El juicio de Dani Alves ha comenzado este lunes. Acusado de de agredir sexualmente a una joven en una discoteca el 30 de diciembre de 2022, el futbolista verá como su mujer, Joana Sanz, actúa como testigo en el juicio. La modelo ha vivido su propia montaña rusa de emociones desde que saliera a la luz la noticia. En un primer momento, se publicó que la canaria de 31 años pidió el divorcio pero a día de hoy parece que su relación sigue adelante.

En un primer momento, borró sus fotos de redes sociales y se alejó mental, física y públicamente del tema. Pero en cuestión de semanas, cambiaron las tornas. "No le voy a dejar solo en el peor momento de su vida", decía cuando acudió a visitar por primera vez a su marido en febrero, quince días después de que entrara en prisión. En junio, ante Vanitatis, y respondiendo a las preguntas de por qué iba a verlo y si seguía queriendo a su marido, Joana desvelaba: "No, voy a verlo al margen de la relación".

En las primeras visitas a prisión de Joana Sanz estaba en el aire si continuarían o no su matrimonio. | EUROPA PRESS

"Dani [Alves] no es una mala persona"

Joana confesó a principios de verano que estaba yendo al psicólogo y que se enteró por la prensa de lo que estaba sucediendo. Además, fue solo una semana después de la muerte de su madre: "No sabía nada hasta que lo hicieron público. Y así es como me he ido enterando de todo. Me quedé en shock. Y todo me parecía gravísimo", confesaba a Vanitatis.

Pero aunque en el shock inicial hubiera tomado la decisión de separarse, con el tiempo fue cambiando de idea. En sus declaraciones, Joana Sanz da por hecho que algo ocurrió entre Dani Alves y la mujer que le acusa, aunque defiende al futbolista. "Creo en su inocencia y espero no equivocarme. Conociéndolo, puedo decir que Dani no es una mala persona. Que ha metido la pata con nuestro matrimonio, hasta el fondo, sí", admitía.

"Pero creo que él nunca hubiera hecho eso siendo consciente de que podía perderlo todo. Es demasiado grave", añadía en su entrevista con el citado digital.

Joana Sanz y Dani Alves, en una imagen de archivo. | EUROPA PRESS

Su matrimonio seguía en pie, pero hasta septiembre Joana Sanz no abandonó el piso de soltera en el que había estado viviendo en Madrid. Había querido alejarse de la situación y de la presión mediática, pero sumado a los rumores de divorcio, la imagen del propio Dani Alves se vio afectada. "La relación está bien, normal", decía poco después.

Joana Sanz intentó suicidarse

Joana ha querido proteger su intimidad y, al mismo tiempo, ha hablado con franqueza sobre detalles muy personales. Por ejemplo, en redes sociales, quiso compartir que tras conocer lo ocurrido con su marido tuvo un intento de suicidio.

Lo desveló en diciembre, unos días después de una entrevista con ¡De viernes! que no salió como ella esperaba: "Estaba muy tensa, no me gusta exponerme, pero me dio mucha pena porque se suponía que íbamos a hablar de mí, de mi carrera, de cómo he superado algo tan duro, algo que pudiera aportar a otras personas... pero era evidente que el interés mediático era otro".

"A esto le sumamos que mi marido me falla en el momento más duro de mi vida, ya lo dije, tuve un intento de suicidio porque no podía más", confesaba ante sus seguidores.

Joana Sanz, en la presentación de Dani Alves en el Barça, en 2021. | EUROPA PRESS

La justificación de Joana Sanz ante la infidelidad y supuesto delito de Dani Alves

Tal y como comentó la modelo, no cree en la monogamia pese a considerar que su marido le había sido infiel. "Por la parte de la mujer sí porque somos más sentimentales, si tenemos una mala etapa se soluciona", aseguró Joana Sanz el pasado mes de diciembre cuando hablaba sobre su relación con Dani Alves. "Pero el hombre busca más una vía de escape rápida, necesita algo nuevo y algo fresco que les haga olvidarse de esa carga", admitía la modelo.

La modelo dejaba claro también que estaba poniendo "una coraza fría" ante el terrible momento que está viviendo. Aunque se la viera con sonrisas, ya que siempre que sale de la cárcel de visitar a Dani Alves se muestra alegre y nada apesadumbrada dadas las circunstancias. Desde entonces ha desactivado sus redes sociales, probablemente ante el comienzo del juicio, donde tendrá que declarar como testigo de la defensa.