La Met Gala se ha celebrado este lunes por la noche en Nueva York, en el conocido museo que se encuentra en Park Avenue volcado a Central Park. Este año, en las escaleras que sirven de photocall se ha hablado español: partiendo de Elsa Pataky y pasando por Penélope Cruz, Rosalía o Shakira.
Para esta última era su debut en esta fiesta de la moda que presenta la exposición Bellas durmientes: despertando la moda. :a inspiración de la misma y de la velada es el relato El jardín del tiempo de J.G. Ballard.
Penélope Cruz, con su inseparable Chanel
Penélope Cruz, que fue coanfitriona de la Met Gala el pasado año, no renunció a Chanel. Es imagen de la firma y siempre acude con vestidos de la marca, que en esta ocasión era un clásico traje princesa de encaje y abalorios con escote de barco.
Lo que sorprendió de su look fue su nuevo pelo corto y rojizo, una tonalidad que no ha lucido con frecuencia pero que le favorece. La actriz no ha renunciado a su paleta de colores.
Elsa Pataky acompañaba a su marido, Chris Hemsworth, que fue uno de los seleccionados como co-chair del evento. Esta responsabilidad significa que cierto grupo de celebrities de diferentes edades, y que cambian cada año, ayudan a escoger el tema de la velada.
¿Cuánto vale asistir a la Met Gala?
La idea es que ayuden a promocionar la Met Gala que, pese a su ostentoso brillo, tiene un objetivo: recaudar dinero para la colección para el Metropolitan Museum of Art's Costume Institute. De hecho, solo pueden acudir una serie de invitados por la institución y tienen que pagar por acudir (o la firma que les viste paga la entrada).
Según la BBC, la entrada tiene un precio individual de unos 75.000 dólares, pero si te quieres sentar en una mesa de solo diez asientos a cenar tendrás que pagar (al menos) 350.000 dólares. Cuando Anna Wintour empezó a organizar este evento en 1995 el acceso costaba apenas 1.000 dólares, por lo que acudía una audiencia más variada. Ahora solo las grandes firmas invierten en invitar a las celebrities del momento como una forma de publicidad.
Elsa Pataky, una ninfa dorada
Para la ocasión, Elsa Pataky ha vestido un traje largo, dorado y de corte sencillo firmado por Tom Ford, como el traje de su marido. El pelo, recogido en una romántica coleta "burbuja" con mechones sueltos, estaba coronado por una tiara de flores doradas.
Un estilismo que nada tiene que ver con el comentado traje azul con microshorts que lució el domingo para la cena previa a la Met Gala. La actriz española es famosa por sus apuestas arriesgadas en lo que tiene que ver con los looks, pero en esta ocasión quiso apostar por lo seguro. Para Elsa era la primera vez paseando por la alfombra del museo neoyorkino.
Rosalía, un "tulipán negro"
Rosalía, que llevaba varios días en Nueva York, no faltó a la Met Gala. Paseó por su larguísima alfombra con un dos piezas de Dior personalizado que lució con un curioso tocado. El traje, que estaba formado por un cuerpo con larguísima cola y una falda de lápiz, se trata de una interpretación actual de la figura clásica de la maison.
Todo ello en color negro satinado, un tono sobrio y poco habitual en ella, pero ella ofreció esta explicación: "Cuando supe que el tema era sobre las 'bellas durmientes' pensé qué significaba para mí. Cuando te vas a dormir lo primero que ves es la oscuridad. Es el preludio a los sueños y hoy estoy celebrando Dior como un tulipán negro".
Shakira, de rojo pasión
Para Shakira era una noche debut. Nunca había estado en la Met Gala pero está viviendo una de las mejores etapas de su carrera y no podía faltar. Por eso ha apostado por Carolina Herrera para un traje lleno de volúmenes que recordaba a una flor, con un escote de corazón, gran abertura en la falda y cut outs en los costados. Pero, aunque al vestido no le faltaba nada, la colombiana lo ha coronado con un broche de cristales bajo el pecho y joyería minimalista.
Desde que rompiera con Gerard Piqué, Shakira vive en Estados Unidos. Es aquí donde, según ella, está el centro de su carrera. De hecho, gran parte de la promoción de su último disco Las mujeres ya no lloran, se ha hecho en América.
Cardi B, la más ostentosa
En el caso de la cantante Cardi B, la alfombra casi se le queda pequeña. La artista estadounidense de origen dominicano apostó por un voluminoso estilismo de color negro de Windowsen con una cola de varias capas de tul que ocupaba metros de circunferencia.
Tal y como ella misma reflejaba en sus stories antes de aparecer en el Metropolitan, su inspiración era la de una rosa negra. Lo aderezó con unas impresionantes joyas en diamantes y esmeraldas que sumaban aún más al look más espectacular de la noche.
Bad Bunny no decepciona como proyecto de príncipe azul
A pesar de que en la noche de la Met Gala son las mujeres y sus vestidos quienes suelen capturar toda la atención, de vez en cuando algún hombres deslumbra. Ha sido el caso de Bad Bunny, que nunca lleva lo que se espera de él. El cantante era uno de los anfitriones de la velada, como Chris Hemsworth o Zendaya, y ha deslumbrado con un conjunto de Maison Margiela Artisanal by John Galliano.
Se trata de un traje bicolor, con corsé de satén negro, chaqueta de esmoquin y un curioso sombrero invertido de espuma azul que terminaba de ofrecer la imagen de cuento. Pero para poner el toque final, el artista llegó con un ramo de maga, la flor nacional de Puerto Rico, rosas y planta del lino (con la que la Bella Durmiente se pinchó el dedo). Eso sí, el traje cubierto de pespuntes da esa sensación de inacabado que ponía el punto final a la narrativa: Bad Bunny es un proyecto de príncipe azul cuyas flores están negras, es decir, marchitas.
La magia de Karol G
Karol G, como Elsa Pataky, quiso evocar la magia del bosque y escogió un vestido en tono beis lleno de cristales, con armazón de volúmenes y trasparencias firmado por Marc Jacobs. Para completar el estilismo, la cantante colombiana lució un tocado en forma de tiara y unas orejas de elfo con las que parecía una ninfa. La larga melena rubia ponía la nota final a su visión de El jardín del tiempo.
La artista colombiana era otra de las latinas que debutaban en esta noche. La Met Gala parece haber abierto, por fin, sus puertas a la cultura latina y los artistas más populares del momento han paseado por su alfombra con orgullo.
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