El romance que más ha sorprendido de este año termina antes de que empiece 2024. Kendall Jenner, la modelo de 28 años de la familia Kardashian, y Bad Bunny, hijo predilecto de la música latina en Estados Unidos, de 29, han puesto fin a su relación tras diez meses juntos. Sin duda, la noticia ha llamado tanto la atención como lo hicieron los primeros rumores de que existía algo entre ellos.

Sobre todo cuando la noticia llega semanas después de que se les viera juntos por última vez. Bad Bunny y Kendall Jenner fueron fotografiados juntos a finales de octubre en la fiesta después de Saturday Night Live, cuando el cantante participó en el espectáculo televisivo. Desde entonces han sido su hermana, Kylie, y Timothée Chalamet quienes han atraído toda la atención de la prensa con sus apariciones públicas.

Kim Kardashian y Kendall Jenner en un partido de fútbol. | EUROPA PRESS

La primera vez que fueron vistos juntos fue en febrero de este mismo año, cuando fueron a una cita doble con Justin y Hailey Bieber. Les habían presentado amigos comunes después de que el puertorriqueño se estableciera en Los Ángeles. Aunque en un primer momento se pensó que lo suyo sería un romance fugaz, en verano su relación se afianzó y en septiembre hicieron su debut oficial juntos.

Críticas y rumores

La primera pregunta que surgió cuando comenzó la relación entre Kendall Jenner y Bad Bunny es si podían o no comunicarse. El cantante puertorriqueño tiene fama de hablar mal inglés, como bien bromearon una y otra vez en Saturday Night Live. Sin embargo, no ha parecido un impedimento para su relación.

Bad Bunny junto a Sergio Pérez en la F1 de Mónaco. | EUROPA PRESS

Incluso en un vídeo que publicó el artista con su chica en medio de la naturaleza, viendo una ardilla, se oía: "Mami, be careful". La modelo respondía preguntando si le preocupaban las enfermedades del animal, a lo que el intérprete de Moscow Mule contestaba: "The mosquitoes".

Otra de las críticas que se vertieron contra ellos fue precisamente por su aparente incompatibilidad. Algunos aseguraron que se trataba de una estrategia mediática para introducir a Bad Bunny en la cultura popular estadounidense. Un plan publicitario para hacerle más popular entre aquellos que no hablaban inglés, a pesar de que el artista ya era el más popular del año en Spotify el pasado año (y el anterior).

El propio Bad Bunny admitía en una entrevista que estaba intentando mejorar su inglés, ya que solo lo hablaba con una sola persona. Sin embargo, parece que estos intentos no han sido suficientes y su relación con Kendall Jenner ha llegado a su fin.