Esta semana Meryl Streep (74 años) ha causado sensación en Asturias, adonde ha viajado acompañada de su hermano para recibir el Premio Princesa de Asturias. Un detalle que había llamado la atención de todo el mundo, ya que la actriz lleva desde 1978 casada con Don Gummer. No ha sido hasta este viernes de madrugada cuando Page Six ha podido confirmar que la pareja lleva separada al menos seis años.

Una noticia que ha sorprendido a sus seguidores y que ha roto la idea de que su matrimonio era uno de los más estables de Hollywood. La última imagen de Meryl Streep y Don Gummer (76) juntos es de los premios Oscar de 2018. Sin embargo la actriz ha seguido llevando su anillo de casada. De hecho, lo ha lucido en sus apariciones públicas en los premios Princesa de Asturias.

Meryl Streep, este viernes a su llegada al Teatro Campoamor de Oviedo. En su mano izquierda puede verse su alianza. | Paco Paredes / EFE

Se conocieron tras la muerte de John Cazale, pareja de Meryl

Meryl Streep y Don Gummer se conocieron en 1978, cuando precisamente el hermano de la actriz le presentó a este escultor con un doctorado en letras. En ese momento, la intérprete de Memorias de África acababa de perder en marzo al que era su novio, el actor de El Padrino John Cazale, a quien había conocido en el rodaje de The Deer HunterEl cazador–, de Michael Cimino.

Sin embargo, surgió el amor y en septiembre del mismo año se casaron. En noviembre de 1979 nació su primer hijo, Henry Wolfe, que tiene ahora 43 años y es cantautor y actor. Le siguieron Marie Villa, actriz de 40 años conocida como Mamie Gummer, de 37, y Grace Gummer, que también ha seguido los pasos de su madre. La más desconocida es quizás Louisa, la pequeña, de 32 años, aunque también se dedica a la interpretación.

Por supuesto, el matrimonio ha tenido también nietos. De Henry tienen dos, de Mamie otros dos y finalmente Grace ha sido madre este mismo año.

Llevaban su relación en privado, lo que podría explicar por qué han pasado tantos años hasta que hemos descubierto su separación. "Don es un hombre de pocas palabras, soy yo quien mantiene un flujo constante de charla en casa. Él me escucha muy pacientemente y luego vuelve al trabajo", comentaba Meryl en una entrevista con Bussiness Insider en 2015.