Edmundo Arrocet, tras la muerte de María Teresa Campos: "En seis años, Terelu fue a su casa unas diez veces"

Un mes después del triste fallecimiento de María Teresa Campos, Edmundo Arrocet, de 73 años, ha ofrecido una dura entrevista a la revista Diez Minutos donde habla de su relación y la familia. Unas explosivas declaraciones en donde carga contra Terelu y Carmen Borrego, pero también tiene palabras de cariño para la desaparecida presentadora.

"En los seis años que estuve en casa de Teresa, Terelu solo fue 10 u 11 veces y Carmen ni eso… Los únicos que iban mucho y les tengo un inmenso cariño es Alejandrita, que pasaba horas con la abuela. Y José María, que vivió un tiempo en casa", asegura Edmundo Arrocet. No tiene relación con las dos hijas de María Teresa y no tiene intención de darles el pésame durante su visita a Madrid. Sin embargo, sí le gustaría hablar con los nietos de la presentadora.

Una afirmación que sorprende y contrasta con los testimonios de las hijas de la presentadora, que siempre han mostrado extrema preocupación y atención por su madre. Sobre todo en los últimos meses, en los que necesitaba ayuda para el día a día y en donde su estado de salud se había deteriorado gravemente.

Asegura que no dejó a María Teresa por WhatsApp

"No solo fui cuidador nocturno, me ocupé de arreglar y solucionar los múltiples problemas que surgían", comenta el chileno, que califica a María Teresa de "abierta, afable, simpática y muy alegre". Salieron juntos durante seis años y finalmente la relación terminó repentinamente en diciembre de 2019.

Según contó más tarde la presentadora, el cómico la había dejado por un mensaje de WhatsApp y no había vuelto a verle. Algo que él ahora desmiente. Fue a comienzos de 2020 cuando la madre de Terelu Campos acuñó la mítica frase: "Que se acabe Edmundo no significa que se acabe el mundo".

El motivo de la ruptura

Para Edmundo el motivo de la ruptura fueron los celos de María Teresa: "La iban intoxicando con falacias y desarrolló una desconfianza que no se correspondía con la realidad". Además, añade que "la desconfianza fue ajando la relación".

El cómico cuenta que "Teresita", como él llama cariñosamente a María Teresa Campos, quería que se casaran.

"Para que a mí me quedase una pensión", recuerda el humorista en su vuelta a España tras la muerte de la presentadora. Sin embargo, asegura que cuando estaban de viaje era él quien pagaba todos los gatos de la icónica comunicadora.

Pretende así defenderse de las acusaciones que ha recibido durante todos estos años, que aseguraban que había querido aprovecharse económicamente de ella.