Carmen Lomana ya sabía que su armario es arte, prestó algunos de sus trajes a una exposición del Museo del Traje en 2018. Ahora está confirmado, porque el Ministerio de Cultura ha ejercido el derecho de tanteo en diez de las piezas de lujo que formaban parte de la subasta que la socialite organizó con Durán Subastas este martes. Cuatro diseños de Oscar de la Renta y otros seis de varios diseñadores, entre los que hay un Valentino que salía por 1.900 euros, pasarán ahora a formar parte de la colección nacional de moda.

El total de estos diez vestidos sería de 14.000 euros, a lo que habría que sumar el porcentaje que se lleva Durán del 23%. Es decir, un total de 17.220, teniendo en cuenta que solo uno ha subido en la puja. Concretamente el impresionante traje lencero de Valentino, de color azul, que Carmen Lomana señalaba durante la presentación como uno de sus favoritos. Acercándose al máximo alcanzado durante la subasta, el Gobierno ha adquirido esa pieza por 2.500.

El traje más caro de la subasta

El más caro ha sido un traje de Christian Dior de la época de Galliano, aunque no ha sido el Gobierno quien se lo ha llevado. Hecho en gasa crêpe de seda negra y paillette plateado y negro sobre cuerpo de tul formando motivos florales. Un espectacular traje de alta costura que tenía un precio de salida de 1.400 euros y cuya puja ha ascendido a 2.750 euros.

"Nos sentimos honrados de haber participado en la venta", aseguran desde Durán Arte y Subastas. "Suponemos que el destino será el Museo del Traje pero no tenemos la confirmación", añaden, puesto que en la colección permanente hay varias piezas adquiridas con ellos por el Ministerio de Cultura. "Pone de manifiesto la importancia de Carmen como embajadora de moda y de su colección", finalizan, señalando la oportunidad que ha ofrecido la subasta para dar el merecido reconocimiento a los diseñadores como creadores de arte. "Que parte de estos vestidos vayan a formar parte de la colección de un museo es también una afirmación de la moda como expresión artística".

Las piezas que quedan sin vender

El Gobierno se ha llevado 10 de los 41 vestidos de la subasta de Lomana, aunque todavía hay algunas piezas cuyas pujas se han quedado desiertas. Entre ellos un vestido de terciopelo de Dolce & Gabanna que salía por 850 euros o vestidos de cóctel varios como uno en tono beis de Marchesa u otro blanco de Loewe, por 425 y 350 respectivamente.

Carmen Lomana tiene en su hogar cientos de vestidos. Posiblemente, más de un millar. De todo tipo de firmas, desde Zara hasta de pasarela, pero vende sus trajes con el cariño de una amante de la moda que no se considera coleccionista. A pesar de que asegura que no le da pena desprenderse de ellos, recuerda a la perfección las situaciones en las que se puso estos trajes de lujo. En particular, la colaboradora televisiva guarda especial recuerdo de un conjunto de cóctel de Valentino que se puso para el último desfile de la firma al que acudió. Por suerte o por desgracia, estas dos piezas no se han vendido.