el shock de la pandemia, saltó a la escena pública una noticia que parecía imposible de creer. El productor de televisión y fundador de La Trinca Josep Maria Mainat había sufrido un intento de asesinato por parte de su exmujer, Ángela Dobrowolski.

Habían roto su relación pero Ángela aún pasaba algunas noches en casa para estar con sus hijos. El proceso de divorcio supondría que dejaría de tener acceso al patrimonio del productor, por lo que decidió tomar cartas en el asunto.

La Fiscalía pidió 16 años de cárcel para Dobrowolski por presuntamente intentar matar a Mainat, ex miembro de La Trinca | EP

Supuestamente, la madrugada del 22 al 23 de junio de 2020, Mainat dormía cuando le despertó Ángela para inyectarle "un medicamento para adelgazar" que tomaba desde hacía tiempo, así que accedió. Sin embargo, le inyectó insulina para que sufriera una hipoglucemia mientras dormía y que así no pudiera reaccionar. Pero, según señalaba el fiscal en el juicio, llamó a urgencias en el último momento para intentar encubrir su plan y cuando el productor se despertó del coma la acusó de haber querido matarle.

El hijo de Andrés Pajares al que acusaron de matar a Versace

Cuando en verano de 1997 Andrew Cunanan acabó con la vida de Gianni Versace, el hijo de Andrés Pajares estaba en Estados Unidos estudiando interpretación. El asesinato del conocido diseñador había tenido lugar Miami, fueron dos disparos los que mataron al italiano.

Dos días después, el 17 de julio, Andrés Burguera era detenido por la policía en Nueva York nada más salir de la peluquería: "¡Pensaba que era el fin. Estaba boca abajo y sin poder hablar. La cosa era seria. Escuchaba hasta el helicóptero sobrevolando la zona", aseguraba el protagonista a la revista Lecturas años después.

Andrés Burguera, hijo de Andrés Pajares en una foto de archivo reciente | EUROPA PRESS

El crimen impactó a Hollywood y a la crónica rosa, pero la realidad es que Andrés no tenía nada que ver. Simplemente un ligero parecido con el asesino y la mala suerte de compartir el mismo nombre. Le detuvieron y llevaron a comisaría, pero se aclaró la confusión rápidamente cuando Andrés decidió llamar al consulado de España.

El vicecónsul le creyó y se presentó en comisaría para aclarar lo que había ocurrido, por lo que pusieron en libertad al hijo de Andrés Pajares. Le dejaron marchar con una disculpa y una "especie de green card", un documento que le permitía vivir y trabajar en Estados Unidos a largo plazo. Una historia que, pese a tener su origen en un asesinato, terminó con final feliz para Andrés.

La historia del asesinato de Gianni Versace se cuenta en la segunda temporada de American Crime Story.

La secta de Allison Mack que marcaba a mujeres como ganado

Otra historia negra de Hollywood es la que vivieron varios actores de la serie Smallville, que se vieron involucrados en una secta sexual que marcaba a las mujeres como ganado. Allison Mack era la coprotagonista de esta conocida serie que narra los comienzos de Superman pero, tras las cámaras, la inseguridad y la ansiedad se apoderaban de ella.

Es por eso que empezó a hacer unos cursos en la empresa NXIVM, unos talleres que se centraban en el empoderamiento y la autoayuda. Allí conoció al líder, Keith Raniere, con quien se supone que desarrolló una relación sentimental. Poco a poco empezó a verse totalmente abducida por esta organización que aunque decía estar enfocada en la superación de traumas y otros conflictos internos, llevaba a cabo otras prácticas a puerta cerrada.

Allison Mack a la salida del juicio

Dentro del paraguas de NXIVM, Allison Mack había creado una organización solo para mujeres llamada DOS. Después de la denuncia de varias víctimas se descubrió que estaban reclutando a jóvenes para obedecer las órdenes de Keith Raniere. A él se ofrecían las participantes como si fueran ofrendas, y se les obligaba a hacer todo tipo de sacrificios degradantes para satisfacer los deseos del líder.

Entre las exigencias de DOS a sus víctimas estaba la de grabarse la piel a fuego con una marca. Un símbolo que juntaba las iniciales de Keith Raniere y Allison Mack, y que se quedaría para siempre en el cuerpo de las mujeres que formaban parte de esta organización.

El documental The Vow explica con imágenes y testimonios cómo se desarrolló la secta.

Cuando Charlie Chaplin y William Hearst se vieron involucrados en la muerte del productor Thomas Ince

La historia de la muerte de Thomas Ince es, quizás, más famosa que el propio productor. Todavía a día de hoy, casi un siglo después, se desconoce si falleció de causas naturales o por un asesinato, porque los rumores corrieron tras la noticia de su fallecimiento.

Todo empieza durante un día de noviembre con algunos de los hombres más poderosos de Hollywood de la época. William Randolph Hearst y su pareja, Marion Davis, Charlie Chaplin y Thomas Ince estaban dando un paseo en el yate del poderoso empresario, el Oneida, cuando todo se torció. La versión oficial es que el productor empezó a encontrarse mal y falleció de causas naturales, un ataque al corazón o de una indigestión.

Sin embargo, el rumor que ha corrido por Hollywood y por los medios de comunicación es que Hearst le disparó por error al querer apuntar a Chaplin. Al parecer, el empresario sospechaba que el actor pudiera tener un romance con Marion Davis, por lo que organizó este viaje con la intención de descubrir la verdad.

Estos rumores fueron alimentados por la edición vespertina de Los Angeles Times al día siguiente (pero no en la de la tarde), y mantenidos durante años en los temas de conversación de Hollywood. Y por supuesto dio lugar a una película: El maullido del gato (2001).

El caso que ató a las Kardashian con la vida pública

O.J. Simpson era una estrella del fútbol americano reconvertido en actor, con enorme carisma y una sonrisa que conquistaba a las masas. Se movía con gente adinerada de Los Ángeles y tenía la vida resuelta en Hollywood. Pero el 12 de junio de 1994 aparecieron muertos su exmujer, Nicole Brown, y un amigo de esta.

El caso conmocionó a Estados Unidos porque el primer acusado fue O.J. Simpson, y el caso fue viral antes de que existieran las redes sociales. En su equipo de defensa estaba Robert Kardashian, el padre de unas todavía desconocidas Kourtney, Kim y Khloé. Ya se había separado de Kris, que se había vuelto a enamorar de Bruce Jenner (ahora Caitlyn).

Los Kardashian eran amigos de la familia de O.J. y Nicole, de hecho las hijas de Robert tenían edades parecidas a las de la fallecida. El caso atrajo tanta atención mediática que la especulación y la sed de noticias llegaron a salpicar al ahora popular klan. Inicialmente fue declarado no culpable, pero tres años después un tribunal civil estableció lo contrario.

La historia se puede ver en la primera temporada de la serie American Crime Story.

El truculento asesinato de Sharon Tate

La belleza y encanto natural de Sharon Tate, que aún se recuerda como gran icono de los años sesenta, fue de golpe arrebatada por la banda de Charles Manson el 9 de agosto de 1969. Su caso dejó al mundo sin habla, porque además de ser una estrella al alza y estar casada con el popular director Roman Polanski, estaba embarazada de su primer hijo.

Sharon Tate en un fotograma de 'El valle de las muñecas'

Durante varios meses, Hollywood vivió una verdadera psicosis porque se desconocía el motivo de los asesinatos. Fue uno de los motivos por los que los famosos empezaron a colocar sistemas de seguridad y guardaespaldas en sus hogares. Algunos incluso se llevaron a sus hijos lejos de las colinas de Los Ángeles, a un lugar seguro.

No fue hasta noviembre que una de las implicadas confesó el caso mientras estaba detenida por otros motivos. Charles Manson y su "familia" se hicieron casi tan famosos como la propia Sharon Tate, cuya popularidad creció exponencialmente tras su muerte.

La historia la cuenta, a su manera, Tarantino en la película Érase una vez en Hollywood.