Mean Girls, que en España se tradujo como Chicas Malas, se estrenó en 2004 y se convirtió en un instantáneo objeto de culto. Es la película mejor valorada de Lindsay Lohan, su protagonista, y a día de hoy sigue siendo actual y polémica. ¿Qué podría motivar a Tina Fey, su guionista, para volver a hacerla veinte años después? Con nuevo reparto, encabezado por Renée Rapp, y alguna que otra aparición sorpresa, el filme intenta alcanzar a una nueva generación de divinas... a través de la música.

Este viernes 12 de enero se estrena en España Chicas Malas, edición 2024. Una nueva versión de la historia basada en el musical de Broadway que, a su vez, está hecho a partir de la película original. El filme es uno de los tres proyectos que convivirán en cartelera en las próximas semanas que son musicales y que, sin embargo, no han sido marketeados como tal. Los otros dos son Wonka y El color púrpura.

Póster de 'Chicas Malas' (2024), con Reneé Rapp al frente en el papel de Regina George.

Los musicales "no se llevan" pero el rosa sí

Una de las frases más populares de Chicas Malas establece la norma de que los miércoles hay que ir de rosa. Por lo tanto, se espera que las salas de cine vuelvan a llenarse de multitudes vestidas de rosa, al igual que durante el verano pasó con Barbie. Y, de hecho, la firma de maquillaje española Krash Cosmetics se encargó de hacer los preestrenos a prensa e influencers regalando sombras de ojos rosas para un total look.

De la misma manera que Chicas Malas, la de Greta Gerwig tampoco se vendió como un musical a pesar de que tiene varias escenas musicales. Margot Robbie no canta, pero comienza la película con un número musical, y el momento más viral del filme es la canción de Ryan Gosling I'm just Ken.

Sin embargo, Chicas Malas comienza con canción y los más críticos del género pasarán los primeros minutos temiendo que toda la película sea cantada. No lo es. Hay largas conversaciones habladas sin una pizca de música, pueden estar tranquilos.

La versión de 2024 reinterpreta la original con ciertas renovaciones, como nuevos estilismos y bromas actualizadas. Sin embargo, mantiene una trama sobre esconder la sexualidad de una de las protagonistas y otra sobre dietas y subidas de peso. También permanece el bullying y las jerarquías en el instituto, que son al final dos de los ejes de la historia.

Cady, el personaje de Lindsay Lohan en la original, lo interpreta ahora Angourie Rice, una joven actriz australiana de 23 años que ha protagonizado ficciones como Honor Society, Senior Year o Mare of Easttown. Y a pesar de su amplio recorrido y de que la historia gire entorno a ella, la protagonista termina siendo Reneé Rapp en el papel de Regina George. La artista coge así el testigo de Rachel McAdams, que dio vida a la icónica divina original.

¿Quién es Reneé Rapp?

Con 24 años recién cumplidos, Reneé Rapp es la nueva estrella en ciernes a quien seguir la pista. En 2019, esta joven actriz fichó para interpretar a Regina George en la edición de Broadway de Chicas Malas, que para entonces ya había sido nominado a doce premios Tony. La pandemia puso fin a la obra, pero nadie podía parar ya al fenómeno que es esta chica.

Reneé Rapp no estará en la tercera temporada de 'La vida sexual de las universitarias', que se puede ver en HBO.

En 2020 Reneé Rapp fichó por La vida sexual de las universitarias, una ficción de Mindy Kaling para HBO, donde daba vida a una estereotípica chica rica, rubia y guapa estadounidense. Sin embargo, no es tan cliché: su aparente actitud altiva y distante no es otra cosa que inseguridad. No le ha dicho a su familia que es lesbiana y tiene miedo de sus reacciones.

Rápidamente se convirtió en el personaje favorito de millones de fans, pero la euforia no duró mucho: después de la segunda temporada, la actriz ha decidido abandonar la serie y centrarse en su carrera como cantante. Y tiene sentido, porque acumula casi millón y medio de seguidores en Instagram y casi dos millones en Tik Tok. Sus canciones se han hecho virales en la aplicación de vídeos y es una de las artistas más relevantes de las nuevas generaciones.

En la vida real, Reneé Rapp se ha identificado públicamente como bisexual, aunque admite haber sufrido de homofobia internalizada. También ha sentido cómo compañeros de trabajo cuestionaban su orientación sexual cuando salía con hombres de vez de mujeres.

"No creo que sea representativa del colectivo porque soy una mujer blanca bisexual", admite ella. No quiere ser encasillada como persona LGTB+, pero al mismo tiempo

La drogaron y estuvo siete horas desaparecida

Reneé confiesa que en ocasiones duda sobre exponer su vida en sus canciones, como hace en su disco Snow Angel. En temas como Pretty Girls o Tummy Hurts expresa con naturalidad su sentimientos y las idas y venidas de sus relaciones, y esa sinceridad ha alcanzado a millones de usuarios en Tik Tok. También se hizo viral cuando, durante una entrevista con Drew Barrymore, se levantó a protegerla al ver que un acosador se acercaba a ellas.

Otro de los temas peliagudos de los que Reneé ha hablado sin tapujos ha sido el incidente que vivió en 2022, que da nombre a su primer disco, Snow Angel. En una noche de fiesta la drogaron y estuvo desaparecida siete horas. Se despertó en el suelo de un baño, sola, a las cinco de la mañana con sangre en los pantalones sin saber qué había pasado. Admite que salía con un grupo de gente poco fiable, y desde entonces ha cambiado de amigos, pero que no ha querido descubrir qué ocurrió.

En definitiva, Reneé Rapp es una de las artistas polifacéticas y sinceras que empiezan a marcar a los jóvenes de la próxima generación. En el mismo camino que otras divas del pop estadounidenses como Olivia Rodrigo, Tate McRae o Sabrina Carpenter, las mujeres de la gen-z tienen mucho que ofrecer.