La Mareta, el regalo de lujo de un rey que ahora disfruta Pedro Sánchez

Esta tarde Pedro Sánchez ha llegado a Lanzarote con su familia para pasar unos días de vacaciones. Se quedará, como viene haciendo desde 2018, en la impresionante casa-palacio de La Mareta, un lujo que forma parte de Patrimonio Nacional y cuya historia no tiene desperdicio. De esta impresionante propiedad han disfrutado reyes y príncipes, así como dirigentes internacionales, y su localización ofrece privilegiadas vistas de la costa de Teguise, pero también privacidad y tranquilidad.

Fue el rey Hussein I de Jordania quien mandó construir esta casa-palacio en la costa de Lanzarote a finales de los años 70, tan cerca del litoral que ninguna ley de costas lo toleraría hoy en día. Para levantar esta espectacular propiedad contó con el arquitecto Fernando Higueras, uno de los más reconocidos del panorama internacional y colaborador habitual del artista canario César Manrique. Juntos trabajaron no solo en este proyecto, también en uno urbanístico para la isla de Lanzarote que nunca llegó a llevarse a cabo y que está expuesto en el MoMA.

Los requisitos de Hussein I

César Manrique le aportó el estilo canario, en particular la arquitectura de la zona. Los edificios blancos y bajos, las puertas y ventanas verdes no faltan en La Mareta. Siguió las peticiones de Hussein I, que le requirió que La Mareta se mimetizara con el entorno, que careciera de opulencia desde fuera, que fuera cómodo y aprovechara el espacio.

Pero en el interior, la casa-palacio está llena de lujos que nada tienen que ver con el resto de propiedades de la zona. Rodeada de palmeras, la exclusiva propiedad de 10.000 metros cuadrados tiene diez bungalós independientes con uno de ellos como principal. Este tiene dos dormitorios y dos baños, una terraza privada y zonas de descanso, salón y otras comodidades.

Al aire libre La Mareta tiene dos piscinas, un jardín de tierra volcánica y vegetación típica de la isla con un pequeño lago... también hay pistas deportivas donde poder jugar al tenis y otros deportes. Incluso hay un helipuerto con el que poder desplazarse de un lugar a otro en helicóptero.

¿Cómo llegó esta casa-palacio a Patrimonio Nacional?

Aunque la propiedad se construyó a petición de Hussein I, el rey de Jordania nunca se quedó en La Mareta. Si lo hicieron alguno de sus hijos a finales de los 80, aunque finalmente el monarca decidió regalárselo a su gran amigo, el rey Juan Carlos.

La relación entre los dos reyes siempre ha sido muy buena, por lo que el regalo no fue ninguna sorpresa. Pero don Juan Carlos no podía aceptarlo a título de personal, así que lo cedió a Patrimonio Nacional y ha sido desde entonces residencia de vacaciones de la Familia Real o de dirigentes de todo tipo. Por ejemplo, se quedaron Mijáil Gorbachov y su esposa Raisa en 1992; o Václav Havel, último presidente de Checoslovaquia y primer presidente de la República Checa, en 2002 y 2008.

Leonor pasó allí sus primeras navidades en familia

La Familia Real española ha disfrutado del lugar con frecuencia desde que Hussein I se lo regalara. Sobre todo después del fallecimiento del infante Juan de Borbón, conde de Barcelona y padre del rey Juan Carlos, en 1993. Sin embargo, hace años que no hacen uso (al menos que se conozca) de La Mareta. Uno de los más recordados momentos de Felipe VI y la reina Letizia en la casa-palacio fue en 2005, cuando todavía eran príncipes de Asturias y la pequeña Leonor era un bebé de dos meses.

Si bien es cierto que la Familia Real tiene un mal recuerdo de La Mareta. El 2 de enero del año 2000 falleció durante unas vacaciones de Navidad en la isla la abuela de don Felipe, María de las Mercedes, mujer del conde de Barcelona. Aunque no impidió que en los años siguientes siguiera siendo de uso para ellos.

En cambio, desde 2018 es Pedro Sánchez el principal visitante de la casa-palacio de La Mareta. Cada vez que acude se enfrenta a críticas parecidas a las que recibió José Luis Rodríguez Zapatero, que también utilizó la propiedad como residencia vacacional.