La princesa Leonor, exultante en su día más especial en Zaragoza

La princesa Leonor ha dado un paso más en su recorrido como heredera. Este martes ha recibido, sin la compañía de sus padres, las máximas distinciones de Aragón. El gobierno aragonés le ha hecho entrega de tres condecoraciones que se suman a una lista que no hará más que crecer a lo largo de su vida. Estas son: la Medalla de las Cortes de Aragón, el título de Hija Adoptiva de Zaragoza y la Medalla de la Comunidad Autónoma.

Vestida con su traje de cadete del Ejército del Tierra, Leonor ha acudido sola y se ha mostrado visiblemente ilusionada por el honor. Ha destacado su sonrisa, aún con las características de su corta edad, que aún dejaba ver algo de nerviosismo.

Los Reyes no han acudido

Aunque se había hablado de que los Reyes podían acompañar a su hija en este día tan especial, finalmente no ha sido así. La Princesa se ha enfrentado a la jornada sola, demostrando que está cada día más preparada para la responsabilidad que le corresponde.

La Princesa de Asturias ha llegado con puntualidad entorno a las 10.30 horas al Palacio de la Aljafería, sede de las Cortes de Aragón, con decenas de personas en el exterior esperando para verla. "¡Viva la princesa!", se podía oír a su entrada en el Patio de Santa Isabel, a donde accedía con paso firme pero con aspecto distendido.

Sin apenas maquillaje y con uniforme

Colgado de la corbata, Leonor lucía ya a su entrada su máxima condecoración, que es el Toisón de Oro. Y sobre la placa con sus apellidos, el otro gran honor que recibió en su 18 cumpleaños: la orden de Carlos III en forma de pasador. Sin apenas maquillaje y con el pelo recogido en un moño muy pulido con raya en medio, la belleza natural de Leonor ha brillado por sí sola.

Tras recibir la Medalla de las Cortes de Aragón, la Princesa ha firmado en el libro de oro de la institución. Su segundo reconocimiento ha tenido lugar en el Ayuntamiento, donde a las 11.15 ha recibido el título de Hija Adoptiva de Zaragoza.

Posteriormente, Leonor se traslada a la Seo de San Salvador. Allí le será impuesta la Medalla de Aragón, un emotivo momento al que seguirá un discurso de la Princesa. Con sus palabras agradecerá los reconocimientos de este día tan especial que se quedará grabado en su memoria para siempre.

El broche de oro de la jornada tendrá lugar con un cóctel en el que podrá mostrar su faceta más cercana a los invitados. Estos actos suponen su despedida de Zaragoza tras nueve meses preparándose en la primera etapa de su formación castrense.