El polémico líder austriaco Herbert Kickl, que se ha alzado con la victoria junto a su partido FPÖ en las elecciones de este fin de semana en Austria, es un misterio. Más allá de su imagen como político, en lo que respecta al terreno personal resulta muy difícil encontrar información sobre su vida privada. ¿Está casado? ¿Tiene hijos? Hasta los medios locales parecen haber prestado poca atención a estos detalles que en otros países serían imposibles de ocultar.

Herbert Kickl nació el 19 de octubre de 1968 en Villach, una pintoresca ciudad al sur del país, situada en medio de un valle por el que pasa el río Drava formando diversos lagos que dan lugar a imágenes idílicas. Estudió Filosofía, Historia, Publicidad y Política en la universidad de Viena, pero actualmente vive en Purkersdorf, una pequeña localidad de menos de 10.000 habitantes situada a las afueras de la capital. Es allí donde esconde su misteriosa vida privada, de la que apenas hay nada publicado.

Su discreta boda con una limitada lista de invitados

Su pareja se llama Petra y conoció a Herbert Kickl hace más de dos décadas durante una campaña electoral en el Tirol. Es abogada, trabaja en la Oficina del Defensor del Pueblo, y tiene un hijo de 24 años junto al político de FPÖ que está siguiendo sus pasos y estudiando derecho. "Ella es la maravillosa prueba de que no soy tan malvado como suponen mis oponentes políticos, de lo contrario me habría dejado hace mucho tiempo", aseguraba recientemente en una entrevista con la presentadora Claudia Stöckl.

En abril de 2018, Herbert Kickl y Petra se casaron después de veinte años de relación en una ceremonia íntima y muy discreta. El "sí, quiero" se produjo en el registro civil de Purkersdorf y con una lista de invitados muy reducida, sin que se publicara ninguna imagen. Sin embargo, entre los presentes sí estaba el político Karl Schlögl, de su mismo partido.

"Pensábamos casarnos pero siempre surgía algo. Tanto para mí como para ella era importante que lo hiciéramos oficial y es lo que hicimos", confirmó Herbert Kickl durante una entrevista. No surgió fruto de un gran gesto romántico, puesto que la pedida de mano fue algo tan sencillo como una pregunta durante una comida.

Las únicas fotografías de Herbert Kickl y su mujer, Petra, son precisamente de un único acto ese mismo año. En enero de 2018, Herbert Kicken llegó del brazo de Petra -a quien los medios etiquetaron entonces como su pareja de larga duración- al baile celebrado en el Ayuntamiento de Viena en honor a la policía. A pesar de la naturalidad con la que se mostraron entonces, posando incluso para fotografías juntos, es algo que no ha vuelto a repetirse en los últimos años en los que el político ha ganado más relevancia.