En 2021, la actriz Mélani Olivares desvelaba que estaba probando suerte con el poliamor. "Tengo novio y novia. Ahora voy picardeando", comentaba en Sálvame Deluxe, explicando que nunca se había considerado bisexual pero sí ha tenido relaciones con hombres y mujeres. Sus declaraciones se hicieron muy virales, tanto que después exploró el tema en un libro, Momento RE. A la actriz las relaciones convencionales nunca le duraron mucho tiempo, por lo que decidió dar paso a nuevas alternativas.

Algo parecido –aunque no calificado como poliamor– a lo que les ocurre a Nuria Roca y Juan del Val. Pese a ser un matrimonio aparentemente tradicional, han dejado claro en alguna ocasión que, en ciertos sentidos, no lo es. "A mí la fidelidad me da exactamente igual, me parece una gilipollez y no le doy ningún valor", decía el escritor. Aunque no está del todo claro qué etiqueta utilizan, si es que usan alguna: "No es más ni menos abierta que la tuya o la de cualquiera. Todas las relaciones son abiertas porque a todas las relaciones les pueden pasar cosas. De hecho, pasan", explicaba la presentadora.

Nuria Roca y Juan del Val en una foto de archivo. | Europa Press

También internacionalmente

Algo parecido a lo que ha compartido alguna vez Will Smith. "El matrimonio no puede ser una prisión", aseguraba en una conversación con su mujer, Jada Pinkett-Smith, en su programa Red Table Talk. "Tuvimos muchas conversaciones sobre cómo es una relación perfecta o cuál es la manera exitosa de interactuar en pareja. Durante mucho tiempo la monogamia fue nuestra elección, pero sin pensar en esa opción como la única y perfecta manera de entender una relación", confesaba.

A veces, incluso, salta a la palestra una relación que parece poliamorosa y no lo es. Ocurrió con Taika Waititi, Rita Ora y Tessa Thompson: los tres fueron fotografiados besándose apasionadamente en una terraza en 2021 y el público dio por hecho las etiquetas.

Pero en enero de 2023, la cantante quiso aclarar lo ocurrido en una entrevista con GQ: "Elegí no reconocer los rumores porque son tan ridículos". "¿Alguna vez has estado en una situación en la que has tomado muchas copas y cualquiera puede llegar a ser tu mejor amigo? Y luego al día siguiente piensas que estuviste hablando con esa persona en el área de fumadores durante cuatro horas y ni idea de quién es", ejemplificaba.

Rita Ora y Taika Waititi en la fiesta posterior a los Oscar. | Europa Press

"Esa foto era, literalmente, un grupo de amigos pasándoselo bien. Ellos habían tenido un día de locos y estábamos todos relajándonos. Me encanta eso. Cada uno a sus cosas", añadió Rita Ora. Así que, aunque desmintió rumores de trieja o relación poliamorosa a tres, dejó claro que no era tan importante como podría ser para otras personas ese tipo de contacto físico.

Fidelidad, traición o ruptura

Todos estos casos son la clara muestra de que lo desconocido fascina al público general, que a menudo se considera monógamo. Pero muchas veces se comete el error de pensar que monógamo quiere decir fiel: la aplicación Gleeden, para personas en busca de relaciones no tradicionales y que muchos consideran la app de los infieles, tiene un millón de usuarios en España. La mayoría buscan amantes, pero también hay swingers o poliamorosos. Según los datos de la aplicación, el 56% de ellos (84% hombres y el 16% mujeres) piensan que su pareja no les perdonaría nunca una traición.

"No veo descabellado tener, en algún momento de mi vida, una relación más abierta a lo que estamos acostumbrados a ver en nuestros padres", decía recientemente Sebastián Yatra. El cantante colombiano aseguraba que nunca había podido estar más de un año en una relación exclusiva y monógama. "Ese ha sido mi tope, pero me pasa que digo: 'Si yo tuviese una relación más tiempo, me darían ganas de ser infiel aunque esté enamorado de alguien'", comentaba en una entrevista en el pódcast de Vicky Martín Berrocal.

¿Qué tipos de poliamor existen?

Aunque hay muchas teorías al respecto, es habitual considerar que existen cuatro tipos principales de poliamor. Uno es la anarquía relacional, en donde todas las relaciones pueden tener igual peso y no están jerarquizadas. Lo que se opone a la jerárquica, donde hay una pareja principal que puede tener relaciones con otros y no poner a la misma altura esos otros vínculos. En estos dos casos podrían convivir las relaciones abiertas, en donde las conexiones son por una cuestión física en vez de emocional.

El tercer tipo es la polifidelidad, en donde hay un grupo seleccionado de personas con quien hay un acuerdo y entre ese reducido número de personas no hay exclusividad. Finalmente, el cuarto es la poligamia y poliandra, donde una persona tiene dos o más vínculos y son bidireccionales y exclusivos.

En muchas ocasiones, este tipo de relaciones evolucionan desde un punto a otro. Como todo tipo de conexión emocional, conlleva una negociación frecuente para comprobar la salud del vínculo y el bienestar de la pareja. Sin embargo, es cierto que en las relaciones "clásicas" a menudo se dan por hecho las condiciones por las normas sociales.