“Nunca le he puesto una mano (encima) a ninguna mujer, en la vida”. Así se ha expresado este jueves el cantaor flamenco Diego El Cigala en los Juzgados de Jerez de la Frontera (Cádiz).

El Cigala ha comparecido hoy ante el Juzgado de lo Penal 3 de Jerez bajo la acusación de haber maltratado a la que fuera su mujer. Él ha atribuido la denuncia a los supuestos celos que ella tenía.

Acusado de delitos de maltrato y vejaciones, se enfrenta a una petición provisional de la Fiscalía de 5 años de prisión, informa Efe.

El cantaor ha dicho que su exmujer llegó incluso a amenazarlo con denunciarlo por malos tratos, con que iba a arruinar su carrera si no llegaban a un acuerdo de tipo económico, aspecto este último por el que incluso llegó a haber “negociaciones”.

"Un pequeño infierno"

El Cigala ha explicado durante la vista oral que tuvo una relación sentimental con la denunciante -con la que tiene dos hijos menores- durante unos seis años, los primeros “súper bonitos” y los últimos “un pequeño infierno”.

A preguntas de la Fiscalía, ha negado además haber insultado o amenazado con expresiones despectivas o humillantes a su ya expareja, a la que suministraba dinero para la gestión de la vivienda, o que la hubiera echado de casa.

También ha añadido que nunca ha consumido sustancias estupefacientes en su casa delante de sus hijos.

“Podemos mandarnos a la mierda pero somos personas civilizadas”, ha admitido no obstante el cantaor, quien se ha definido como alguien “muy educado”.

El acusado ha atribuido la denuncia por maltrato de su exmujer a los celos que ella tenía, y ha relatado varios episodios en los que ella, supuestamente, le “formó espectáculo” o le “lió el pollo”.

Durante la vista, la jueza ha tenido que pedir al cantante que no se refiriera a la fiscal o la abogada de la acusación particular, tuteándolas o con expresiones como “cariño” o “corazón mío”. “Yo le trato de usted”, ha replicado la representante del ministerio público.