Esta semana los activistas de Just Stop Oil ha protagonizado un titular tras otro. Un día rociaron pintura naranja el Stonehenge, otro se colaron en el aeropuerto para hacer lo mismo con el avión privado de Taylor Swift. Pero, ¿quién está detrás de esta organización? Una de las principales benefactoras es Aileen Getty, heredera de la fortuna de Jean Paul Getty. El que fuera durante un tiempo el hombre más rico del mundo fue el mismo que fundó la compañía Getty Oil, especializada en la comercialización de petróleo.
Just Stop Oil se creó en febrero de 2022 y se describen a sí mismos como "un grupo de resistencia civil no violenta". Demanda al Gobierno de Reino Unido que deje de "otorgar licencias a nuevos proyectos de petróleo, gas y carbón". Desde su creación, han llevado a cabo acciones muy comentadas en Londres, como parar el tráfico en el centro de la ciudad o impedir la salida de aviones.
¿Qué es Just Stop Oil y qué tiene que ver con Extinction Rebellion?
Si bien en su primer año de vida se pegaban a sí mismos a conocidos cuadros como La última cena de Giampietrino, al año siguiente comenzaron a llevar sus acciones un paso más allá. En octubre tiraron dos latas de sopa de tomate contra el cuadro de Van Gogh Los girasoles, unos días después le estamparon una tarta en la cara a la figura de cera de Carlos III en el Madamme Tussauds de Londres. Y al mes siguiente atacaron a martillazos La venus del espejo de Velázquez.
Su intención es llamar la atención de los medios de comunicación y el público hacia el problema que les ocupa. Están, actualmente, en 13 países (entre los que no está España) y tienen unos 77.500 seguidores en Instagram, donde comparten sus polémicas acciones. Siguen las mismas estrategias que otras organizaciones como Extinction Rebellion (que tiene el mismo fundador) o Futuro Vegetal. Estas dos últimas están estrechamente relacionadas con Just Stop Oil, las tres están financiadas por Aileen Getty.
¿Quién es Aileen Getty?
Jean Paul Getty se convirtió en el hombre más rico de los años 60 al crear la petrolera Getty Oil tras negociar con jeques árabes para poder extraer el crudo durante años. Dejó una inmensa fortuna a sus cinco hijos, que tras la muerte del magnate vendieron la compañía petrolera por una golosa suma.
Hasta el punto de que todavía Aileen, nieta de Jean Paul Getty, puede presumir de una cuenta extremadamente abultada que dedicar a sus intereses. Forbes estimó en 2015 que la fortuna de la familia ascendía a 5.400 millones de dólares, aunque se desconoce la cantidad personal de la que puede disfrutar cada uno de los miembros del clan.
En particular, Aileen Getty es una de las caras visibles de una familia que prefiere mantenerse al margen de la crónica social. A sus 66 años, la activista ha querido dedicar su vida adulta a generar conciencia sobre las causas que más le importan, entre las que se encuentra la crisis climática.
Su fundación junto a la hija de Robert F. Kennedy
"Soy la hija de una familia que construyó su fortuna con los combustibles fósiles, pero ahora sabemos que su extracción y uso está matando la vida en nuestro planeta. Nuestra familia vendió esa compañía hace cuatro décadas y yo prometí utilizar mis recursos para hacer lo necesario y proteger la vida en la Tierra", aseguró en octubre de 2022, justo después de que se hiciera viral el momento tomate-girasoles.
Lo hace a través del Climate Emergency Fund, que fundó junto a Rory, la hija de Robert F. Kennedy. Su filosofía es sencilla, están ahí para apoyar a los movimientos activistas que como Extinction Rebellion "utilizan métodos probados de resistencia civil para generar poder para el movimiento climático". Consideran que la inversión tiene un impacto directo mayor que la filantropía destinada a los movimientos tradicionales ecologistas.
Según una investigación del Think Tank Giving Green, al que remiten desde CEF, en Estados Unidos con cada dólar podrían eliminar más de 6 toneladas métricas de CO2e (equivalente de CO2), mientras que uno invertido en organizaciones de incidencia política eliminaría algo menos de 2 toneladas métricas de CO2e.
Un abuelo convertido en villano
La juventud de Aileen Getty estuvo marcada por escándalos muy diferentes al tirar pintura a monumentos y obras de arte. Es hija de Jean Paul Getty II y Abigail Harris, y creció viendo cómo su padre se abandonaba a las drogas. La segunda mujer de su padre, Talitha Pol, falleció de una sobredosis de heroína en 1971.
Aileen no había cumplido los 14 años cuando ella y sus hermanos siguieron el ejemplo de su padre con las drogas. Por eso, cuando desapareció el mayor de los cinco hermanos, Jean Paul Getty III, que tenía solo 16, todo el mundo pensó que estaba de fiesta. Pero no, había sido secuestrado por la mafia calabresa en 1973, que exigía un rescate de 17 millones de dólares a la familia para devolverle a casa.
El padre, Getty Jr., no tenía liquidez para permitirse semejante cantidad de dinero. El abuelo del niño, Getty Sr, se negó a pagar, alegando que si cedían harían lo mismo con otro de sus nietos. Pasaron los días y, al ver que no obtenían lo que querían, la mafia bajó la cifra a 2,9 millones y enviaron una oreja y un mechón de pelo del joven para hacer presión. Finalmente, el acuerdo se quedó en 2,2 millones.
Era la máxima cantidad que podría deducirse en impuestos el magnate del petróleo. El resto era parte de un préstamo que su hijo tendría que pagar con un 4% de interés. Los dos biógrafos de Jean Paul Getty aseguran que no era un hombre simpático. Le pintan como un mentiroso, infiel y cruel. Y va más allá, según el libro The Great Getty, era un gran admirador de Adolf Hitler. Detalles que han ayudado a formar la imagen del magnate como un verdadero villano que hizo que su familia viviera un infierno.
Una infancia con dinero y pesadillas
Aileen Getty fue diagnosticada en 1985 con VIH, pero para cuando recibió la noticia ya se había enfrentado a la muerte en varias ocasiones. "Mis padres me maltrataron, también mi pasado, mi vida. Había estado en siete instituciones, tuve 12 tratamientos de shock y perdí siete bebés. Era anoréxica y me autolesionaba", confesó en una entrevista con la revista POZ en los 90, en plena fase de recuperación de sus adicciones. "Creo que llevo toda la vida intentando morir para que me quieran", confesaba.
Poco después desvelaba a People que "grandes cantidades de dinero son muy tóxicas". "Es una sustancia que produce desgracias", añadía. Sin embargo, no ha querido deshacerse de la fortuna sino reinvertirla para luchar contra la crisis climática. También colabora con otras asociaciones que se especializan en estudios contra el VIH o en ofrecer una vivienda digna para los menos afortunados.
En los 80 contó especialmente con el apoyo de su suegra, la actriz Elizabeth Taylor, con quien hizo mucha campaña para desestigmatizar el VIH. Ailén Getty se había casado en 1981 con Christopher Wilding, hijo de la intérprete y Michael Wilding. Se divorciaron seis años más tarde tras haber tenido dos hijos.
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