Este 10 de noviembre se cumplen cuarenta años desde el estreno de la serie venezolana Topacio. Aunque ha sido una de las telenovelas más populares del mundo hispanohablante, a España no llegó hasta los años noventa. No era la primera ficción de estas características, Cristal había llegado poco antes y había deslumbrado al público español con su melodrama diario.
Algunas de las características imprescindibles de las telenovelas son el enfrentar al rico y privilegiado con el pobre y desafortunado, un reparto especialmente agraciado, los giros de guion sorprendentes y un ritmo vertiginoso. Con todos estos ingredientes resulta difícil no engancharse a la trama, pero las ficciones de Delia Fiallo, la creadora de Topacio y Cristal, fueron especialmente exitosas en Venezuela y el mundo. Tanto es así que algunas de ellas se adaptaron en otros países.
¿De qué iba Topacio?
La serie contaba la historia de Arelio Sandoval, un rico propietario que espera un hijo junto a Blanca, pero quien llega al mundo es una niña, que además nace ciega y débil. Así que sin que nadie lo sepa, la comadrona y la nana cambian a la pequeña por el hijo de un peón que se había quedado huérfano de madre. Sus nuevos padres le llaman Jorge Luis y crece entre lujos y con todos los privilegios: el primer ingrediente de toda telenovela exitosa, el dinero.
Pero para que la trama comience, la serie daba un salto en el tiempo a veinte años después, algo que es también muy telenovelesco. La niña se ha convertido en una mujer preciosa y ha crecido junto a su comadrona, que la llamó Topacio. Por lo que, como corresponde en cualquier serie de estas características, Jorge Luis se enamora de ella y tienen que enfrentarse a toda una serie de obstáculos para poder vivir su relación.
Víctor Cámara y Grecia Colmenares fueron los protagonistas de esta telenovela por la que aún se les recuerda. Aunque han seguido trabajando como actores, sus papeles en Topacio resultan difíciles de olvidar, incluso habiendo superado los sesenta. Pero el galán de telenovela nunca deja de serlo, y el intérprete de 65 años ha seguido formando parte del género en Venezuela.
El boom de las telenovelas en España
Aquellos primeros años de los noventa que trajeron las telenovelas venezolanas a España fueron el comienzo de una pasión que ha ido evolucionando. Si bien empezó en La2 con Cristal, Telecinco se lanzó de lleno con Topacio en la primavera de 1991, aunque ya se había emitido en Canal Sur. El éxito fue tal que incluso la cadena la pasó de la sobremesa, el lugar habitual de este tipo de serie con un público principalmente femenino, a la noche. También significó que se lanzaran a coproducir otros títulos en Venezuela, con la esperanza de tener en primicia el nuevo fenómeno de masas.
Pero, como muchos podrán recordar, la pasión por las telenovelas se ha transformado con los años. Las venezolanas dieron paso a las mexicanas en los años 2000: conquistaron al público con Amarte así (coloquialmente conocida como Frijolito) o Pasión de gavilanes, que produjeron a tres de los hombres más deseados del momento: Mario Cimarro, Juan Alfonso Baptista (más conocido como El Gato) y Michel Brown.
La llegada de Can Yaman y las telenovelas turcas
Sin embargo, en los años 2010 han sido las producciones españolas las que han conquistado al público. El mayor ejemplo es Amar en tiempos revueltos, que se emitió entre 2005 y 2012. Le siguió su secuela, Amar es para siempre, hasta marzo de este mismo año. Pero también se puede señalar El secreto de Puente Viejo o Acacias 38 como las que intentaron rellenar ese hueco que dejaron en la década pasada las producciones latinomericanas en la cartelera.
Hasta que llegó el fenómeno turco. Fatmagül fue la primera telenovela directa de Turquía y se estrenó en 2017 en Nova, siete años después de que se viera en su país de origen. Empezó entonces un discreto ascenso de este tipo de ficción, con Atresmedia apostando cada vez más por sus productos. En abril de 2019 Divinty estrenó Erkenci Kuş (Pájaro soñador), protagonizada por Can Yaman, que convertiría el género de nuevo en un fenómeno de masas.
La telenovela, un género denostado
La telenovela es uno de los productos más populares que ha exportado Latinoamérica, pero todavía a día de hoy es un género denostado. En los primeros resultados que aparecen en Google cuando buscas las características de este tipo de serie, se la califica de simple, predecible y repetitiva. Adjetivos que, curiosamente, también se utilizan para hablar de otros productos culturales que interesan mayoritariamente a las mujeres. Lo mismo ocurre con los libros de romance o la música pop, por ejemplo.
Pero las telenovelas tienen su propia categoría en los premios Emmy de la televisión estadounidense, en cuyas nominaciones varias producciones españolas han llegado a colarse. Además, ficciones internacionales como The Office o Jane The Virgin han utilizado ciertos aspectos que caracterizan a las telenovelas con mucho éxito.
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