Cuando la católica España todavía miraba de reojo a los matrimonios que rompían, una bronceada pareja hizo proselitismo del amor singular y puso su granito de arena para la aceptación de lo diferente. Gunilla von Bismarck y Luis Ortiz se casaron por el rito protestante en 1978 en el castillo familiar de la novia en Friedrichsruh, y se separaron una década después. Pero aquella decisión fue la mejor manera de seguir juntos toda la vida. Este lunes por la tarde, Luis Ortiz, la mitad masculina de la pareja más emblemática de la jet set madrileña, ha muerto en Marbella a los ochenta años.

La noticia se ha conocido este martes. Después de luchar durante años contra un cáncer de próstata, Ortiz falleció ayer en la Clínica Quirón de Marbella acompañado por su inseparable exmujer y su hijo, Francisco José Ortiz von Bismarck. No ha trascendido la causa exacta de su muerte, pero debido al cáncer su salud se encontraba muy mermada.

La risa de Marbella

Su última aparición pública fue en abril de 2024, durante el 70º aniversario del Marbella Club, el hotel fundado por el príncipe Alfonso de Hohenlohe. En esa ocasión, su frágil estado de salud llamó la atención, ya que asistió en silla de ruedas al evento. Según Europa Press, el cuerpo de Ortiz ha sido trasladado al depósito forense, y no habrá velatorio. En su lugar, se celebrará una misa el próximo sábado, a la que asistirán familiares y amigos.

A pesar de haberse retirado de la vida pública en los últimos años, Ortiz siempre quedará en el recuerdo como el animador irremplazable de las noches estivales de Marbella. Su sentido del humor traspasaba la pantalla de los programas del corazón y aliñaba la vida social de la Costa del Sol.

Bisnieta del canciller Bismarck, Gunilla conoció a Luis Ortiz, hijo del censor jefe de RTVE, Francisco Ortiz Muñoz, un verano en Marbella, adonde acudía de vacaciones con su familia. Él formaba parte de Los Chorys, una pandilla jaranera que se haría famosa. Comenzaron a salir en 1972 y se volvieron inseparables, incluso más allá de su divorcio. Y hasta hoy.