Después de poco más de un año de matrimonio y un noviazgo de siete, Britney Spears y Sam Asghari han roto. Lo adelantó ayer la web TMZ y lo confirmó ET: Asghari habría solicitado el divorcio por diferencias irreconciliables con la super estrella del pop. Al parecer, la decisión se produjo después de una fuerte discusión a propósito de los rumores de infidelidad de Spears, que ella por supuesto ha negado. 

La noticia salta después de que en las últimas semanas la pareja apareciera muy unida en las redes sociales, como por otro lado acostumbran. Asghari fue uno de los apoyos de su esposa tras el incidente de julio en Las Vegas con el guardaespaldas de la estrella de la NBA Victor Wembanyama

"Britney y Sam han tenido altibajos a lo largo de su relación, se quieren mucho, pero también discuten mucho”, ha explicado a ET una fuente cercana de la pareja. “A veces sienten que sus necesidades no están completamente satisfechas. Últimamente las cosas se pusieron feas y las discusiones se volvieron más serias”.

Según la misma fuente, la relación entre ellos se hacía más tensa cuando pasaban tiempo separados. Además, ambos tenían ideas diferentes respecto al futuro de su relación, lo cual habría supuesto el detonante definitivo.

Spears, de 41 años, y Asghari, de 29, comenzaron su relación en 2016, después de conocerse durante el rodaje del vídeo de “Slumber Party”, pero fue en junio del año pasado cuando contrajeron matrimonio en una ceremonia celebrada en su casa de California. Un enlace íntimo pero espectacular, presenciado por un selecto grupo de personalidades como Madonna, su compañera de correrías juveniles Paris Hilton, actrices como Selena Gómez y Drew Barrymore y la diseñadora Donatella Versace, responsable del vestido de novia de Spears.

Aunque Britney le hizo firmar un acuerdo prenupcial, el abogado de Asghari ha adelantado, según TMZ, que su cliente tiene intención de impugnarlo. De momento, va a solicitar una manutención y el pago de los honorarios del letrado.