Con casi un millón de seguidores en Tik Tok, Pablo Meixe conquista a público de toda la geografía española con su marcado acento gallego. Se autodenomina como cómico, mimo y payaso, pero en un ratito de charlar con él parece que es mucho más que eso. Este influencer de 30 años viene a Madrid listo para tomar la capital con su talento, con el que ya se ha hecho un hueco en redes sociales. Originario de un pueblo de Santiago de Compostela, lleva años creando vídeos en internet, pero el éxito llegó de repente.

Empezó subiendo vídeos en gallego, su lengua materna, pero "nunca había llegado a cuajar" y había perdido la motivación a medida que iba sumando responsabilidades a su agenda. Antes de la pandemia, Pablo Meixe se dedicaba al teatro, hacía animación los fines de semana, y era monitor de tiempo libre con niños. Pero al llegar al covid se quedó sin trabajo y "se acabó todo", así que volvió a dedicar su día a día a las redes sociales, esta vez en español.

En cuestión de tres meses tuvo "su primer viral" y en un año había alcanzado ya los cien mil seguidores en Tik Tok. En Instagram, que es la red social que más valoran las marcas, tardó mas tiempo en conseguir repercusión, pero también llegó. A día de hoy tiene más de 150.000 followers en la plataforma de Meta.

Pablo Meixe, ¿presentador de formatos en directo?

Conocimos a Pablo Meixe esta semana en un evento en el que demostró que tiene tablas suficientes como para salir de las redes sociales. Actuó como presentador en un evento organizado por Popeyes, una cadena estadounidense de pollo frito que celebraba sus 100 restaurantes en España.

El acto era perfecto para que probara su capacidad de dominar un escenario y diferentes tipos de formatos: un concurso de cocina. Un reto que enfrentó a Belén Esteban, Ceciarmy, Ana Brito y Josie para ver quién hacía las mejores alitas y hamburguesa de pollo al estilo de la marca.

Ceciarmy y Belén Esteban compitieron para ver quién cocinaba el mejor pollo en un evento de Popeyes que presentó Pablo Meixe | Popeyes

Le vimos interactuar con el público y con los concursantes al mismo tiempo que recibía el feedback de los compañeros del equipo técnico a través de un pinganillo. Porque sí, fue un acto en directo, pero bien podría haber servido como un casting para demostrar que está preparado para proyectos mayores.

Luciendo una original camisa con detalles amarillos y unos pantalones altos de color camel, Pablo Meixe hacía además bandera de su original estilo. Sin faltar detalle, porque llevaba las uñas con los colores de la marca. En un sector como el del humor, donde hasta hace poco había tan poca diversidad, puede resultar algo chocante encontrar a alguien que no participe al 100% de los roles de género.

En otra tanda, Josie y Ana Brito también compitieron ante la atenta mirada de Pablo Meixe. Finalmente el ganador del premio de Popeyes por su pollo frito fue Josie | Popeyes

No es todo el humor, en su caso también cabe un poquito de reivindicación: "Esta forma de vestir empecé a hacerla a los 26, hará cuatro años o así. Tampoco me quiero abanderar de una forma de vestir queer porque no pertenezco al colectivo, aunque lo respeto evidentemente. Creo que tienen mucho que aportar y ellos son los protagonistas. Yo he cogido ciertos atributos porque creo que ya es hora de ir rompiendo con los roles de género que tanto nos oprimen".

También es monologuista

A diferencia de otros creadores de contenido, Pablo Meixe se dedicaba al entretenimiento antes de las redes, por lo que "tiene tablas". Su pasado en el teatro y en la animación, e incluso su paso por la televisión gallega, le ofrecen una perspectiva que le ha permitido conectar con el público desde un lado tan cercano como profesional. De hecho, hace monólogos y tiene pendiente el estreno de un nuevo espectáculo transmedia que estrenará el próximo 3 de noviembre en Santiago.

Se llama Meixeverso, y es "no es un monólogo normal", es un espectáculo "muy divertido" de una hora y cuarto con banda sonora en directo hecha específicamente para el show, según nos cuenta él. Es una "paja mental" que él se ha montado, y lo estrena, por supuesto, en su ciudad, Santiago, el 3 de noviembre. Pero continuará Ourense el 4 de noviembre y el 3 de diciembre en Vigo, para el 13 de enero presentarlo en Madrid.

El cambio de vida a llegar a Madrid

La llegada a Madrid de Pablo Meixe ha estado marcada por una experiencia bastante universal que es, precisamente, la soledad en la gran ciudad. Cuando empezó a tener éxito en las redes sociales, y cada vez le llamaban más para acudir a eventos o trabajar en la capital, decidió que tenía que dar el paso. Le dio vértigo, pero después de varios meses viviendo aquí ya se ha convertido en uno más.

"La gente le tiene mucho cariño a lo gallego, al acento", nos cuenta. Admite que se ha sentido bien recibido, también, por otros influencers y paisanos gallegos que ha conocido en Madrid. Sin embargo, nota la ausencia de la terriña, no solo en los aspectos familiares y personales, también como creador de contenido.

"Se nota por el espacio. En mi casa en Galicia vivo en una casa con un prado grande, atrás tengo todo monte, me da mucha libertad para grabar. Tengo el coche allí, tengo la moto, para hacer distintos personajes... y aquí en Madrid como tengo un piso pequeño, no me caben muchas cosas. Tengo mi ropa, mi ordenador, y poco más. Entonces tengo que ser un poco más creativo", admite. En cambio, sus vídeos siguen triunfando como si nada hubiera pasado. Uno de los últimos que ha publicado esta semana tiene más de 190.000 likes.

Cuando le preguntamos si se escribe guiones antes de hacer vídeos dice que no siempre. "No me gusta meterme frases muy a cañón me limita creativamente", comenta con una sonrisa. Eso sí, cuida mucho el tipo de humor que transporta a su perfil. Por ejemplo, intenta no hacer uso de los chistes "casposos" que hace unos años podrían haber funcionado. Quiere que su humor refleje su personalidad, pero evita dar nombres de aquellos cómicos con los que no quiere compararse.

Pablo Meixe, el cómico que llega dispuesto a arrasar en Madrid | MOG

Algo que sí tiene en cuenta, es que el humor funciona de diferentes maneras dependiendo de dónde estés en la península. A su parecer, en el norte tienen un tono muy homogéneo, pero en el sur entienden diferente su ritmo, en Cataluña y Valencia también y, por supuesto, en Madrid. "Son bloques distintos, yo los disfruto todos, pero es verdad que en Andalucía me cuesta más hacerles reír", admite.