La noche de las tiaras ha llegado al Palacio Real de Ámsterdam. Pero el brillo de las joyas históricas se ha quedado aplacado por el problema que ha afectado a la reina Letizia. Como se ha podido ver en el besamanos, la mujer del rey Felipe ha tenido que saludar a todos los invitados a la cena de Estado sentada. Mientras el resto de los royals estaban de pie, ella daba la mano a los presentes desde una silla.

Un detalle que ha llamado la atención de los periodistas y los seguidores de la Familia Real. Rápidamente, la primera conclusión es que el neuroma de Morton que sufre en un pie le ha causado especial dolor durante este viaje, lo que ha terminado por recluirla a la silla. Tras los discursos sí que se ha levantado para brindar, pero solo momentáneamente. Todavía no existe confirmación oficial de qué le ha pasado.

¿Qué es el neuroma de Morton?

En junio de 2022, la reina Letizia fue diagnosticada con el neuroma de Morton, una afección que causa mucho dolor en el metatarso y que ha obligado a la mujer de Felipe VI a bajarse de los taconazos que solía llevar. Desde entonces ha lucido zapatos de tacón kitten o bajo, además de muchas zapatillas y mocasines.

De hecho, esta misma mañana para el recibimiento oficial de los reyes de España en Ámsterdam, la reina Letizia llevaba unos destalonados de tacón bajo. Los que se han convertido en sus zapatos de referencia desde que recibió el diagnóstico.

Esta enfermedad consiste en el engrosamiento del tejido que recubre uno de los nervios de los dedos del pie. Por lo tanto, producen picazón, ardor o entumecimiento en los dedos que estén afectados.

El cariñoso discurso del rey Guillermo

Se trata de una cita histórica para la heredera holandesa porque no solo acude a su primer banquete de Estado, sino que recibe su primera condecoración internacional. De la mano del rey Felipe.

"Tenemos lazos que nos unen y nos vemos con frecuencia. Lo único que nos faltaba era una visita de Estado (…) España tiene un lugar especial en nuestros corazones porque fue en vuestro país donde comenzó nuestra vida juntos", ha comenzado el rey Guillermo Alejandro de los Países Bajos en su discurso, una vez sentados a la mesa. Se refiere a cuando, hace veinticinco años, coincidieron en la Feria de Abril de Sevilla, a donde han vuelto en más de una ocasión desde entonces.

A la Feria ha hecho también referencia el rey Felipe, en cuyo discurso se ha mostrado de lo más cariñoso y simpático. Preguntándose si pronunciaba bien los nombres de algunos artistas holandeses y proponiendo un brindis pero pidiendo a los presentes que esperaran hasta que terminara.

La conexión entre ambas familias reales es ahora más fuerte que nunca, sobre todo después de que Amalia de Orange pasara algunos meses del pasado año estudiando en Madrid. Algo que fue posible gracias a "los esfuerzos" de muchos españoles y de los propios reyes, tal y como ha señalado el rey holandés.

Después de que la reina Letizia y la reina Máxima impactaran por la mañana con conjuntos en colores complementarios, por la noche han apostado ambas por el color azul. Eso sí, en diferentes tonos, el de la española es cobalto y el de la argentina es pastel. También han escogido lo mismo, en una versión azul marino, la princesa Amalia de Orange y su abuela, la princesa Beatriz.

La reina Letizia con la tiara rusa

Más allá de su dolencia, la reina Letizia ha deslumbrado con su estilismo. Se ha puesto un precioso vestido de la firma española The 2nd Skin Co que estrena para la ocasión, aunque no es la primera vez que se pone un traje de la marca.

Contra todo pronóstico se ha puesto la conocida como "tiara rusa", que se puso por primera vez en 2018 y solo ha repetido una vez más en 2021, cuando tuvo que lucirla con mascarilla. Aunque no parte de la colección de joyas de pasar de la reina Victoria Eugenia es una de las más espectaculares de la colección. Originalmente perteneció a María Cristina, realizada por Francisco Marzo y no Cartier (cómo se suele creer) a finales del siglo XIX y estrenada en 1906.

Los reyes de España, Felipe VI y Letizia, junto a los reyes de los Países Bajos, Guillermo Alejandro y Máxima, la reina emérita de los Países Bajos Beatriz, la princesa heredera Catalina Amalia de Orange y la princesa Margarita durante la cena de gala con motivo de su visita de Estado al país. | EFE/Chema Moya

Está hecha en una estructura de platino con diamantes y perlas formando lágrimas invertidas, y su nombre viene por la forma, que recuerda a un tocado tradicional ruso. Pero no debe confundirse con la prusiana, mucho más pequeña y con estilo imperio. También se ha puesto el broche de perla gris y los pendientes de chatones de Victoria Eugenia.

A la reina Máxima le encantan las joyas y a su hija mayor también. De hecho, en su biografía aseguraba que le sabía todas las tiaras de las monarquías europeas. Así que seguro que ha podido comentar con la reina Letizia el origen de su preciada diadema, de las más antiguas de la colección española.

Amalia repite con uno de los conjuntos más impresionantes de los Orange

La princesa heredera de Países Bajos, Amalia de Orange, luce la tiara de Pavo Real, hecha de diamantes y rubíes. | EFE/Chema Moya

Por su parte, la debutante de la velada ha escogido uno de los conjuntos más impresionantes de los Orange. Se la conoce como tiara del Pavo Real por la forma de su parte más alta, y fue creada para la reina Wilherlmina con rubíes de la familia por los artesanos Eduard Schürmann & Co. A juego, Amalia se ha puesto el collar que lleva a juego el conjunto de estilo Art Nouveau, pero no el broche. Y aunque en muchas fotos no se aprecie debido a la capa del vestido, también lo ha conjuntado con un brazalete que forma parte del conjunto. Se la puso hace unos meses en la recepción por la boda de Hussein y Rajwa de Jordania, aunque entonces sin el collar.

Por su parte, la reina Máxima ha apostado por la tiara Estuardo. Una impresionante joya desmontable que, en esta ocasión, se ha puesto en todo su esplendor. Y no contenta con eso, la ha aderezado con el enorme broche de lazo que ha lucido en el pecho, el mismo que se puso la última vez que lució esta enorme diadema que perteneció a María Estuardo II. Dos maravillosas joyas que brillan especialmente sobre el vestido de Jan Taminiau, diseñador holandés que firma el traje con escote de princesa.