La historia ha llegado a su fin. Los servicios de rescate han encontrado este miércoles en los restos del yate sumergido en Sicilia los cuerpos sin vida de Mike Lynch, de 59 años, y su hija Hannah, de 18. El empresario británico y su familia estaban disfrutando de unos días de vacaciones en la costa de Italia, como hacen tantos y a la vez tan pocos afortunados. Era un viaje de celebración que ha terminado en desgracia.
Navegaban a bordo del Bayesian, un superyate de 16,4 millones de euros que tenía un nombre que recordaba a su éxito. Se lo pusieron en honor a la inferencia estadística con la que Mike Lynch se hizo multimillonario. Tenía uno de los mástiles más altos del mundo, con sus 75 metros de altura, y capacidad para 12 pasajeros y 10 miembros de a bordo. En la madrugada del lunes, una manga de agua chocó contra la embarcación de 184 pies de eslora, unos 56 metros de largo. En cuestión de minutos, el yate se hundió llevándose consigo a todo el que estaba en el interior.
Así huyó Angela Bacares, la mujer de Mike Lynch
Había 22 personas viajando con la familia en el yate, de las cuales 10 eran parte del equipo de a bordo. La embarcación estaba anclada a menos de un kilómetro de la costa, y solo 15 personas pudieron escapar de la pesadilla que se desató en el mar. Entre los rescatados con vida estaba Angela Bacares, la mujer de 57 años del multimillonario británico Mike Lynch y la dueña oficial del barco.
Angela ha recordado el horror que vivió cuando a las cuatro de la mañana tuvieron que salir corriendo para salvar su vida. Tal y como ha comentado, se despertó porque el barco estaba muy inclinado y, aunque pensó que no pasaba nada, se dio cuenta de que estaba cubierta de cristales rotos. Así que descalza salió a la cubierta y huyó como pudo, hiriéndose tanto los pies que al llegar a tierra tuvo que ser transportada en silla de ruedas.
Angela y Mike llevaban dos décadas casados y tenían dos hijas en común. Una de ellas, Hannah, ha sido encontrada junto a su padre. Acababa de terminar la selectividad británica y en las próximas semanas planeaba comenzar la carrera. De la otra se tiene poca información y se cree que no estaba en el yate.
Sus problemas legales
En particular, para la familia de Mike Lynch este viaje era una celebración de la vida. Hacía solo dos meses que había sido absuelto de los cargos de fraude y malversación contra los que llevaba luchando más de una década.
En 2018 fue formalmente acusado tras años de investigación. La Fiscalía de California quería encarcelarle por la venta en 2011 de Autonomy, compañía de software fundada por él y dos compañeros, y cuyo precio ascendió a casi 10.000 millones de euros. Podría haber ido a prisión hasta 25 años, y muy posiblemente morir encarcelado. Mike Lynch se pasó años luchando contra la orden de extradición que Estados Unidos exigía a Reino Unido. Hasta que en 2024 comenzó el juicio y, para su grata sorpresa, fue absuelto de todos los cargos.
Este software utilizaba una combinación de tecnologías para crear un patrón de reconocimiento adaptativo centrado en la inferencia bayesiana. Es decir, el uso de una estadística para inferir la probabilidad de que una hipótesis pueda ser cierta. De esta teoría salía el nombre de su yate, Bayesian, que ahora yace en el fondo de la costa de Sicilia.
Mike Lynch estaba deseando empezar una nueva vida
Mike Lynch consiguió hace solo dos meses librarse de estos cargos, viendo por fin la luz después de años de lucha. Se sentía "increíblemente agradecido y feliz", según ha desvelado uno de los periodistas que le entrevistó después del resultado del juicio. Todavía le costaba asimilar que hubiera conseguido librarse de la cárcel y salir indemne de un caso que llevaba años quitándole el sueño.
Sentía que tenía una "nueva oportunidad" en la vida tras tanto tiempo intentando evitar la cárcel. Por eso invitó a su equipo legal y a algunos amigos a pasar algunos días a su yate, con un resultado que nadie podía haber imaginado. Entre los desaparecidos están también el abogado Christopher Morvillo, que participó en su defensa en el caso, y su mujer, Neda, así como el presidente de Morgan Stanley International, Jonathan Bloomer, con su esposa.
La misteriosa muerte de su compañero a miles de kilómetros
Lo curioso es que, además de Mike Lynch y su equipo legal, otro de los acusados en el caso de Autonomy-HP también ha fallecido. Se llamaba Stephen Chamberlain y su muerte ha sido también un terrible accidente.
Tal y como desvela The Guardian, el que fuera vicepresidente de finanzas de Autonomy fue atropellado el pasado sábado por un coche mientras corría en Cambridgeshire, Reino Unido. Chamberlain se enfrentaba a los mismos cargos que Lynch en el caso en California. Pero, como su compañero, fue absuelto ante el jurado en San Francisco, el pasado mes de junio.
Desde que dejaran de tomar partido en Autonomy, tanto Chamberlain como el matrimonio de Lynch y Bacares trabajaban en Darktrace, una empresa de ciberseguridad británica que fundaron en 2013 y que utiliza inteligencia artificial para proteger de ataques, incluidos ransomware y contra la nube.
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