Este viernes 1 de septiembre Maggie Civantos da un salto al vacío. Se estrena en cines su película El Juego, una historia íntima y sincera sobre el amor en tiempos del confinamiento. ¿Y por qué es tal reto, si la actriz lleva años delante de las cámaras? Pues porque este es su estreno como productora, una aventura que todavía el miércoles durante la premiere en Madrid le hacía un nudo en el estómago.
"No he dormido nada", admitía Maggie Civantos en la alfombra roja. Lucía un impresionante conjunto de lentejuelas color vino y estaba guapísima incluso sin una buena noche de sueño. "Deseo muchísimo que guste porque está hecha con mucho amor", decía la actriz sobre su película, rodada en blanco y negro con Nico Furtado como coprotagonista y Paco Sepúlveda como director novel. El proyecto "parte de una idea loca", añade.
Una tendencia al alza en el mundo del cine
Maggie Civantos sigue los pasos de otros tantos actores que toman la decisión de lanzarse a producir sus propias ideas. Es una tendencia al alza en el mundo del cine que, además, entre las mujeres tiene un significado aún más especial. Quizás como consecuencia del Me Too o como evolución natural del feminismo, la conversación sobre el papel de las mujeres en el cine ha ido tomando relevancia.
Las actrices reclaman más poder de decisión, mejores personajes, más peso en las producciones... en definitiva, más oportunidades. Y ya no es solo que siempre se dé alas al mismo estereotipo de mujer, es que determinados perfiles se ven olvidados. "Se pasan meses o años sin llamarte", nos cuenta Itziar Castro. La intérprete de Vis a vis también ha probado suerte con la producción, y dice que no es algo que se haga por ambición de producir sino por necesidad de trabajar.
"Cuando no te llaman o te buscas la vida o no comes, así que nos liamos todos la manta a la cabeza, que no nos apetece. A ti te apetece que te llamen de una serie como Cuéntame, que dure 25 años, y estar tranquilamente trabajando en unos meses y poder comprarte una casa", comenta Itziar con sentido del humor.
En su caso, en los próximos meses estrenará un corto dirigido, producido, escrito y protagonizado por ella misma. Se llama La cita y es "un bollodrama basado en hechos casi reales, pero con una comedia romántica".
"No nos dan la posibilidad a las gordas de ser la protagonista de una comedia romántica sin que sea el hándicap. En plan 'pobrecita, ella se siente mal consigo misma'. Entonces yo me he creado eso que hubiese querido ver siempre de pequeña", nos explica Itziar Castro.
Amor por las historias sin contar
La experiencia de Maggie Civantos es diferente, pero le lleva por el mismo camino. "Fue casi sin darme cuenta, fue un acto de inconsciencia", cuenta de El Juego. En su caso, se lanzó a la piscina porque no encontraba a nadie dispuesto a hacerse cargo de esta historia tan bonita. "Intentamos buscar un camino más convencional de producción, pero al final el problema que encontramos es que era una película muy pequeña para productoras grandes y no les interesaba", nos confiesa la intérprete.
"Creo que hay un vacío en España con películas independientes, creo que hay productoras grandes que producen con un presupuesto determinado, y todo lo que se sale de ahí es más difícil encontrarlo. Al menos nosotros no lo encontramos", añade.
"Ha sido un acto de pasión, por querer contar y querer aportar nuestro granito a la industria. Y con mucho esfuerzo porque no hemos tenido el respaldo, lo levantamos nosotros, buscamos la financiación nosotros sin ninguna productora", añade la actriz, que además es protagonista del filme. Para ella ha sido como un máster, ha aprendido sobre la marcha y ha tenido muchos momentos en los que se ha preguntado por qué había tomado esa decisión.
Un sector menos cruel de lo que parece
Al escuchar estas historias de Maggie Civantos e Itziar Castro se refuerza la idea de que la industria del cine es un lugar hostil. Sin embargo, a la premiere de El Juego acudieron varias de las amistades de la actriz y recién estrenada productora. Gente del sector que quiere apoyar a su amiga, como es el caso de Brisa Fenoy o de Nadia de Santiago.
En el caso de Nadia, con quien Maggie coincidió en Las chicas del cable, también ha habido ocasiones en las que ha tenido que sacar adelante sus propios títulos. Fue el caso de A quien dices amar y Un cuento al revés, dos cortos de 2019 en los que la intérprete dio el paso hacia la producción ejecutiva. También en El tiempo que te doy, en cuya creación participó.
Según nos cuenta Nadia, durante el rodaje de El Juego habló varias veces con Maggie de los retos a los que se enfrentaba como productora. Compartieron confidencias e incluso algún que otro contacto que pudiera ser de ayuda. La prueba de que el cine no es tan cruel y competitivo si tienes una mano amiga que coger.
"Es muy valiente y no es nada fácil. Llevo muchos años en la profesión pero nunca había sido consciente de todo el trabajo que hay detrás, de cómo un equipo de cien personas se pone de acuerdo. Y no se termina en la preproducción y en el rodaje, después te queda un camino increíble hasta que sale la película", admite Nadia de Santiago. Y sin embargo, merece la pena.
Todo porque no queden historias importantes sin contar.
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