La historia del ahijado anónimo de don Felipe que se ha casado en Gijón con la presencia del monarca

Este fin de semana se casó en Gijón Felipe López con Lorena Meana. Dos personas anónimas que, sin embargo, contaron con la presencia del rey Felipe en el día de su boda. ¿Cómo es esto posible? El monarca es el padrino del novio. La explicación comienza hace más de treinta años en el pequeño pueblo asturiano de San Esteban de Cuñaba, muy cercano a Cantabria, y de solo 1.500 habitantes.

En 1990 San Esteban de Cuñaba había sido nombrado primer Pueblo Ejemplar de Asturias, dando comienzo a una tradición que forma parte de los eventos que organizan con motivo de los premios Princesa de Asturias. Y el 18 de diciembre de ese mismo año nació en la localidad el primer bebé en dos décadas. Así que, a propuesta de Graciano García, fundador y director de la Fundación entonces, don Felipe aceptó ser su padrino.

Felipe se convirtió en padrino de Felipe

Por supuesto, don Felipe era príncipe todavía y los premios y la fundación llevaban su nombre. Ahora la presidenta de honor es Leonor y, por tanto, han cambiado para llamarse Princesa de Asturias.

Los padres de este bebé, Eugenio y Milagros, pretendían llamar a su hijo Andrés, tal y como recuerda El Comercio de Gijón, pero al conocer el honor que tendría su hijo decidieron cambiarle el nombre. Así fue como Felipe López se convirtió en ahijado del ahora rey Felipe.

Además, la relación entre padrino y ahijado ha sido siempre muy cercana. El rey nunca ha pasado por alto su compromiso con la familia y ha estado presente en todos los momentos importantes. No siempre en persona, ya que por ejemplo no pudo acudir a su bautizo o comunión, pero sí le mandaba cartas o hablaban por teléfono año tras año. Además, siempre estaban invitados a los premios en Oviedo, y las respectivas familias se unían durante estos días en octubre para tener una charla.

Se ven todos los años

Y por ejemplo, le preguntaba cómo iba en los estudios, lo que hacía que Felipe López se esforzara más para poder darle siempre buenas noticias. Lo cuenta él mismo, que vive en Madrid desde que empezara a estudiar Derecho y Dirección y Administración de Empresas en la Universidad de Comillas-ICADE. Para él ha sido "un regalo" que el monarca acudiera a su boda, celebrada en una pequeña capilla a las afueras de Gijón, con 200 personas entre los invitados.

Este sábado el rey Felipe llegaba a la iglesia de San Salvador de Deva por sorpresa. No había confirmado si acudiría a la boda, pero apareció en el templo, situado en medio de la naturaleza, poco antes de la una. Le recibió el novio, con quien entró en la capilla a la espera de la novia, que es farmacéutica. Después del enlace, el monarca acudió al Palacio de Valdesoto, en la localidad cercana de Siero, para disfrutar de los aperitivos y la sidra del convite. Sin embargo, no se pudo quedar a la comida y regresó a Madrid.

Don Felipe tiene 15 ahijados

Se conocen solo algunos de los ahijados de don Felipe, entre los que están, por supuesto, sus sobrinos: Victoria Federica de Marichalar y Miguel Urdangarín. También otros príncipes y princesas europeos, como Ingrid de Noruega (segunda en la línea de sucesión, después de su padre Haakon) o Ernesto de Hannover Jr. En el caso de este último, el Rey no acudió a la boda, que se celebró en Alemania en 2017. En su defensa cabe señalar que Ernesto Jr tampoco había acudido a la suya con Letizia.

Don Felipe también es padrino de Vincent, uno de los mellizos de Christian y Mary de Dinamarca. De Isabelle, hija del príncipe Carlos Felipe de Orleans. Y de Constantino Alexios, hijo de Pablo de Grecia y Marie Chantal. María, la hija de Simoneta Gómez-Acebo; y Luis, hijo de Beltrán Gómez-Acebo; también gozan del privilegio de ser ahijados del Rey. Además, Álvaro, hijo de su amigo Álvaro Fuster, es también parte de este selecto grupo.

Se sabe que a lo largo de los años, el rey Felipe ha apadrinado a más hijos de amigos, pero no se conocen sus nombres ni sus identidades.