La lluvia intermitente ha afeado la mañana en Madrid, dificultando la participación del Ejército del Aire en el desfile militar del Día de la Hispanidad. Pero no ha impedido que las calles del Paseo del Prado se hayan llenado del público con banderas, chubasqueros y paraguas. A las once de la mañana se ha producido la llegada del rey Felipe y doña Letizia en un primer coche escoltado por la Guardia Real. Tras ellos, la princesa Leonor por primera vez con la mayoría de edad y sin su hermana, la infanta Sofía, que está estudiando en Gales.

El rey se ha bajado del coche con su uniforme de gala del Ejército de Tierra y una sonrisa pese a la lluvia, que ha ido empeorando durante el himno nacional. La reina ha lucido un conjunto rojo de Poète y accesorios a juego cubierto por una gabardina midi beis de Zara. En lo que respecta a las joyas, doña Letizia no ha escatimado con unos pendientes de rubíes combinando con su estilismo.

Por su parte, la princesa Leonor ha vestido el uniforme de gala de la Armada, ejerciendo su papel como guardiamarina tras lucir el del Ejército de Tierra el pasado año. Radiante y visiblemente ilusionada, la heredera ha saludado a las autoridades militares mientras se mantenía atenta a todos los detalles del protocolo. Pronto se ha podido apreciar la ya característica complicidad entre padre e hija, compartiendo algunas palabras y miradas muy significativas en más de una ocasión.

La lluvia no ha dado tregua durante el desfile y ha impedido la participación del Ejército del Aire.
La lluvia no ha dado tregua durante el desfile y ha impedido la participación del Ejército del Aire. | Alejandro Martínez Vélez / Europa Press
El rey Felipe y la princesa Leonor intercambian un gesto de complicidad durante el desfile del Día de la Hispanidad.
El rey Felipe y la princesa Leonor intercambian un gesto de complicidad durante el desfile del Día de la Hispanidad. | EFE/Daniel González

Una jornada llena de cambios por el tiempo

El tradicional izado de la bandera, que se realiza normalmente con un paracaidista del Ejército del Aire, estaba preparado este año con algunas sorpresas para celebrar el décimo aniversario del reinado de Felipe VI. Sin embargo, debido a las inclemencias del tiempo en este Día de la Hispanidad se ha producido desde la tierra. Tres guardias reales y representación de cada uno de los cuerpos de seguridad del estado y de las fuerzas armadas han transportado el estandarte para colocarlo.

A pesar de que el rey Felipe desfiló en la Fiesta Nacional cuando cumplió 18 años, la princesa Leonor no ha acompañado a sus compañeros de la Armada. Ha permanecido junto a su familia en la tribuna de autoridades, prestando atención y sonriendo a sus compañeros, cantando incluso La muerte no es el final en el homenaje a los caídos.

Durante un momento de aguacero, la reina Letizia y su hija Leonor han tenido un momento de confidencias apartadas de la primera línea.
Durante un momento de aguacero, la reina Letizia y su hija Leonor han tenido un momento de confidencias apartadas de la primera línea. | Casa Real de S.M. el Rey
Los reyes y la princesa Leonor durante un momento de charla más distendido.
Los reyes y la princesa Leonor durante un momento de charla más distendido. | Casa Real de S.M. el Rey

La reina se apartaba para no empaparse

El diluvio caía sin piedad entorno a las 11.40 horas, forzando a que incluso las autoridades y la Familia Real se apartaran hacia el interior. La reina Letizia se alejaba y permanecía junto a la pared para evitar empaparse, como en cuestión de segundos le ha pasado al rey Felipe. Ha sido entonces cuando se ha producido un pequeño corrillo, algo poco habitual en esta cita. El monarca llamaba a Margarita Robles y se producía un momento de charla entre las autoridades, posiblemente explorando las posibilidades si la situación empeoraba.

Sin embargo, en cuestión de unos minutos continuaban en su puesto, saludando a los diferentes cuerpos de las fuerzas del Estado que desfilaban. De hecho, pronto aparecían los guardamarinas de segundo año, los compañeros de la princesa Leonor en Marín (Pontevedra). Lo que ha propiciado la atención del monarca y su hija, mientras que la reina Letizia permanecía sentada en un segundo plano.

Por el Paseo del Prado las riadas hacían aún más espectacular el desfile, aunque en algunas ocasiones la intensa lluvia hacía difícil la visibilidad. Los uniformes, además, aparecían empapados pero los militares permanecían estoicos y en formación.

El rey Felipe VI conversa con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (i), este sábado
El rey Felipe VI conversa con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, este sábado. | EFE
Rey en el desfile del 12-O
El rey habla con Sánchez y Robles bajo el diluvio en el desfile del 12-O. | EFE

Un total de 4.092 efectivos de las Fuerzas Armadas, de los cuales 473 son mujeres (un 13% del total) han desfilado por el Paseo del Prado. También hay 266 vehículos motorizados y 210 caballos, a pesar de que las aeronaves han tenido que ausentarse debido al tiempo. Ha sido un desfile más corto de lo normal, puesto que las exhibiciones de la Patrulla Águila y el resto del Ejército del Aire se han cancelado.